La boda de Mariana y Luís Carlos: una celebración clásica y llena de rosas
La boda de Luís Carlos y Mariana tuvo como símbolo las rosas rosas y blancas. Conoce a esta pareja e inspírate con las escenas de su celebración clásica y romántica.
Un guión cinematográfico no hubiera capturado mejor la escena: un flamante auto deportivo, una novia radiante y su futuro marido admirándola a corta distancia. Mariana y Luís Carlos celebraron su amor con una boda clásica y cálida. Los momentos congelados por el lente de Matthew Photographer nos transmiten el inagotable cariño que los novios se manifiestan y la felicidad que les ocasionó esta fecha tan especial, misma que se contagió a todos los seres queridos que los acompañaron.
El escenario para las fotografías preboda de la pareja fue el Museo de los Metales, donde Luís Carlos trabajaba. Vemos en estas imágenes el estilo romántico y nostálgico de los novios, pero también su energía y el júbilo que brilla en su relación. El cielo teñía de azul el vestido blanco de Mariana, y arrancaba el resplandor del traje oscuro de Luís Carlos. El largo velo bordado de la novia cubría de magia sus facciones y las de su prometido, extendiendo su dulzura a todo cuanto los rodeaba.
La ceremonia religiosa se llevó a cabo en la capilla Los Ángeles, en Torreón. Los padrinos lucieron trajes oscuros, distinguiéndose del novio gracias a la rosa blanca que sólo él portó en su saco, así como al conjunto de corbatón y chaleco que vistió. Luís Carlos entró a la iglesia acompañado por su mamá. Su futura suegra escoltó a Mariana, quien llevó un hermoso ramo de rosas blancas y rosas. Su vestido de escote corazón tenía bonitos bordados y terminaba en un largo corte princesa. La novia lució una tiara de brillantes sobre su cabello recogido y unos discretos aretes de perla. La ceremonia fue íntima y emotiva.
La recepción se realizó en Montebello Club de Golf. Fuegos artificiales, luces y flores ambientaron la fiesta. Fue una ocasión muy alegre y que les permitió tanto a la pareja como los invitados presumir sus mejores pasos de baile. La decoración fue sencilla, pero suficiente para transmitir a todos dulces sentimientos. El símbolo de la boda fueron las rosas frescas, grandes y fragantes que asomaban desde todos los rincones del salón, iluminando el amor de esta pareja tan romántica.