Boda a la mexicana: 7 ideas para ambientar la recepción

Una boda de estilo mexicano siempre promete alegría en el cortejo nupcial y muchísimo color en el vestido, el ramo de novia y los accesorios del novio. Sin embargo, la recepción y la fiesta también merecen ambientarse con ese estilo autóctono que tanto cautiva dentro y fuera de México. Los adornos locales en los centros de mesa para boda transmiten tradición y jovialidad, la música patria siempre reparte diversión en la pista y los recuerdos para boda hechos por manos artesanas son bien recibidos por los invitados. ¿Vamos aterrizando algunas ideas concretas para una ambientación muy a la mexicana?

1. Un pastel muy especial

En el diseño del pastel de boda elegante pueden incorporar flores grandes y coloridas, dulces mexicanos, los colores patrios y hasta esos que, a base de repetición, hemos adoptado como nuestros, como el rosa mexicano, añil o azul índigo o amarillo colonial.

Si decidieron inspirar la decoración del pastel de boda en festividades nacionales como el Día de Muertos o la Independencia de México, pueden simular papel picado o guirnaldas. Unos peculiares muñecos para pastel de boda también pueden causar sensación: según la temática y sus gustos, inspírense con calaveritas, catrines o unos mininovios vestidos de charro y escaramuza.

2. Arte nacional

México es rico en historia, arte y cultura. Obviamente, las artesanías también deben estar presentes por doquier. Pero si son una pareja muy artística, anímense a decorar el interior de la recepción con reproducciones de obras, murales, retratos y fotografías de los artistas que más les encanten.

Diego Rivera, Frida Kahlo, Rufino Tamayo o José Guadalupe Posada son solo algunos de los pintores más célebres del país de cuyas obras podrán extraer escenas atractivas para su fiesta.

3. Naturaleza a juego

La alegría se representará a través de los colores. Entre las flores para boda encontrarán muchas variedades mexicanas que se cultivan en muy diversos colores y durante todo el año. Pero si lo que buscan son centros de mesa para boda económicos y originales, con cactus, suculentas y nopales tendrán el asunto resuelto.

A la hora de presentar la naturaleza en el banquete, los molcajetes, canastas y macetas de talavera darán forma a unos centros de mesa para boda sencillos. En cambio, para el resto de espacios, pueden pedirle a su proveedor de arreglos florales para boda que les dé opciones con botellas de tequila o cerveza, bolsas de mandado y jicapextles a manera de base.

4. Mobiliario tradicional

Asegúrense de que para el banquete rentan unas sillas y mesas cómodas. Aunque las sillas Acapulco y las sillas de cuero y madera pueden ser muy vistosas, tal vez sean demasiado bajas para que los invitados se sienten a la mesa. En cambio, serán perfectas para algunos rincones para el coctel y la fiesta de tipo lounge o chill out. Y, por supuesto, en estas zonas de descanso, no pueden faltar los cojines bordados a mano, tapetes de palma y hamacas.

En su recepción a la mexicana también debe verse madera (pintada o desnuda) y herrería trabajadas al estilo rústico. El mismo mobiliario se puede engalanar con rebozos o un colorido hule, para un efecto más desenfadado.

5. Juegos para todos

Desarrollen dentro de la boda una área de juegos tradicionales ¡para niños y grandes! Para jugar en grupo, proporcionen juegos de mesa como el tablero de la oca, dominós de madera, canicas o memoramas, ¡Mejor aún! Hagan su propia feria con juegos mecánicos.

Además, los juguetes populares, como baleros, tablitas, pirinolas, yoyos, loterías, trompos y muñecas de trapo pueden ser una excelente opción de recuerdos para boda económicos. Todos sus invitados estarán encantados de volver a su infancia y de sacar las manos de las nuevas generaciones de las pantallas de sus celulares. ¡A descubrir el valor de los juguetes de siempre!

6. Alimentos de siempre, como nunca

Para la elección del menú principal tendrán un sinfín de alternativas. Basen su selección en sus recorridos por el país. Si desean un menú tradicional, escojan platillos regionales como el mole, tlayudas, pozole, birria, enchiladas, chiles rellenos, sopes, tacos o tlacoyos. Si quieren sorprender un poco más, pueden pedirle a su proveedor de catering para boda que les ofrezca una presentación novedosa que seduzca por la vista a los comensales más sibaritas.

Como idea original, ofrezcan diferentes islas de alimentos que representen a sus estados favoritos. Decoren y elijan el platillo de acuerdo al lugar. No se olviden de la barra de bebidas y pidan cocteles a base de tequila y cerveza para los gustos más generalistas y mezcal o pulque para aquellos que tengan el paladar más entrenado.

La mesa de dulces para boda puede tener pequeños cambios. Los colores tenues que suelen caracterizar a estas estaciones de postres tendrán que intensificarse: amarillo, rosa mexicano, naranja, azul eléctrico, morado y verde limón, entre otros. Acompañen los cupcakes de alegrías, palanquetas, cocadas y postres con dulce de leche. El atole, el champurrado, el café de olla y el téjate pueden presentarse en jarritos de barro o tazas de peltre.

7. Alegría para los oídos

La música es un elemento primordial para definir el estilo mexicano. No se pierdan de la enjundia del mariachi, el romanticismo de un trío o la tradición de las danzas regionales. La magia y la alegría se transmitirán a través de la música y la fiesta no cesará ¡hasta que llegue la hora de los chilaquiles!

Después de descubrir estas ideas, no pensarán dos veces para elegir el estilo mexicano en su boda. Cada región puede aportar diferentes estilismos que se convierten en toda una inspiración para los bordados de los vestidos de novia. Las rosas y los claveles también enriquecen las propuestas de peinados recogidos con llamativas coronas florales. Anímense a incorporar en su papelería nupcial y en las invitaciones de boda el color y los elementos populares con que México es reconocido en todo el mundo. ¡Y tengan una boda a la mexicana!