8 consejos para moderar el consumo de alcohol en la boda
Limitar el consumo de alcohol no solo representará un ahorro, puede que también sus invitados ganen seguridad en el regreso a casa. Por esas y otras razones, vale la pena revisar estos consejos. Tranquilos: no se trata de suprimir el brindis.
Las confirmaciones en respuesta a las invitaciones de boda servirán para calcular lo que se consumirá en el banquete, definir el tamaño del pastel de boda elegante y calcular el número de recuerdos para boda que tendrán que encargar. ¿Y qué decir de las bebidas? Aunque existen fórmulas para calcular la bebida para una boda y que nadie esté sediento, si quieren evitar excesos, estas son algunas estrategias para controlar y moderar el consumo de alcohol.
1. Todo con medida
Un buen consejo es que desde un principio establezcan en qué momentos de la recepción se servirán las bebidas con alcohol: eso les dará más control sobre el consumo. Una opción sería elegir dos o tres, por ejemplo, el brindis, el banquete y un periodo determinado después de que abran la pista de baile.
2. Identifiquen qué, quién y cuánto
Siempre será una excelente táctica que, al recibir sus invitaciones de boda originales, sus seres queridos expresen si tienen alguna intolerancia alimenticia, así como si consumen o no alcohol. En caso de que los textos de las invitaciones o la temática de su enlace se presten para algo juguetón, ¿por qué no atreverse a integrar una tabla de consumo?
Pero si preguntarlo explícitamente en ese momento se siente algo raro, en su web de boda pueden hacer una encuesta para que sus invitados voten por sus tragos favoritos. Esta información les permitirá tomar medidas en el menú y les dará un panorama de qué bebidas son más solicitadas y cuánto necesitan invertir. ¡No hay peor lucha que la que no se hace!
3. Descorche controlado
Si bien llevar ustedes las bebidas y contratar solo el descorche puede generarles un ahorro que les permita invertir más en los arreglos florales para boda, la clave para que no salga contraproducente está en fijar reglas desde el principio. Una forma de tener control es establecer el tiempo determinado para el descorche y limitar el número de bebidas por persona. Esto se puede lograr si juntos definen los criterios. Recuerden tomar en cuenta los gustos y comportamientos de sus invitados.
4. Pongan reglas al autoservicio
Una medida que nunca falla es evitar o controlar el autoservicio, es decir, que todas las bebidas con alcohol sean suministradas por su servicio de catering para boda o que el consumo solo sea libre en momentos puntuales. Al mismo tiempo, podrán evitar el desperdicio y regular el consumo en cada mesa, ya que estará designada cierta cantidad de botellas o vasos.
5. Barra libre con hora límite
La felicidad que invade sus corazones porque llegó el día de intercambiar pensamientos de amor cortos durante sus votos puede que los motive a pensar en complacer en todo a sus invitados. Sin embargo, deben ser conscientes de que esto conlleva un riesgo tanto para su presupuesto como para moderar el consumo de bebidas con alcohol. Lo ideal será que establezcan el horario de la barra, dejando muy clara la hora límite.
6. Bebidas de baja graduación
Consideren las bebidas con bajo grado de alcohol como una forma de moderar el consumo. Sus variadas presentaciones y sabores les permitirán satisfacer los gustos más variados. Además, quienes no acostumbren beber alcohol se sentirán cómodos con una o dos copas para brindar por su amor.
7. ¡Que no falte el hielo!
El hielo ofrece una agradable sensación en las bebidas y lo mejor es que ayuda a disminuir la cantidad de líquido y los efectos del alcohol. Para aplicar este consejo será necesario que elijan los cocteles que mejor sepan acompañados de hielo; a sus invitados les encantarán y ustedes controlarán mejor el consumo y los posibles excesos.
Que siempre haya agua disponible también servirá para mitigar el efecto que el alcohol pueda causar en los comensales. Y no, el café no está entre los remedios para evitar o curar la cruda posboda, sino que puede tener un efecto contraproducente.
8. Aviso: no habrá bebidas con alcohol
Por supuesto que se vale que en una boda no se sirva alcohol, en especial, si los novios no son consumidores. Pueden ser muchas las razones: la salud y seguridad de sus invitados al regresar a casa, la religión, el deseo de una fiesta tranquila sin escenas ni trifulcas, el presupuesto o los gustos de sus invitados.
Sea cual sea el motivo, la ventaja es que hay sabrosas bebidas sin alcohol. Un coctel sin alcohol puede ser perfecto para la bienvenida, el brindis o el banquete y puede maridar muy bien con el pastel de fondant para boda o con los tacos de la tornaboda. Siéntanse con la autoridad de tomar esta decisión, eso sí, será un buen detalle asegurarse de que sus seres queridos estén enterados.
Moderar el consumo de alcohol no significa que su enlace se celebrará menos o que no será divertido. Todos disfrutarán cada momento, desde la ceremonia hasta el lanzamiento del ramo de novia tras el que nadie abandonará la pista de baile. Recuerden que en las reuniones donde se celebra la unión de dos enamorados sobran motivos para que todos los que recibieron invitaciones de boda elegantes compartan su felicidad... con más o con menos alcohol.