Trucos para transportar el vestido de novia ¡y que resulte ileso!
¡Ya tienes el vestido de novia en tus manos! Si harás largos traslados con él y te preguntas cómo transportarlo intacto hasta la boda o incluso después para hacer un trash the dress o una sesión postboda, estos consejos llegan como anillo al dedo.
Si la boda es fuera de tu ciudad de residencia, es decir, una boda destino, será necesario que traslades tu vestido de novia junto con un millón de cosas más. Obviamente, los recuerdos para boda necesitarán un tipo de embalaje diferente al de los arreglos florales para la boda, pero es probable que lo que más te preocupe es ¡cómo transportar tu vestido! para que llegue impecable y sin ninguna arruga.
¡Tranquila! La buena noticia es que existen formas y pequeños detalles para proteger hasta al vestido de novia de encaje más delicado de cualquier daño al que puediera estar expuesto por el traslado de una ciudad a otra. ¡Aquí te los contamos!
¡No te separes de él!
El primer consejo es que nunca te separes de tu vestido de novia. En un vuelo, si intentas documentarlo corres el riesgo de que se pierda o de que algo más ocurra en el traslado, por ejemplo que se dañe o se manche, por eso es mejor llevarlo contigo. En un vehículo terrestre, la cajuela tampoco es lugar ideal para ponerlo, a menos que cuentes con el empaque apropiado para no maltratarlo.
¿Portatrajes o caja?
Primero, asegúrate de que la manera de guardar tu vestido es la más limpia y segura; un portatrajes o una caja de cartón son las mejores opciones.
En la tienda donde compres el vestido te facilitarán un portatrajes especial, así te vas a asegurar que no se doble y se arrugue lo menos posible. Si este pudiera ser a prueba de agua sería ideal porque no tendrías que preocuparte de nada, más que de verificar cómo puede ir colgado o extendido sobre una superficie lisa durante el traslado.
Si por el contrario, sabes que para transportarlo tendrá que estar doblado, la mejor opción para que no sufra daños es una caja de cartón especial. Recuerda poner papel de seda en cada doblez que le hagas al vestido para que se hagan menos arrugas o alguna mancha indeseable.
Una vez resuelta la forma de transportarlo, cuando tu pareja y tú estén en el avión o en el auto, camino al destino donde unirán sus vidas, solo tendrán que recordar lo divertido que fue elegir los textos para invitaciones de boda y emocionarse de nuevo recordando la entrega del anillo de compromiso que fue el momento donde comenzó todo.
Controla el “que no se me olvide”
Vence la tentación de querer empacarlo días antes de la partida para evitar olvidarlo, es lo último que debes guardar. De esta manera, vas a evitar que se le hagan arrugas que después sean difíciles de quitar con vapor. Mejor empieza empacando otros detalles como los recuerdos de iglesia para boda.
Después de la boda...
Es muy importante que el vestido regrese a casa en las mejores condiciones posibles, incluso si estás pensando en hacer un trash the dress. Antes de guardarlo, revisa si tiene alguna mancha que te sea sencilla de quitar y deja para un profesional las manchas de maquillaje, del betún de la decoración del pastel de bodas o de vino.
Empaca tu vestido de la misma forma que lo hiciste para el primer viaje. Si ya aguantó una travesía, seguramente, si lo haces con el mismo cuidado, aguantará una segunda. Tan pronto como llegues a tu destino, desempaca el vestido y llévalo a la tintorería, de esta manera quedará listo para tu sesión postboda.
Ahora ya tienes una preocupación menos, seguramente con estos consejos te asegurarás de que el vestido llegue íntegro a la boda y se mantenga fresco como las flores de tu ramo de novia. Y para completar tu outfit, ¿ya te decidiste por algún peinado de novia?
