8 cosas que definen una relación madura: y tú, ¿ya estás ahí con tu pareja?
Porque una relación de pareja se tiene que alimentar todos los días e involucra mucho más que mero enamoramiento. ¡Lee la nota!
Con frecuencia nos encontramos con un sinfín de estímulos que encontramos en los medios. Sí, nos referimos a esas series y películas de amor, en donde se proyectan relaciones perfectas, de ensueño y con un enamoramiento que parece no encontrar su final. Y aunque en Bodas nos encanta la idea de vivir la ilusión de un amor eterno y muy bien fortalecido, también estamos conscientes que, una vez que se pasa la etapa de la luna de miel, todo puede tornarse distinto; y es justo en este momento en donde queda de manifiesto el carácter de la pareja y, por supuesto, la disposición que tienen para luchar por el amor ¡cueste lo que cueste! Cuando llegas a tener una relación madura, estas son algunas de las cosas que, sin duda, vivirás en tu día a día.
No tratan de ser perfectos
¡Sí! Se olvidan de cumplir con las expectativas de los demás, y entonces se dan cuenta de que la definición de su amor la van construyendo todos los días. Aquí lo último en su escalón de prioridades es dar una imagen en donde los problemas no existen y la armonía es infinita, porque seguramente no es así… ¡Y está bien! Se dejan llevar por esas emociones que le dan fuerza a su relación, sin importar si están bajo los esquemas de la tradición o aceptados en los condicionamientos de conducta.
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Publicar sobre su relación en redes sociales no es importante
A ver, a todas nos gusta recibir un comentario romántico de esa persona tan especial, pero una vez que llegas a una relación madura logras entender que los “te amo" vaciados en redes sociales no son importantes ni tan necesarios, mucho menos cuando se entregan a crear experiencias y momentos que le den un carácter completamente distinto a su relación. Aquí ya no tienes que presumir que estás con él, o bien, postear cada dos minutos que lo amas con locura y pasión. ¿Qué crees? ¡Encuentras el mejor regalo en vivirlo y decirlo tú misma!
El perdón no se toma a la ligera
Y si partimos de la situación normal de que todos cometemos errores, en una relación madura se asume que el perdón se tiene que dar sin ser selectivo. Aquí ya no existen las cuentas de todo aquello que te hizo, o bien, de lo que tú hiciste; los fallos pueden doler, pero están claros en que, a partir de ahora y para siempre, ustedes son un equipo y su amor siempre debe encontrarse basado en el perdón y el respeto. No hay más.
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¿Competencia? Para nada
Aunque existen muchas parejas que se basan en opacar al otro o superar los logros de la pareja, para ustedes es todo lo contrario. En una relación madura ambos se asumen como un equipo inquebrantable y, además, entienden que deben estar impulsando los sueños de la otra persona. Hacer que las alas de tu novio o de tu novia crezcan día con día no solo lo convertirá en una mejor persona, sino que también les dará una visión más clara de todo lo que pueden lograr como pareja. Recuerda que el camino se comparte ¡siempre!
Lo que no fue en tu año no es de tu daño
Sí, el pasado ha quedado atrás. Lo mejor de todo es que ahora puedes encontrar la confianza plena en contarle todo a tu pareja, con la seguridad de que no serás juzgada, sino simplemente escuchada. Si tienen conflictos, traumas o problemas que han cargado por mucho tiempo, ahora es cuando se dan cuenta de que es momento de superarlos juntos.
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Entienden el valor de la libertad
No tienen que estar todo el tiempo juntos ni haciendo lo mismo, y eso es uno de los grandes tesoros de las relaciones maduras. Al contrario, juntos se animan a no dejar sus pasiones y continuar con aquellas actividades que les encantan: salir al cine, ir con amigos (cada quien con los suyos), vivir experiencias separados, salir de viaje, trabajar. En una relación de pareja se entiende que este tipo de vivencias solo logran que cada uno se siga enriqueciendo y, con eso, mejorar el tiempo de calidad que pasan juntos.
El amor es desinteresado
Sí, todo lo que haces para él y con él es sin intenciones escondidas o sin esperar algo forzoso de su parte. Los detalles son inesperados, espontáneos y nunca están a la expectativa de que él o ella haga lo mismo por la pareja.
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Son capaces de comerse al mundo
Juntos son una fuerza imparable en todo sentido: en el amor, en lo profesional y en lo espiritual. Cuando están juntos no hay forma de ignorarlos, y eso pasa porque se han dedicado a trabajar por ese amor que ahora los sostiene y los convierte en la pareja tan asombrosa que son. Una relación madura se construye con el tiempo y no es necesario presumir lo que tienen, sino dejar que todos encuentren en ustedes eso que los hace especiales.
Ahora que ya lo sabes, es momento de que te preguntes qué tipo de pareja son y en qué parte de su relación están. No olviden platicar sobre lo que buscan, lo que quieren y todas aquellas metas que buscan cumplir en conjunto. Apoyen, sumen y dejen que su amor los lleve, ¡hasta donde nunca imaginaron!
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