Amigos de distinta religión en la boda: cómo integrarlos
La amistad no entiende de credos y es probable que algunos de sus amigos no profesen la misma religión. Si no saben cómo lograr que los acompañen en su ceremonia religiosa sin que se ofendan o sientan presionados, tomen en cuenta estos consejos.
No hay nada como compartir los mejores momentos con los seres queridos y uno de ellos es el día de su boda. Si ya iniciaron con los preparativos y lo que más les preocupa no es elegir el vestido de novia, el lugar de la celebración ni escribir sus pensamientos de amor, sino cómo hacer para que sus amigos de otro credo los acompañen, te dejamos estas recomendaciones. Sin duda, harán más sencilla la entrega de las invitaciones de boda y les darán la tranquilidad que necesitan en estos momentos.
1. No les pidan ser padrinos
Ser padrino en una ceremonia tan importante como la nupcial, sea cual sea su religión o cultura, implica un gran compromiso. Por eso es preferible que no les pidan eso a aquellos amigos que no profesen su mismo credo; así evitarán que se sientan incómodos o presionados y terminen declinando su invitación.
Lo mejor será que les hagan saber lo mucho que significa portar el anillo de compromiso de oro blanco que te entregó el amor de tu vida y lo importante que es para ustedes que los acompañen a la boda: valorarán infinitamente que presencien la ceremonia religiosa aunque se mantengan en un papel secundario.
2. Explíquenles el ritual y el protocolo
Ya que conozcan cómo serán el ritual y el protocolo de su boda religiosa, explíquenselo a sus amigos para que estén totalmente enterados de lo que ocurrirá y sepan cómo actuar. Es decir, si hay una parte en la que los presentes se deban poner de pie, para mostrar respeto podrán elegir si estar parados desde que inicie la ceremonia, si escogen un lugar más reservado para quedarse sentados o si hacen lo que el resto, con discreción.
Hay que comunicarles todos los detalles posibles del programa de la ceremonia, esto no los hará sentir inseguros, pues les encantará verte con ese vestido de novia moderno al lado del ser que amas.
Asimismo, coméntales cuáles son las restricciones de vestimenta que les marcará el templo. Aunque en casi todas las religiones se pide discreción, no está de más que repasen este punto con ellos antes de que ellas opten por vestidos de coctel extremadamente cortos o que dejen demasiada piel a la vista.
3. Hablen con quien oficie la ceremonia
Comunicar al sacerdote o a su equivalente, según el credo, que asistirán seres queridos que no profesan la misma religión y que ante todo se mostrarán tolerantes durante la ceremonia es muy importante. Con esto será posible que, si se ofrece un mensaje a los presentes, por ejemplo, podrá pensarse en un discurso inclusivo, que no hiera susceptibilidades. Finalmente el amor de la pareja que desea unirse será el principal vínculo entre todos los asistentes.
4. Intégrenlos en los preparativos de su boda
Sí, convénzanlos de ayudarlos con algunas de las tareas de la planeación. Si logran que se integren al equipo de organización, entenderán qué tanto los quieren al confiarles parte de los detalles del día más importante de sus vidas. ¿Tal vez en la ceremonia civil? ¿O mejor en la recepción? Permitan que ellos decidan en qué parte del festejo se integrarán como sus invitados especiales.
5. Invítenlos a ser parte de otras cosas
Si se trata de amigos muy cercanos, invítenlos a ser parte de otras cosas importantes del gran día; por ejemplo, ser sus damas y caballeros de honor, ya que los podrían apoyar en más detalles necesarios. ¿Qué tal que pueden ayudarte a vestirte o a hacerte el peinado recogido que ya elegiste?
Si ellos están en la misma sintonía que ustedes, no dudamos en que puedan auxiliarlos hasta en aprender juntos cómo hacer centros de mesa para boda.
Sea cual sea la opción que elijan, el mensaje es claro: los estiman tanto que desean que los acompañen en la ceremonia más especial de este gran día. Las cosas se suavizarán cuando llegue el momento de la fiesta y tengan que competir por atrapar el ramo de novia. Cuando menos lo esperen, andarán bailando en la pista y frecuentando la mesa de dulces para boda. ¡Ya lo verán!