Calendario de fertilidad para la mujer: ¿conoces tu cuerpo?
La planificación familiar es todo un proceso de madurez, emocional y físico. Aunque la supervisión de un ginecólogo es necesaria para estudiar cada caso, aquí tienes la base para empezar un calendario de fertilidad según tu ciclo ovárico.
Generalmente, es en la escuela donde las mujeres aprenden a llevar la cuenta de su ciclo reproductor o bien, gracias a otras mujeres que les transmiten su sabiduría: mamás, abuelitas, tías, doctoras o grandes sabias. Como heredar el vestido de novia, los zapatos o el ramo de novia artificial, seguir un calendario de fertilidad puede ser una tradición que conecta a las mujeres en una familia. Además, cada calendario es diferente, aunque todos los ciclos sean parecidos. Es un símbolo de la esencia única de cada mujer, irrepetible como cada ramo de novia, y, al mismo tiempo, un vínculo con la naturaleza femenina.
Para que inicies o continúes con la tradición (y previsión) de llevar un calendario de fertilidad, la siguiente guía te mostrará cómo registrar meticulosamente tu ciclo reproductor.
Planificación familiar: por qué llevar un calendario de fertilidad
Además de ser una tradición, como los muñecos para pastel de boda, el lazo o los arreglos florales para boda, conocer el calendario de fertilidad es el primer paso para la planificación familiar. La planificación familiar para las mujeres consiste en decidir si quieren embarazarse y cuándo desean hacerlo, cuántos embarazos desean tener y qué métodos utilizarán para potenciar o impedir su fertilidad.
Informarte sobre tu ciclo de reproducción te permitirá cuidar mejor de tu salud y disfrutar de tu vida sexual con mayor plenitud. A continuación, encontrarás la información necesaria para hacer tu propio calendario, estrictamente con datos médicos precisos.
El ciclo menstrual, reproductor, ovárico o fértil
El primer paso para saber cuáles son tus días fértiles es conocer tu ciclo menstrual o ciclo reproductor. El ciclo inicia con el primer día de sangrado menstrual y termina el día anterior a la siguiente regla. Todos los días que pasan de una menstruación a la siguiente conforman un ciclo. Se considera que la duración promedio de un ciclo es de 28 días, pero ya que cada mujer es distinta, los ciclos pueden variar entre los 21 y los 35 días.
Los ciclos regulares son los que se repiten con cierta periodicidad: cada 26 días, cada 28, cada 31, etc. Así, el primer paso para hacer tu calendario de fertilidad es observar cuánto dura tu ciclo y si es regular o no. Una muestra de tres meses te será suficiente para determinar este dato.
Preovulación, ovulación y posovulación
El siguiente paso es identificar y conocer las etapas preovulatoria y posovulatoria del ciclo reproductor femenino. ¿Has escuchado la expresión "estar ovulando"? La ovulación se da cuando el óvulo se libera. Entonces, se desplaza por las trompas uterinas (antes llamadas "trompas de Falopio") hacia el útero; el óvulo puede vivir hasta 24 horas durante este proceso.
La etapa preovulatoria, también conocida como fase folicular, es la primera del ciclo; inicia el primer día de menstruación y termina justamente cuando se da la ovulación. En tanto, la etapa posovulatoria o fase lútea empieza justo después de la ovulación y finaliza el día anterior a la siguiente menstruación, es decir, el último día de todo el ciclo.
Los días fértiles
Pero ¿cómo marcarás esto en tu calendario? Si tu ciclo es regular, la ovulación tiene lugar 14 días antes del siguiente sangrado. Es decir, debes tomar en cuenta cuándo está previsto que inicie tu próximo ciclo y contar 14 días hacia atrás. Ese día lo marcarás como el día de la ovulación.
Los días fértiles son los dos días anteriores a la ovulación y los dos días posteriores. En un ciclo de 28 días, la ovulación se daría el día 14, por lo que los días 12 a 16 serían los días fértiles. Aunque todas las mujeres experimentan las mismas etapas del ciclo, la primera etapa (preovulatoria) tiene una duración variable para cada una, lo que ocasiona que los ciclos sean diferentes.
¿Qué le pasa al cuerpo de la mujer durante su ciclo fértil?
Para detallar aún más tu calendario de fertilidad, puedes registrar los cambios que vive tu organismo a lo largo del ciclo. De esta manera, también podrás supervisar las alteraciones que el ciclo menstrual puede experimentar debido a diferentes estímulos físicos y emocionales. Toma en cuenta que los ovarios y la hipófisis (la glándula que regula la actividad hormonal) están estrechamente vinculados con el hipotálamo (la parte del cerebro que controla el sistema nervioso). Además, el sistema hormonal o endocrino está conectado con el sistema nervioso y pueden afectarse mutuamente.
