8 cuentos románticos para boda civil: ¡tiempo de leer!
Las obras literarias son infinitas. México puede presumir de majestuosos autores, historias de gran valor cultural e inconfundible sazón romántico. Por otro lado, los clásicos universales no pueden dejarse pasar. ¡Justo en esta selección se reúnen!
Frases para personalizar logos, recuerdos para boda y hasta los anillos de matrimonio hay muchas en las que pueden inspirarse. No obstante, hay momentos que requieren más de una línea, entre estos, el discurso para la ceremonia civil o simbólica. El protocolo es más flexible en este tipo de celebraciones. Los vestidos de novia para boda civil son más sencillos y el look del novio puede ser más relajado. Son ambientes íntimos en donde los detalles personales brillan y tanto los gustos como las ideologías marcan la diferencia. Por eso, les preparamos una recopilación de cuentos románticos con diversos enfoques y si quieren extraer alguna línea para sus invitaciones de boda, ¡adelante!
1. Como agua para chocolate - Laura Esquivel
Entre tradiciones y suculentos platillos mexicanos, crece Tita. La menor de tres hermanas, cuyo destino es renunciar a Pedro, el amor de su vida, para cuidar a su madre. Si son una pareja que disfruta vivir con intensidad, este pasaje les encantará. Una historia de rica sazón, con hermosos mensajes de amor y, a la vez, ¡un recetario para todo el año!
“Mi abuela tenía una teoría muy interesante; decía que todos nacemos con una caja de fósforos adentro, pero que no podemos encenderlos solos... Necesitamos la ayuda del oxígeno y una vela. En este caso el oxígeno, por ejemplo, vendría del aliento de la persona que amamos; la vela podría ser cualquier tipo de comida, música, caricia, palabra o sonido que engendre la explosión que encenderá uno de los fósforos. Por un momento, nos deslumbra una emoción intensa. Una tibieza placentera crece dentro de nosotros, desvaneciéndose a medida que pasa el tiempo, hasta que llega una nueva explosión a revivirla. Cada persona tiene que descubrir qué disparará esas explosiones para poder vivir, puesto que la combustión que ocurre cuando uno de los fósforos se enciende es lo que nutre al alma. Ese fuego, en resumen, es su alimento. Si uno no averigua a tiempo qué cosa inicia esas explosiones, la caja de fósforos se humedece y ni uno solo de los fósforos se encenderá nunca.”
2. Nadie me verá llorar - Cristina Rivera Garza
En el México revolucionario, Matilda Burgos y Joaquín Buitrago se reúnen en el manicomio La Castañeda. Ella una interna. Él un fotógrafo de locos. Dicen por ahí que de esto todos tenemos un poco y que para cada roto hay un descosido. Todas las historias de amor pasan por algunas dificultades, ¿ustedes cómo sobrellevaron la tormenta?
“- Entonces, ¿cómo se convierte uno en un fotógrafo de locos? – la pregunta de Matilda lo sacó de las aguas de Tíber y lo regresó a Mixcoac.
En voz muy baja, totalmente inaudible, Joaquín se dijo a sí mismo: todo fracaso comienza con la luz, con el deseo de atrapar la luz para siempre. Luego, molesto, reaccionando con la hostilidad habitual, dijo en voz alta:
- Mejor dime cómo se convierte uno en una loca – por toda respuesta Matilda alzó los hombros y le hizo un guiño con el ojo izquierdo.
- ¿De verdad quiere que le cuente?
Pero la historia de amor no empieza ahí.
Tuvieron que pasar días de sol y noches sin luna.
El azoro y la desconfianza tuvieron que pasar.
La lluvia.
Las ganas de salir corriendo.
El futuro. El pasado. Y lo que está justo en medio de ellos.
Para llegar al abrazo tuvieron que pasar ellos mismos.”
3. La hora sin diosas – Beatriz Rivas
El médico Daniel Ponty narra su relación con tres mujeres que marcaron su vida, entre ellas, Lou Andreas Salomé: el amor casto de Friedrich Nietzsche. Escritora, filósofa, psiconalista y librepensadora de nacionalidad rusa. ¿Curioso no? Dicen que una de las características de las parejas felices es que no se aburren de platicar, si ustedes son de ese tipo, disfrutarán mucho esta narración.
“Fue un amor que nada tenía de carnal. Ni siquiera nos besamos. El mes que pasamos juntos en Tautenburg aprendimos mucho. Yo más: ¡saqué tanto provecho! Además de conversar durante el día, se quedaba hasta altas horas de la noche en mi recámara que, por cierto, siempre estaba desordenada. ¿Te imaginas lo que pensaba Elisabeth de esas pláticas nocturnas? ¡Desvergonzada y amoral!, gritaría en silencio. En realidad, para nosotros el contenido de una conversación no estaba en lo que se decía, sino en lo que cada uno de nosotros ponía de su parte para comprender al otro. Éramos, el uno para el otro, los objetos y sujetos de observación más constructivos. Además, a Friedrich le encantaba mi forma de replicar.”
4. La bella durmiente - Carlos Fuentes
En tiempos de Pancho Villa llega a Chihuahua un ingeniero alemán, quien se casa con una mujer menonita que no pasa por el tiempo y es devuelta a los brazos de un médico. ¿Mítico? No sería pluma de Fuentes. Un amor incondicional que no conozca el tiempo porque siempre fue, es y será el que elijan, ¿es su caso?
