Abrir una cuenta en pareja, ¿sí o no y cuándo?
¿Les pasa por la mente ahorrar juntos en una sola cuenta bancaria? ¿Tienen dudas sobre hacerlo o no? Cada pareja es diferente y no hay una fórmula única que diga si es o no una buena opción. Estas ideas les ayudarán a tomar la mejor decisión.
Dejando de lado la parte romántica que inspira pensamientos de amor, el matrimonio es la unión de dos personas que trabajan en un mismo proyecto de vida. Después de la emoción de la entrega del anillo de compromiso, hacer realidad el sueño de llegar al altar con un hermoso vestido de novia y celebrar su amor con sus seres queridos (o puede que incluso antes de todo esto), es momento de evaluar de qué forma van a cumplir sus objetivos familiares. ¿Dividir las cuentas o ahorrar juntos están entre las opciones? Defínanlo, mientras toman nota de qué sí y qué no es adecuado, según sus necesidades.
¿Por qué abrir una cuenta en común?
En una pareja que está formando un nuevo hogar hay miles de pensamientos de amor cortos, al igual que sueños, anhelos y deseos por cumplir. Poco a poco, todas esas pláticas se convertirán en acciones que deben emprender juntos hasta convertirlas en realidad. Abrir una cuenta bancaria compartida es buena idea porque simplificará la forma en que ambos cooperen en las metas económicas que establezcan en su relación. Les compartimos algunas otras razones para que tomen la mejor decisión para ustedes.
Porque tienen ingresos y gastos similares
Cuando la pareja tiene similitud en ingresos, pagos y estilo de vida, es buen momento para dar el paso de abrir una cuenta conjunta. Si sus ingresos son similares y el uso de esa cuenta será sufragar gastos comunes, podrían aportar la misma cantidad. Si el reparto de responsabilidades será equitativo, una fórmula que puede servir es calcular sus gastos fijos y variables mensuales o quincenales, agregar un margen adicional y dividir para dos: esa será la cantidad que cada uno debería sumar.
Si no, establezcan la cantidad que dará cada uno y los plazos en los que inyectarán recursos a la cuenta. Al final sabrán qué parte aportó cada uno y pueden decidir si lo usarán para comprar el traje y el vestido de novia corte princesa o, si ya se casaron, para los gastos periódicos, para amueblar su hogar, hacer un viaje o simplemente ahorrar.
Porque quieren registrar un ingreso mayor
En muchas ocasiones, para acceder al crédito de una casa, de un carro u otro bien, las instituciones financieras piden un ingreso que quizá uno solo no alcance. Una buena forma de comprobar el sueldo familiar es ahorrando juntos en una cuenta a nombre de quien hará el trámite. También funciona si uno de los dos tiene un historial en buró de crédito poco favorable.
Porque son buenos administradores
Quizá alguno de los dos gane menos o tenga más compromisos de pagos incluso anteriores de iniciar su relación, pero entre los dos se saben administrar y tienen claro que ese dinero no lo tocarán a no ser que sea para el vestido de novia corte sirena o para un fin pactado. Si al otro no le importa cooperar más, abran una cuenta bancaria y establezcan el porcentaje que aportará cada uno.
¿Por qué no abrir una cuenta conjunta?
Hay quienes comulgan con la idea de “cuentas claras, amistades largas”. Y es que, si desde la planeación de la boda acordaron que cada quien comprara su traje o el vestido de novia moderno, en el matrimonio se manejarán con la misma independencia financiera.
Probablemente ustedes lo tuvieron claro al elegir entre sociedad conyugal y separación de bienes. Y es que es sano mantener la individualidad siempre y cuando ambos estén de acuerdo, ya que, aunque trabajen por separado lo importante es que lleguen juntos a la misma meta familiar. A continuación, les compartimos algunos otras razones.
Porque quieren separar sus bienes
El amor significa muchas cosas, entre ellas respetar a la persona que aman desde su autonomía. A veces, para ella separar sus bienes puede representar el reflejo de sus logros, del éxito en su carrera y de lo que le ha costado llegar hasta donde está. Un poco de egoísmo en este sentido no cae mal.
Además, hay alternativas para cumplir sus metas familiares, como fijarse un plazo, sin necesidad de abrir la cuenta de pareja, pero con el compromiso de aportar la cantidad acordada en la fecha fijada. Todo es cuestión de ponerse de acuerdo.
Porque tienen compromisos personales
Posiblemente tienen la voluntad de compartir una cuenta entre ambos para ahorrar o cumplir otro objetivo, pero sus compromisos personales y financieros de momento no lo permite. Algunos están terminando de pagar los gastos de la escuela o tienen un pago diferido en mensualidades de algún bien que adquirieron antes del matrimonio y eso les impide comprometer sus finanzas. Ya habrá la oportunidad, si es que así lo deciden, lo importante es tener empatía y compromiso.
Porque ya lo han intentado
Si en ocasiones anteriores ya han intentado hacerlo y, lejos de funcionar, les ha traído complicaciones en su relación, haciendo incluso que los pensamientos de amor para su esposo corran riesgo de esfumarse, ¡mejor evítenlo!
Opten por alternativas más individuales que les permitan cumplir lo que se han propuesto como pareja. Por ejemplo, acuerden plazos y cantidades específicas o divídanse los objetivos: mientras uno ahorra para el enganche de una casa, el otro ahorra para amueblarla.
¿Cuándo sabrán que es el momento?
No hay plazos definidos. Sin embargo, el momento oportuno para abrir una cuenta juntos puede ser cuando contesten con claridad y definan los siguientes puntos.
- 1. Cuál es el objetivo principal de su cuenta en pareja.
- 2. Cantidad o porcentaje de sus ingresos pueden ahorrar o aportar al hogar.
- 3. Plazo o frecuencia con la que harán sus aportaciones.
- 4. Institución bancaria que les conviene más.
- 5. Tipo de contrato bancario más favorable para ustedes.
- 6. Quién y cómo administrará el dinero.
Para algunos de los puntos anteriores pueden ayudarse de los cuadros comparativos de servicios bancarios que la Condusef pone al alcance de todos los mexicanos. ¿Están listos para tomar una decisión?
La clave en el matrimonio está en la comunicación y, aunque suene a una frase trillada que han repetido los abuelos por años, es cierto. Así como se ponen de acuerdo para decidir de qué sabor será el pastel de boda, o de qué colores serán los vestidos de fiesta de las damas de honor, hay otros aspectos más íntimos de su matrimonio y vida en pareja que tendrán que resolver, como la administración de los gastos o sus metas de ahorro y eso solo será con una buena comunicación.