Un velo para cada novia: encuentra el mejor para tu rostro

El velo es un elemento muy importante en la imagen de la novia clásica. Aunque se ha modificado para adaptarse a cualquier estilo, nunca ha desaparecido de las pasarelas de moda nupcial. Antaño, el velo significaba pureza y castidad y servía como una protección contra los malos espíritus. Es un elemento simbólico muy importante en varias tradiciones religiosas. Actualmente, es un acento de delicadeza que crear perfecta armonía con un ramo de novia natural y al que pueden dársele toques románticos o modernos, de acuerdo con su composición sutil o desafiante. Revitaliza por completo cualquier peinado de novia. Hay varios aspectos que pueden tomarse en cuenta para elegir el velo perfecto. Además de transmitir el estilo de cada mujer y de modificar el corte del vestido de novia, el velo puede servir para destacar las facciones y suavizar la figura.

¿Velo sí o no?

Además de ser un símbolo y una pieza de diseño, el velo puede ser una herramienta de belleza. El velo puede iluminar el rostro, estilizar la figura, detallar todos los peinados para boda y darle movimiento al cuerpo. Todo esto depende de la forma del velo. El velo puede ser muy benéfico para proteger a la novia del clima durante su boda, pero también puede afectar a sus movimientos. Además, el velo tiene diferentes significados culturales, así que las novias sólo deben utilizarlo si se sienten totalmente cómodas con él. En las bodas por el civil no se suele usar velo y, en general, si el objetivo es lucir por completo la imagen del vestido de novia, la mejor opción para adornar el cabello puede ser un tocado. Por lo demás, sólo es cuestión de encontrar el velo ideal.

Rostro redondo

El grosor, espesor, textura, forma y largo del velo son las propiedades que determinan sus efectos. Para los rostros redondos, los mejores velos son los que caen hacia los lados, sin cubrir la cara y que rebasan apenas los hombros, pues con esta constitución se alarga la figura del rostro. Un estilo ondulado, como el tipo fuente, puede ser una buena opción, por su caída volátil; además se puede elegir un volumen ligero, para acentuar las mejillas, o grueso para dar más luz al rostro e incluso agrandar los ojos.

Rostro cuadrado

Para las novias con rostro cuadrado que quieren suavizar sus facciones, lo ideal es un velo voluminoso y largo, como el estilo catedral o capilla. Este tipo de velo, por medio de sutiles volúmenes, puede conseguir juegos de luz y oscuridad en la piel, perfectos para atenuar los ángulos de la cara. Estos velos se pueden combinar con un vestido de novia sencillo, para convertirlo en un modelo clásico, o pueden cubrir un escote en la espalda para lograr un cuadro glamuroso.

Rostro triangular

Si el rostro de la novia es triangular, puede encontrar el equilibrio de sus facciones eligiendo un rostro que surja desde la parte trasera de su peinado, sin cubrir las orejas. Se prefieren los velos delgados, que puedan atrapar la luz. El juego con un velo súper corto, como el francés, puede ayudar a resaltar la boca, el cuello y la nariz. Estos estilos son perfectos para combinarse con vestidos de novia modernos.

¿Qué tipo de velo va mejor con tu cuerpo?

Los velos más largos y delgados, como el capilla, el catedral y el tipo ballet pueden afinar y alargar la figura, por lo que quedan especialmente bien con los cuerpos cuadrados y con las figuras tipo manzana. Los velos más cortos, con largo al hombro o tipo blusher, aumentan las dimensiones de la parte superior del cuerpo. Si el cuerpo de la novia es tipo pera, un velo corto puede nivelar las dimensiones de la figura y darle equilibrio.

El velo tipo fuente, con largo al codo y voluminoso, es perfecto para marcar o remarcar la cintura y darle movimiento a la parte superior del cuerpo. En las figuras con menos curvas, como el cuerpo tipo manzana o el rectangular, esta división puede servir para acentuar la cintura; mientras que al cuerpo tipo triángulo invertido o en el reloj de arena, le dará movimiento en la parte superior.

Velos con contornos

Los velos pueden tener diferentes ornamentos: pedrería, bordados, calados, toques de color… Los velos con contornos marcados pueden crear efectos de color y juegos de sombras que atenúan el semblante de la novia. El grosor de los ornamentos añade volumen o adelgaza las líneas que definen el rostro. Estas formas deben coordinarse, principalmente, con el maquillaje de la novia, para afinar sus rasgos y cargarlos de dulzura o intensidad. Los contornos también pueden modelar la figura si se coordinan el peinado: un peinado recogido con un velo con contorno creará un juego de curvas sobre el cuerpo, mientras combinar el velo adornado con un peinado medio recogido le dará más volumen a la figura.

Velos que caen sobre la espalda y velos que caen sobre el rostro

A diferencia de los usos más tradicionales del velo de novia, es cosa poco corriente en la actualidad que el velo caiga completamente sobre el rostro. El velo blusher y el velo francés están especialmente diseñados para cubrir la cara de la novia, aunque el velo tipo fuente también puede tener esta aplicación debido a su estructura desnivelada. Los velos que caen a los lados del rostro, incluso cubriendo parcialmente la cabeza, pueden coordinarse con el peinado para atenuar las facciones de la novia, y para adelgazar o dar volumen a sus hombros, cuello y espalda: las figuras como pera y manzana pueden beneficiarse afilándose. Los velos que caen sobre la espalda pueden adelgazar la figura de la novia, aunque también es posible que añadan volumen a sus brazos y a sus hombros, por lo que debe buscarse un grosor que disimule estas zonas.

El velo será un símbolo muy especial en las fotografías y hasta en los muñecos para el pastel de boda. Es un acento de particular importancia para la imagen final de la novia. Con tanto cuidado como los zapatos, el ramo de novia y el maquillaje, el velo debe buscarse esmeradamente y su colocación necesita práctica y meticulosidad, pero puede ser el acompañante perfecto para la novia.