Cuándo comprar el vestido de novia: ¡el seguimiento mes a mes!

Seguramente ya habrás visto más de un modelo que te guste o quizás estés en ceros. Sea cual sea tu situación, ten la certeza de que, si empiezas este proceso con tiempo, no tendrás de qué preocuparte. De hecho, será una etapa que disfrutarás muchísimo, pues probarse vestidos de novia y verte en diferentes estilos te traerá gratos momentos junto a quienes decidas que te acompañen. Ahora no solo se trata de definir una fecha para comprarlo como tal, tienes que pensar mucho más allá. Desde el momento en que des el “sí” hay que poner manos a la obra. ¿Cómo lograrlo? Aquí te dejamos una sencilla guía.

• 1. Establece tu presupuesto ocho o doce meses antes
• 2. Define tu estilo entre ocho y seis meses antes
• 3. Empieza a probarte vestidos seis meses antes
• 4. Busca los complementos cuatro meses antes
• 5. ¡La última prueba! Dos meses antes

1. Establece tu presupuesto ocho o doce meses antes

Regularmente, las bodas se planean con un año de antelación, a esto nos referimos con que desde ese momento hay que empezar a pensar en el vestido. Lo primero será definir la fecha de la boda y definir un presupuesto que podrán distribuir en la ceremonia, la recepción, las flores, las invitaciones, la música, el banquete y, por supuesto, tu vestido. Es importante empezar por aquí porque tendrás claridad de cuánto puedes invertir en él y eso hará tu búsqueda mucho más específica.

Al llegar a una boutique o al hacer tu primera investigación puedes presentar tu presupuesto y seguro que habrá mucho que ver, además, podrás mantener el norte para que no te excedas demasiado en algún diseño. Sin embargo, es igualmente importante que definas qué tanto puedes salirte de ese presupuesto; intenta no sobrepasar del 10% para que no desequilibres la planeación general de la boda.

2. Define tu estilo entre ocho y seis meses antes

En este punto seguramente ya avanzaron con muchos detalles de la boda, entre ellos el estilo o temática del evento. Este aspecto, junto a la temporada del año en que se casen, te ayudará a definir el propio estilo de tu vestido, pero ojo, solo será una guía, no tiene que ser algo determinante.

Si ya viste muchos cortes princesa o sirena, rectos o de cauda enorme, algún enterizo o pantalón, incluso opciones clásicas de corte en A y escote corazón, puede que ya tengas una idea más clara de lo que te gustaría. Esto reducirá aún más tu búsqueda, por lo que estarás en el mejor momento para hacer tus citas en diferentes boutiques. Al hacerlas, muchos lugares te darán la opción para que desde ese momento les digas qué buscas o qué te gustaría ver, así en cuanto llegues con tus damas, todo estará listo para ti.

3. Empieza a probarte vestidos seis meses antes

Llegó el momento más divertido y, para muchas, el más emotivo. Puede que en tu primera cita encuentres el vestido indicado y al verte en el espejo empieces a llorar de la emoción. Sin embargo, puede que tardes un poco más y es importante que sepas que está bien. Cada novia tiene experiencias diferentes, lo importante es que sepas que incluso a seis meses de la boda estás a muy buen tiempo de seguir buscando. Recuerda que, aunque ya tengas un estilo definido no tienes por qué limitarte. Si al llegar a la boutique ves un modelo totalmente diferente a lo que tenías en mente, no dudes en probártelo (siempre y cuando esté dentro de tu presupuesto). Nunca sabrás si ese podría llenarte el ojo hasta que te lo veas puesto.

Una vez que hayas elegido el indicado –recomendable que sea máximo con cinco meses de antelación– comenzarán oficialmente tus pruebas de vestido. En la primera tomarán tus medidas para hacer los ajustes necesarios, así que solo te toca disfrutar el momento y asegurarte de ser específica con tu comodidad. Igualmente, si tu vestido será hecho a la medida o enteramente a tu gusto (es decir, un diseño exclusivo para ti), este es un muy buen tiempo.

4. Busca los complementos cuatro meses antes

Estás cada vez más cerca de la boda, por lo que te toca buscar los accesorios como el velo, el ramo, los zapatos, el tocado, la joyería y todo con lo que quieras complementar tu hermoso vestido. Puede que los encuentres en la misma boutique o con el mismo proveedor, pero también tienes la opción de buscarlos aparte.

Con el vestido ya definido será mucho más sencillo, pues todo tiene que equilibrarse entre sí e ir a juego. En este lapso es cuando tendrás tu segunda prueba. Recuerda llevar tus zapatos para que tengas una idea más real de cómo te sentirás con todo el outfit, qué tanto podrás moverte y a qué altura quedará el vestido. Los profesionales se asegurarán de que los ajustes realizados hayan quedado a la perfección y, por cualquier cosa, todavía habrá tiempo de hacer modificaciones de medianas a grandes.

5. ¡La última prueba! Dos meses antes

En un escenario “normal”, la última prueba, que consiste en verificar que el vestido te siga quedando perfectamente bien, se hace con un mes de anticipación; sin embargo, es posible que dadas las circunstancias los profesionales hayan tenido que modificar sus tiempos. Para mayor seguridad, te recomendamos que acudas dos meses antes para verificar que todo esté perfecto con tu vestido y, en caso de que haga falta un ajuste más, puedan hacerlo sin entrar en pánico por temas de proveedores de tela, reducción de horarios de trabajo o personal. Claro que será la misma boutique la que te indique en qué tiempos ir, así que puedes confiar en ellos y su ritmo de trabajo, sin dejar de hacerles saber que te gustaría estar lo más prevenida posible.

Finalmente, según la boutique, el tipo de vestido y el nivel de ajustes, en 20, 15 o siete días antes de la boda tendrás el vestido en tu clóset y confía ¡será perfecto! No te asustes si de pronto te lo entregan cinco días antes, algunos proveedores funcionan así, pero ten la seguridad de que valdrá la pena. Además, saben lo importante que es esta prenda y harán todo lo que esté en sus manos para no quedar mal. Ahora sí, con el maquillaje y peinado perfectos, conviértete en esa novia que tanto soñaste ser.