“-Déjame decirte algo, doctor. Solo puedes convencer a una mujer de que la amas cuando le demuestras que quieres abarcar a su lado el tiempo de la vida. Mejor: todos los tiempos. Los que fueron. También los que no fueron. Los que pudieron ser.
Levanté la mirada y descubrí en los ojos viejos de Emil Baur un fulgor perdido al fondo de la mirada. Era la inconfundible chispa del amor.”
5. Lección de cocina - Rosario Castellanos
Había una vez una mujer casada que no sabía cocinar. En aquella época, ni pensar que su marido lo entendiera, mucho menos en tomar clases de cocina juntos. Lo interesante es que las utopías de entonces, hoy son relaciones equitativas en las que incluso aprender en pareja cómo hacer centros de mesa para boda es más divertido. ¿A poco no?
“Poco a poco iremos revelándonos mutuamente, descubriendo nuestros secretos, nuestros pequeños trucos, aprendiendo a complacernos. Y un día tú y yo seremos una pareja de amantes perfectos y entonces, en la mitad de un abrazo, nos desvaneceremos y aparecerá en la pantalla la palabra fin.”
6. Lilus Kikus - Elena Poniatowska
Gracias a Quino existe Mafalda y gracias a Elena Poniatowska existe ¡Lilus! Una niña que cuando viaja a Acapulco, sueña que posee un castillo y pasea los perros de Ivar, su marido. ¿El Deshuesado? Tal vez, pero se defrauda por completo cuando su amiga la Borrega, una niña que sabe cómo nacen los niños por el ombligo y tantas cosas más, le cuenta sobre su primer amor. Nunca faltan estos comentarios “expertos” y, ante todo, la ilusión debe prevalecer. En especial, si son pareja desde la adolescencia y las invitaciones para boda civil son el siguiente paso.
“Las personas mayores creen que no se puede sufrir de amor a los trece años. Sí se sufre, y esa pena está henchida de timidez y de tormentos. Atormenta el saberse incomprendido, el no arriesgarse y esperar. Atormenta oír a la hora de las presentaciones, en medio de los viejos amigos de la casa, estas palabras en labios de la mamá: Aquí está mi hija Laura Borrega. Era monísima el año pasado… pero ya está en la edad de la punzada… sabe usted, cuando las niñas ni son niñas ni mujeres…
Y yo, Laura Borrega, que estaba llena de nobles y sufridos pensamientos me rebelé contra tal injusticia…
Los amores tempranos son los que esperan en las esquinas para ver pasar y después irse a soñar. Son amores que no se tocan pero que se evocan mucho. A los trece años yo me enamoré. Estaba contenta al verlo de lejos, sin hablarle jamás. En las noches me dormía siempre pensando en él. No esperaba que me estrechara en sus brazos, ni nada. Mi falta de curiosidad era completa…”
7. El principito - Antoine de Saint Exupéry
¿Por qué elegirse y expresar pensamientos de amor cortos cada día? Nadie mejor que este pequeño príncipe que encuentra una rosa entre millones y para él es la más bonita de todas. Si son una pareja que supo reconocerse entre millones y que sabe que su amor es único, este pasaje es para ustedes.
“Si alguien ama a una flor de la que sólo existe un ejemplar en millones y millones de estrellas, basta que las mire para ser dichoso. Puede decir satisfecho: Mi flor está allí, en alguna parte…
Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:
Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.”
8. El ruiseñor y la rosa - Oscar Wilde
Este era un joven enamorado de la hija de su profesor, quien aceptaría bailar con él solo si le llevaba rosas rojas. En su jardín no había ni una y al escuchar tal lamento, un ruiseñor quiso ayudarlo. Alzó el vuelo en búsqueda de una rosa roja y cuando por fin encontró el rosal, descubrió que el invierno las había marchitado, pero había una solución… Si han tenido que hacer sacrificios para estar juntos y saben ver siempre el lado positivo de la vida, se identificarán con esta hermosa historia.
“-Si necesitas una rosa roja – dijo el rosal – tienes que hacerla con notas de música, al claro de luna, y teñirla con la sangre de tu propio corazón. Cantarás para mí, con el pecho apoyado en mis espinas. Cantarás para mí durante toda la noche y las espinas te atravesarán el corazón: la sangre de tu vida correrá por mis venas y se convertirá en sangre mía.
-La muerte es un buen precio por una rosa roja – replicó el ruiseñor – y todo el mundo ama la vida. Es grato posarse en el bosque verdeante y mirar al sol en su carro de oro y a la luna en su carro de perlas. Dulce es el olor de los nobles espinos. Dulces son las campanillas que se esconden en el valle y los brezos que cubren la colina. Sin embargo, el amor es mejor que la vida. ¿Y qué es el corazón de un pájaro comparado con el de un hombre?”
Sin duda, los ramos de novia rojos son románticos y su significado se ha enriquecido ¿no creen? Ese es el poder de la literatura, a la cual siempre podrán recurrir cuando los pensamientos de amor no fluyen como quisieran. Por supuesto, cada quien tiene su perspectiva, pero podrían inspirarse en estos cuentos para escribir su propia historia. ¿Con cuál se identifican?