¿Boda destino en Oaxaca? Calendas, mezcal ¡y mucho corazón!
Una boda es un momento único y por ello los novios buscan que sea inolvidable, significativa y romántica. La espiritualidad que caracteriza al estado de Oaxaca lo ha convertido en uno de los entornos preferidos para tener el mejor día de sus vidas.
Una vez se asientan las emociones de la entrega del anillo de compromiso y empiezan a platicar del tipo de boda que quieren tener, presupuesto y todo lo que necesitan para planear su enlace, aparece el interés por tener una boda especial. ¿Qué les parece Oaxaca, espejo de la riqueza cultural y natural mexicana? La vivacidad de sus colores tal vez lleve a la prometida a buscar entre los vestidos de novia aquellos que incorporen algún bordado étnico. Y su gastronomía seguro les inspirará un menú por demás delicioso, desde el primer platillo hasta el último bocado del pastel de boda. ¿Quieren saber qué más tener en cuenta si desean tener una boda destino en Oaxaca?
Motivos para casarse en Oaxaca
Al sur de México se encuentra esta tierra zapoteca llena de edificios coloniales, construcciones prehispánicas, playas vírgenes, vistosas artesanías, mágicas tradiciones y gente acogedora. Por todos estos motivos y porque entre los proveedores de boda en Oaxaca encontrarán a profesionales con mucha experiencia, esta entidad puede ser el marco perfecto para decirse de viva voz los pensamientos de amor cortos que se escribieron.
Oaxaca ofrece una amplia gama de locaciones urbanas y naturales, además de rituales ancestrales que le darán el toque final a esa fecha tan importante, así que visualicen su unión con una tradicional calenda y maravíllense con la Guelaguetza. Y como sabemos que quieren la mejor atención y recibimiento para ese día, les aseguramos que si algo caracteriza a esta ciudad es la calidez de su gente. Si quieren casarse ahí, vivirán una experiencia inigualable en cada paso: ¡sigamos!
Dónde casarse en Oaxaca
Quítense de dudas y sumérjanse en sus Pueblos Mágicos, templos barrocos y playas tranquilas o dense una escapada para conocer sus lagunas fluorescentes, las impresionantes zonas arqueológicas que la rodean, su vasta cultura, gastronomía, folclor y, sobre todo, su ambiente festivo. Nosotros los guiamos para que se enamoren juntos de esta bella entidad.
La capital: Oaxaca de Juárez
El romance es una de las muchas cualidades que hacen destacar a las ciudades coloniales. Caminar por las iluminadas calles de la ciudad de Oaxaca y disfrutar de la sencillez del ambiente basta para perder la noción del tiempo. Empecemos por el Centro Histórico, nombrado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
Entre los majestuosos templos para tener una boda católica en Oaxaca están Santo Domingo de Guzmán, la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción y la Basílica de Nuestra Señora de la Soledad. Después, pueden hacerse una sesión de fotos en el antiguo Convento de Santa Catalina de Siena o en el Centro Cultural Santo Domingo, donde un vestido de novia de encaje se verá doblemente elegante.
Y si quieren ser todavía más originales, en el Teatro Macedonio Alcalá también se pueden celebrar eventos. Inaugurado en 1909, es uno de los recintos culturales más importantes de la República Mexicana. Podrían pedirle a su organizador de boda en Oaxaca que les gestionara los permisos, ¿no creen?
Playas infaltables: Huatulco y Puerto Escondido
A Oaxaca de Juárez se suman las playas de Puerto Escondido y las bahías de Huatulco, perfectas para una boda de película por sus aguas cristalinas y arena blanca y fina. A sus invitados les encantará celebrar en estos sitios maravillosos, lucir sus vestidos para fiesta en la playa y, por qué no, terminar los festejos con una tornaboda llena de actividades acuáticas.
Si se preguntan dónde buscar espacios, fuera de la capital y con vistas a la costa del Pacífico, la mayor oferta de lugares para banquete se concentra en los hoteles para boda en Huatulco. ¿Por qué no le echan un vistazo a algunos de los lugares? Tal vez las opiniones de otros novios que ya se casaron ahí les permiten hacerse una idea.
Pueblos Mágicos
Si quieren una boda en lugares muy auténticos y especiales, adéntrense en los Pueblos Mágicos de Oaxaca. Son cinco: Mazunte, San Pablo Villa de Mitla, San Pedro y San Pablo de Teposcolula, Huautla de Jiménez y Capulálman de Méndez. En ellos encontrarán escenarios rurales, de costa, territorios mixtecas y zonas arqueológicas que los harán querer quedarse para siempre.
¿Una boda típica oaxaqueña?
La infraestructura de la capital y la variedad de opciones para tener un banquete en Oaxaca la convierten en un destino ideal para organizar una boda de ensueño con el sabor más tradicional. Pero también encontrarán múltiples exhaciendas y quintas en sus alrededores para un evento rodeado de la naturaleza.
Otro de los grandes imperdibles si desean tener una boda en un lugar muy genuino es Monte Albán, la antigua capital de los zapotecos y una de las primeras ciudades de Mesoamérica. ¿Se imaginan una boda cerca de esta zona arqueológica ubicada en el centro del Valle de Oaxaca? Tal vez pueden incorporar algún ritual zapoteca a su ceremonia civil.