Temperatura basal
Toma tu temperatura por las mañanas, cuando despiertes. Siempre debes colocar el termómetro en el mismo lugar: boca, ano o axila. Durante la ovulación, la temperatura se eleva ligeramente, entre 2 y 5 décimas. Esto se debe a la segregación de una hormona que proviene del desprendimiento del óvulo. Mide tu temperatura durante varios ciclos para conocer la respuesta de tu organismo a la ovulación.
Moco cervical
Durante los días fértiles, el moco cervical o flujo vaginal presenta cambios, debido a que su tarea es facilitar la supervivencia de los espermatozoides y, con ello, la fecundación del óvulo. Las características específicas y la abundancia de este flujo es diferente para cada mujer, por lo que debes anotar tus observaciones para conocer mejor tu organismo. El color, la sensación y la cantidad de flujo pueden ser indicativos de tus días fértiles.
Después de la menstruación, la producción de moco cervical se detiene. La humedad aumenta poco a poco a lo largo del resto del ciclo y el flujo obtiene colores blancuzcos o amarillentos. Su espesor y viscosidad también cambia. Conforme la ovulación se aproxima, aumenta la humedad y el flujo se vuelve transparente y viscoso.
Estudios recientes han determinado que las relaciones sexuales y los diferentes métodos anticonceptivos pueden alterar el PH vaginal, modificando el color, la consistencia y la sensación del moco cervical.
Sensibilidad en el cuerpo
El pecho, el vientre, las piernas y la zona ovárica son las zonas que, generalmente, experimentan cambios y sensaciones más notables durante el ciclo. Hinchazón, picor y dolor pueden presentarse antes de la ovulación. Como la temperatura basal, estos síntomas varían mucho de una mujer a otra, por lo que, para conocerte mejor, debes registrar tus observaciones durante varios ciclos.
Casos especiales en el calendario de fertilidad
Recuerda que la menstruación es la expulsión de un óvulo no fecundado, por lo que la ausencia del sangrado puede significar que el óvulo ha sido fertilizado. Es decir, que hay posibilidades de embarazo. Sin embargo, es necesario confirmar la gestación por medio de un examen médico. Además, aunque suele creerse que durante la lactancia se interrumpe la fertilidad, aún es posible embarazarse en esta etapa.
Cuando los ciclos ováricos son irregulares, es decir, cuando no tienen una constancia fija, sino que varían considerablemente de un mes a otro, es más difícil realizar cálculos precisos sobre los días fértiles, ya que no se puede saber con exactitud cuándo ocurre la ovulación.
La irregularidad en los ciclos no es una señal inminente de mala salud, pero es necesario consultar a un especialista para que realice análisis hormonales y determine el funcionamiento estable del sistema reproductivo. Además, un profesional podrá ayudar a las mujeres que tienen ciclos irregulares a conocer los detalles de su fertilidad. Solamente casos muy puntuales de desórdenes genéticos pueden cambiar la estructura del ciclo de fertilidad.
La vida fértil de la mujer
La menopausia o el final de la etapa fértil se da cuando la mujer deja de menstruar, generalmente, entre los 45 y los 55 años. Conforme las mujeres envejecen, la cantidad y calidad de sus óvulos va disminuyendo. También puede haber algunos padecimientos, como el síndrome de ovario poliquístico o la hiperprolactemia, que impidan la ovulación.
La finalidad de los métodos anticonceptivos hormonales, como las pastillas, los parches, las inyecciones o los implantes, es impedir la ovulación. Estos métodos no afectan la calidad de la ovulación, por lo que se vuelve a ovular después de dejar de aplicarlos.
Los factores emocionales también pueden modificar la duración y condiciones de los ciclos. Si estás pendiente de estos cambios, sabrás cuándo es momento para relajarte leyendo algunos pensamientos de amor cortos, haciendo un viaje o quizás practicando un peinado recogido fácil. Es importante que, si notas cambios en tus ciclos, experimentas sensaciones que te preocupen o si tienes dudas sobre tu ciclo fértil particular, visites a un ginecólogo o ginecóloga.
Ahora que conoces todos los detalles sobre el ciclo de fertilidad femenina, puedes incluir las observaciones sobre tu salud en una agenda o diario personal. Si conectas tus eventos cotidianos, como la búsqueda de un espectacular vestido de coctel o tus éxitos en el trabajo, tu vida cotidiana y tu salud estarán mejor vinculadas. También puedes incluir pensamientos de amor, recetas o dibujos: convierte tu calendario de fertilidad en un espacio para plasmar lo mejor de ti.