¿Cuántos pajes pueden elegir para la boda?
¿Quieren pajes en su boda pero no saben cuántos? Los pajes suelen ser los niños más especiales para ustedes y, además de formar parte del cortejo, pueden realizar algunas tareas. Les compartimos algunos consejos para que tomen la mejor decisión.
Cuando aparece el anillo de compromiso es el comienzo de la organización de una gran fiesta para conmemorar su amor. Además de los preparativos para encontrar el traje y el vestido de novia, están otros que también merecen atención, como la elección de los pajes. Lo primero que deben tener en cuenta es que solo ustedes tienen el poder y derecho de hacerlo. Y como nuestro deseo siempre es ayudarlos, en este artículo los orientamos sobre cómo lograr esta elección, cuál es el número ideal y qué hará cada uno. ¡Tomen nota!
- El número ideal de pajes
- ¿Qué actividades pueden hacer?
- ¿A quiénes elegir?
- Lo que no deben pasar por alto…
El número ideal de pajes
No hay un número estipulado de pajes, ustedes deberán definir cuántos prefieren, según sus necesidades y gustos. Lo recomendable es que sean entre dos y seis niños porque podrán acompañarse entre sí evitando sentir demasiada presión camino al altar y porque deben contemplar que pueden tender al desorden si es que llegan a desesperarse o aburrirse durante la ceremonia.
¿Qué actividades pueden hacer?
Lo más tradicional es que uno o dos sostengan el velo o la cauda del vestido de la novia corte princesa, mientras que otros portan elementos importantes como las arras y los anillos o las ofrendas que dejarán en la iglesia. Sin embargo, con los años se ha vuelto muy popular que los pajes lleven los pétalos de rosas, el arroz o lo que hayan definido que se lance al salir de la ceremonia; también se acostumbra que anuncien la entrada de la novia con un letrero romántico o que repartan los recuerdos de iglesia para boda. Definan las tareas de cada uno desde el inicio para que los padres de cada niño puedan explicarle en qué consiste su misión y practiquen con ellos.
¿A quiénes elegir?
Lo recomendable es que sean pequeños de entre 4 y 8 años porque a esa edad ya pueden ser un poco más pacientes y comprender el tipo de comportamiento que deben en una ceremonia de este tipo. Si ustedes tienen contemplados a niños que no alcanzan ese mínimo de edad, al menos traten de que no sean menores de 3 años para evitar accidentes y también ahorrarles a ellos un estrés innecesario, entre regaños y muchas indicaciones.
Pueden ser sus sobrinos, hermanos, primos, los hijos de sus mejores amigos o incluso –si los tienen– sus propios hijos. Entre más estrecha sea la relación con los pajes, el éxito de su actuación estará más que garantizado, pues comprenderán la importancia del gran día y el significado de su unión.
Lo que no deben pasar por alto…
Es vital que la invitación también se la hagan a los niños, porque de ninguna manera están obligados a hacerlo. Lo ideal es comentarles a los padres de cada pequeño su deseo de que los acompañe en el gran día como paje y, si ellos están de acuerdo, entonces hablen con el niño o niña en cuestión. Explíquenles en qué consiste ser un paje, que básicamente es un ayudante muy especial para los novios. También díganles que tendrán que usar un traje o vestido con determinadas características, sentarse en la primera fila de la de la ceremonia, además de comportarse de cierta manera durante un tiempo determinado. Si a ellos les agrada la idea, ¡felicidades! Tienen a sus pajes y lo mejor es que ellos se sentirán orgullosos de acompañarlos el día de su boda y sabrán lo importantes que son para ustedes.
Ya que tengan cubiertos estos puntos, lo que sigue es buscar los atuendos ideales y asegurarse de hacer las pruebas necesarias para que todo salga perfecto. Cuiden no darle una canasta demasiado pesada a quien no podría sostenerla sin hacer mucho esfuerzo y demás aspectos de este tipo que irán surgiendo conforme avance la planeación.
Si bien las opiniones y sugerencias siempre serán bien recibidas, al final del día la pareja tiene la última palabra para decidir todo sobre su celebración, desde la locación y los centros de mesa hasta lo más mínimo y sencillo que se deba resolver. Cuando hay muchos pequeños en las familias es común que sus padres quieran que los incluyan, pero no siempre podrá ser así. Para evitarse tropiezos y ratos incómodos, definan esto con tiempo y, de preferencia, antes de enviar las invitaciones de boda; pueden hacer los anuncios al mismo tiempo que el de las damas de honor y los best men.