Sea cual sea su creencia, esta es una bella opción para enlazar sus vidas. En la auténtica ceremonia de boda zapoteca, el oficiante, un chamán, orienta a los novios para que inicien su compromiso de vida con la bendición de sus ancestros, el creador y su comunidad. Además, los contrayentes presentan como ofrendas aquello que ofrecerán a su pareja en el nuevo camino que emprenden juntos. Una boda de este tipo tiene un gran valor simbólico y garantiza una sensación de equilibrio al iniciar una nueva aventura, pero es importante que sea celebrada con convicción y no porque sea algo exótico.
Las calendas
Otro punto más a favor de Oaxaca para planear una boda destino son las calendas, la mejor manera de coronar una festividad tan significativa. Se trata de un recorrido a pie con muñecos enormes de papel maché y manta cuyo origen se remonta al siglo XVI, cuando los frailes evangelizadores utilizaban estas figuras para ilustrar en qué consistía la fiesta religiosa que se celebraría al día siguiente.
En ellas participan todos mientras bailan al compás de una banda de música, rodeados de la luz de los faroles que iluminan el camino. Este ritual lleno de alegría despliega una fuerza espiritual impresionante que sirve para renovar y fortalecer los vínculos. Así, ustedes marcarán el inicio de una nueva etapa llena de ilusión y mucho amor. ¿Acaso no se están imaginando ya su pastel de fondant para boda coronado por unos muñecos como calendas? ¿O tal vez unas típicas artesanías para entregar como recuerdo a sus invitados?
La gastronomía
Y si los sedujo esta algarabía, también les entusiasmará la gastronomía oaxaqueña, ¿por qué no pensar en un menú tradicional? Pueden optar por los platillos típicos con un toque gourmet, seguramente sus amigos y familiares quedarán fascinados con su cocina prehispánica llena de color y sabor auténtico. Oaxaca promete enamorar a cualquiera con sus famosas tlayudas, moles, quesos y hasta chapulines. Y para entrar en calor, nada como brindar con mezcal local.
La mejor temporada para la boda
En cualquier época Oaxaca promete una estancia placentera, pero si se preguntan por los costos, es más probable que encuentren precios más elevados entre julio y agosto por la celebración de la Guelaguetza (dos últimos lunes de julio) y la temporada vacacional de verano.
De septiembre a enero, con la excepción de las fiestas decembrinas, el turismo no es tan abundante y sus espacios para bodas se mantienen a precios más razonables. En febrero la temperatura es muy agradable, pero si deciden casarse en marzo, disfrutarán del manto de jacaranda que cubre la ciudad. En abril ya comienza a subir el calor y junio, generalmente, es bastante tranquilo en todos los sentidos.
Por lo regular, las lluvias solo se detienen a inicio y fin de año y en su temporada más calurosa alcanzan entre los 31 y 35°C, aunque por las noches bajan hasta los 3°C durante el invierno. Como es un estado tan grande y con variedad de climas, lo mejor será que revisen el pronóstico anual del municipio que más les interese para celebrar su boda.
Conectividad en Oaxaca
El Aeropuerto Internacional de Oaxaca, llamado también Aeropuerto Internacional Xoxocotlán, está situado a 12 kilómetros de la ciudad. Atiende vuelos nacionales y los principales trayectos internacionales que cubre son, en su mayoría, procedentes de Estados Unidos.
También se pueden conseguir viajes a la costa en avionetas, incluso a los pequeños aeropuertos de Huatulco y Puerto Escondido. Y si su ceremonia será en alguna bahía menos accesible, ¿qué les parece contratar una embarcación para llevar a todos los invitados?
La renta de automóviles es muy conveniente para el desplazamiento de sus invitados. Y aunque hay suburbans y taxis colectivos que son más rápidos que los autobuses locales, lo mejor es que, si pueden, eviten atravesar la sierra en automóvil. El viaje suele ser largo y no muy confortable, debido a las curvas del relieve montañoso.
Permisos especiales
Si se deciden por casarse en alguna playa, Pueblo Mágico, recinto cultural o zona arqueológica, los permisos deberán solicitarlos en la Presidencia Municipal de cada espacio o pedir información en la Secretaría de Turismo del estado. Para realizar eventos privados en estos lugares, por lo general, piden que se respete el aforo y horario permitido, que se eviten las instalaciones que puedan dañar el patrimonio o contaminar su imagen. En sitios abiertos, se pide contar con un programa de protección civil para garantizar la seguridad de los participantes.
Sea cual sea su elección, procuren pedir la licencia con antelación y tomar en cuenta los presupuestos que necesitarán sus invitados para acompañarlos. Aunque, como la burocracia siempre da algún que otro dolor de cabeza cuando se organiza una boda a distancia, lo mejor es que depositen este pendiente en las manos de su organizador de boda en Oaxaca.
No olviden que se preparan para el día más romántico de sus vidas. Si van a dejar que Oaxaca los sorprenda y envuelva en toda su autenticidad y espiritualidad, tómense la organización como algo apasionante. Y así como disfrutarán del proceso de elegir sus invitaciones de boda, entusiásmense con la búsqueda de la locación perfecta. Sea cual sea su decisión, el mejor ambiente lo crearán ustedes y sus seres queridos: ¡ya lo verán cuando llegue la hora de lanzar el ramo de novia a ritmo de marimba!