6 preguntas para empezar a organizar su boda
La organización de la boda ¿no tiene pies ni cabeza? Los nervios y la emoción pueden nublar un poco su visión y es posible que a veces les cueste más trabajo aterrizar las ideas. No se preocupen, ¡hoy les ayudamos a darle forma al proyecto!
Si no quieren que las prisas los alcancen y terminen eligiendo las invitaciones de boda al "ahí se va" o comprando los primeros anillos de compromiso que encuentren, piensen en su día B como un proyecto: “nuestra boda friki, la mejor del mundo mundial” o "unidos por siempre: misión secreta". Es un supuesto, la idea es que sea personal y original para que se sientan motivados cada día y por ninguna razón dejen que los precios de vestidos de novia o todas las decisiones que tiene que tomar los hagan desistir. Aclarado el punto, es momento de dar forma al proyecto respondiendo las siguientes preguntas. ¡No se vale hacer trampa!
1. ¿Cuándo se quieren casar?
Estás que no te crees la entrega de anillo de compromiso, pero el show debe continuar. Probablemente tengan en mente alguna fecha especial como el aniversario de novios o cuando conociste a tu futuro marido. Es una excelente referencia, sólo tomen en cuenta que las bodas también tienen temporadas altas, siendo mayo y octubre los meses más solicitados por los novios. Si desean casarse de día o de noche, en días festivos, en primavera o su estación favorita, son otros factores que influyen en la elección tanto de la fecha como del estilo.
2. ¿Qué lugar les gustaría?
Si piensan en su boda, la ven ¿en interior o al aire libre? Respondiendo esto, pueden pasar al escenario: salón, playa, hacienda, viñedo, jardín, campo, restaurante, granero, naves industriales o fábricas abandonadas. La ubicación del recinto juega un papel significativo en la logística y deben evaluar si deseas una celebración local o una destination wedding.
3. ¿Cuántos invitados?
Bien inspirados se ponen a escribir pensamientos de amor cortos para las invitaciones, pero como diría Jack, vamos por partes. La lista de invitados es un reto, ya saben, por aquello de imaginar una fiesta para 100 y en papel salen 200. ¿Cómo es posible? La participación en el proyecto es 50/50 y no la comparten únicamente entre ustedes, sino que la mitad está representada por mamá, papá, hermanos, amigos y sus respectivos anexos. Con la pena, el cálculo sólo está en sus manos. Si les atrae un ambiente íntimo, contemplen 50 personas como máximo; de 51 a 100 si se trata de uno mediano y rebasando el centenar ya es un evento masivo.
4. ¿Qué tipo de ceremonia desean?
Hay divinos recuerdos de iglesia para boda; sin embargo, repasar las propuestas sin ton ni son no los llevará muy lejos que digamos. Antes deben definir el tipo de ceremonia que quieren: civil, religiosa, ritual o enlace alternativo. Asimismo, visualicen en dónde se llevará a cabo y, en caso de celebrar más de una, definan si prefieren que se realicen en ubicaciones diferentes o en el recinto donde se acogerá la recepción para reunir todo en un mismo lugar. Así podrían ir contemplando o descartando vestidos de novia para boda civil.
5. ¿Cuál es su presupuesto?
Básico mas no limitativo es precisar si disponen de $50,000 o más para repartir entre la renta del recinto, ajuar, invitaciones, pasteles de boda elegantes, fotografía, souvenirs, etc. Se sentirán menos presionados con una proyección compensatoria a base de rangos flexibles en vez de cantidades fijas.
6. ¿Qué estilo va con ustedes?
El estilo de la boda tiene todo que ver con su personalidad y esta les marcará la pauta para elegir un contexto vintage, rústico, industrial, bohemio o clásico. Presten atención a palabras clave que los identifiquen, por ejemplo: románticos, tradicionales, retros, relajados, elegantes, sencillos, naturales, modernos o vanguardistas. Teniendo una visión nítida de la estética, se les facilitará la combinación de colores y flores para boda.
Sus respuestas los irán guiando por los catálogos de ramos de novia, en las degustaciones de pasteles de boda y el resto de los preparativos. Pueden visualizarlos como metas, delimitar plazos para cumplirlas o complementarlas con un collage que exprese su concepto y mostrarlo a sus proveedores para que no quepan dudas. ¡Por fin el proyecto tiene cara de boda!