Cómo partir y degustar el pastel: así lo hicieron estas 40 parejas

Por tradición, el pastel de boda es uno de los elementos más importantes de la recepción nupcial. Si bien no genera tanta impaciencia como escuchar el relato de cómo se pusieron el anillo de compromiso, la forma en que los novios lo parten y degustan puede hacerlo todavía más memorable. Si creían que los ingredientes inauditos y la decoración del pastel de boda eran lo más importante en la tarta, descubran todo lo que tienen que saber para darle a la partida del pastel todo el valor que merece. Será mejor que comiencen a leer cada línea de este artículo si es que desean empezar su matrimonio con un dulce sabor.

¿De dónde viene esta tradición?

En la antigua Roma fue donde se concibió este tipo de pastel como el postre principal en una boda. Lo habitual era que el pastel, de trigo y sal por aquel entonces, se colocara en la cabeza de la novia. Si este se quebraba, a la pareja le esperaría un futuro fértil y con descendencia. Una vez caían las boronas, los invitados debían recoger los pedazos como símbolo de buena suerte para la pareja. Sin embargo, el ritual de partirlo se adoptó posteriormente.

En el siglo 12, en Inglaterra, empezó a extenderse la costumbre de que los invitados llevaran pequeños pastelitos que se iban juntando. Una vez amontonados, formarían una torre muy alta que terminaría siendo glaseada. Después, los novios se besaban y finalmente se repartían a los presentes. ¿Se imaginan hacer una pequeña recreación de esto en su mesa de dulces para boda? Tal vez los cupcakes que cada vez eligen más novios para acompañar o sustituir a su pastel no se separan tanto de la tradición como era concebida en un origen, ¿cierto? Y ni se diga de las arquitecturas de varios pisos que mantienen muchos pasteles de boda elegantes que actualmente se siguen horneando. 

Esta tradición ha resistido al paso de los siglos con algunos cambios. Hoy en día, los novios parten juntos el pastel, como si se tratara de su primer reto en matrimonio. Y se reparte en rebanadas que serán ofrecidas a los invitados después del banquete. ¡A nadie (disculpen los diabéticos) le caen mal unos cuantos bocados de azúcar! En sí, la finalidad del pastel no solamente es degustar ingredientes de lo más deliciosos, sino también transmitir y compartir la felicidad y buena vibra entre los novios y los invitados.

Utensilios necesarios

Aunque su pastel de fondant para boda tenga cuatro o seis pisos, esto no significa que sea imposible de partir. Sin embargo, necesitarán los utensilios apropiados: un cuchillo de hoja ancha y buen filo para cortar y una pala para emplatar la rebanada. La primera partida conserva ese carácter simbólico, pero será el servicio del banquete el que se encargue de partir todo el pastel y de entregarlo a los comensales. Incluso existen pasteles de utilería aptos para ese momento. Así que no sufran por la presentación. 

Si su celebración tendrá alguna temática en particular o un color sobresaliente, pueden buscar proveedores de boda especializados en fabricar estos utensilios. Podrán encargar un diseño personalizado añadiendo sus iniciales, la fecha de la boda o que el mango de estos sea en forma de espada o varita mágica.

¿En qué momento se debe partir?

Al documentarse con todo tipo de imágenes de pasteles de boda automáticamente habrán pensado en la decoración, el sabor y en cuántos pisos le darán a su postre. ¿Ya se tomaron el tiempo de saber en qué momento deben cortarlo? Usualmente, los novios optan por partir el pastel al término del banquete o después del baile.

Coordínense con sus proveedores del servicio de música para que todos estén enterados de cuál será el instante que habrá de ambientarse con la mejor música. Elijan un género y una canción que sea lo suficientemente significativa para ustedes y que todos saboreen ese romanticismo.

¿Cómo partirlo?

No existe una forma específica o propia para cortar el pastel. Cada pareja prefiere hacerlo a su modo, añadiendo unas dosis de humor, solemnidad o romanticismo al gusto. La etiqueta se hace a un lado para dar pie a que la novia y el novio tomen juntos el cuchillo para cortar el primer pedazo y llevarlo al plato ¡a su estilo! Lo mejor es que sea un momento de unión y que ensayen los movimientos antes de la boda para que el corte sea limpio. Seguro que no querrán que su fotógrafo de bodas se pierda el instante. Por ello, díganle qué planean hacer para que pueda escoger el mejor ángulo para la toma.

La primera degustación

En ocasiones, hay novios que deciden morder el pastel una vez que la primera rebanada está en el plato o embarrarse un poco el dedo y darle a su pareja una probadita. Sin necesidad de cucharas, lo que para unos puede ser un momento muy divertido, para otros, un momento algo embarazoso.

Pero si quieren hacer de este momento algo romántico, ambos cojan sus cucharas, tomen una pequeña porción de la rebanada y dirijan el bocado hacia la boca de su pareja, podrán cruzar sus brazos, pero ¡cuidado con ensuciar el traje y el vestido de novia moderno! Pues no todas las manchas salen fácilmente. Recuerden que se debe servir primero a los padres de los novios y después, al resto de invitados. Aprovechen este tiempo para pasear entre las mesas y charlar con sus seres queridos.

Los precios de los pasteles de boda, sus diseños y sabores variarán en cada pastelería a la que acudan. Pero tomen en cuenta que las flores se están convirtiendo en el elemento ornamental por excelencia para todo tipo de recepciones. Así como los muñecos para pastel de boda pueden ser un retrato original de los novios, las flores y hojas que decoren su pastel serán el acento natural. ¿Y ya decidieron si darán un discurso de agradecimiento después de partir y degustar su tarta nupcial? Unos pensamientos de amor bien seleccionados serán el ingrediente más especial.