Cómo elegir tus joyas de novia
No se trata sólo de unos aretitos, un collarcito o una pulserita, sino de los detalles que harán la diferencia entre un outfit nupcial de estrella protagónica o de reparto. No te pierdas estos tips para que elijas los complementos perfectos.
Pocas veces nos percatamos que son pequeños detalles los que pueden transformarnos por complemento y, cuando de accesorios se trata, las joyas son uno de los secretos para renovar tu look. Si para un vestido de fiesta elegir la joyería indicada es un reto, ahora imagínate tratándose de tu vestido de novia. No te preocupes, a continuación te decimos cómo elegir las joyas perfectas para que en tu gran día brilles igual que tu anillo de compromiso.
¿Cuántas joyas debo llevar?
Aunque la temática de la boda sea navideña o mexicana, no se trata de parecer arbolito de Navidad ni de colgarse hasta el molcajete. Recordemos que entre menos, mejor. Lo recomendable es usar entre 2 y 3 elementos, generalmente son los aretes, pulsera y collar, el reloj estaría de más por ejemplo, piensa que el protagonismo debe ser totalmente para tu vestido de novia corte princesa, sirena o de encaje.
¿Qué tipo de collar?
Ya sea que prefieras un vestido de novia moderno o uno más sencillo, su diseño es el que marcará en gran medida la pauta para elegir las joyas indicadas. Por ejemplo, los escotes tipo “V” permiten usar collares más largos, ya sea al frente o en la espalda; mientras que, con los escotes cuadrados y redondos son preferibles las gargantillas. Además del corte del escote, hay que tomar en cuenta su profundidad y simetría, tomando como referencia la proximidad que tiene la abertura con respecto al cuello, por ejemplo, los cortes asimétricos o tipo barco permite prescindir del collar.
¿Aretes cortos o largos?
En ambos casos el objetivo es mantener la armonía del look, considerando que estos accesorios atraen la atención hacia la parte superior; por lo que, la forma de la cara, el peinado recogido o suelto y el tocado juegan el papel principal a la hora de elegir. Si tu cara es redonda, puedes utilizar pendientes largos y estrechos; si es alargada, equilíbrala con pendientes anchos; si es cuadrada, reemplaza los pendientes angulosos y cuadrados con círculos o formas curveadas; si es de forma corazón, unos pendientes tipo chandelier con forma de campana compensarán tu pequeña barbilla.
¿Y el color?
Los diamantes y perlas blancas son elegantes por tradición, brillan por sí mismos por muy sencillo que parezca el diseño de las joyas. Si tu boda es al aire libre o definiste una temática en particular, por ejemplo, vintage, puedes optar por piedras de diferentes colores como esmeralda, rubí, zafiro, citrino, etc, que harán resaltar tu vestido de novia con encaje. Las piedras preciosas, en base a su color, tienen un significado, así que, puedes tomarlo en cuenta para elegir con la que más te identifiques, por ejemplo, la piedra aguamarina simboliza la fidelidad; el rubí, la confianza; la turmalina, el poder de la unión; la amatista, es la piedra protectora y la esmeralda la del amor.
¿Y la pulsera?
No se nos olvidó ni se trata de que sea menos importante, en caso de que optaras por llevar solo aretes, una delicada pulsera puede complementarlos de maravilla. No necesariamente debes usarla y, de hecho, también puedes prescindir del collar, pero de los aretes ¡jamás!
Las opciones son variadas cuando hablamos de joyas pero recuerda que lo más importante es que te sientas cómoda y como siempre has soñado. Si bien puedes usar algún tipo de joya hasta en tu peinado de novia es tu decisión si quieres que lo único que brille de todo tu look nupcial sea tu anillo de compromiso de oro blanco, así que tómate tu tiempo, revisa varias opciones y elige las ideales para ti.