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Diferencia entre matrimonio y concubinato: todo lo que necesitan saber

El matrimonio y el concubinato son formas de unirse en pareja que están reguladas por las leyes mexicanas. Despejen sus dudas sobre las diferencias entre ambos conceptos e infórmense bien antes de elegir cuál es la ideal para ustedes y su relación.

diferencia entre matrimonio y concubinato

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¡Elige tu propia aventura del amor!

¡Hola, queridos lectores! Vamos a hablar sobre un tema que despierta pasiones y debates: ¡el concubinato y el matrimonio! Como abogada experta en derecho familiar, he visto de todo en el mundo del amor, y déjenme decirles que hay diferencias interesantes entre estas dos formas de unirse legalmente.

Ahora bien, vamos a comparar estas dos opciones.

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¿Cuál es la diferencia entre el matrimonio y concubinato o la unión libre?

Lo primero que deben de saber es que las reglas sobre el concubinato y sobre el matrimonio han pasado por muchas modificaciones. Además, los reglamentos y procedimientos tanto del matrimonio como del concubinato varían de un estado de la República a otro. Por eso, será necesario que conozcan el Código Civil de la entidad federativa en la que viven para informarse sobre las normas específicas para su estado civil en su localidad.

Diferencia entre matrimonio y concubinato

Concubinato:

¿Y eso qué es? El concubinato es cuando dos personas viven juntas como si estuvieran unidos en matrimonio, pero sin estar casados legalmente. En términos legales, el concubinato reconoce una unión de hecho entre dos personas que conviven como pareja, sin necesidad de formalizar su relación mediante el matrimonio.

O sea que, el concubinato es lo que conoces como “juntarse”.

Lo primero que quiero mencionar en este punto, es que no hay nada más equivocado que pensar que el decidir vivir en “unión libre”, no genera consecuencias jurídicas.

diferencias entre matrimonio y concubinato

Dicho lo anterior, ¿qué se necesita para legalizar la unión libre?

En México, los requisitos para que exista un concubinato pueden variar ligeramente según la legislación de cada estado. Sin embargo, en general, se pueden identificar algunos elementos comunes que suelen ser necesarios para que una relación sea reconocida como concubinato.

Es necesario que la pareja viva junta de manera continua y estable, compartiendo un mismo hogar. Esta convivencia debe ser pública y notoria, es decir, que sea reconocida por terceras personas, como familiares, amigos o vecinos, ¡nada de secretitos… ehh!

Ausencia de vínculos matrimoniales: esto ha cambiado con el tiempo donde también reconocen para pensiones de viudez a cónyuges y concubinas y/o concubinarios, por igual y al mismo tiempo. Y le corresponderá a la autoridad determinar si se beneficiaran ambas personas de manera proporcional.

Ambos miembros de la pareja deben consentir voluntariamente en establecer una relación de concubinato. Aunque no es regla para todo el país, en algunos estados de la República se establece un período mínimo de convivencia de 1 año y en otros de 3 años, (chécale bien en el Código Familiar o Civil de donde vivas) se espera que la relación sea estable y duradera, sin interrupciones significativas.

¿Cuáles son los pros?

Flexibilidad de la modernidad: el concubinato es como vivir en la era del streaming: flexible, sin compromisos a largo plazo y fácil de cambiar si encuentras algo mejor. Puedes compartir la vida con tu amorcito sin ataduras “legales formales”.

Independencia financiera: en el concubinato, cada individuo mantiene su independencia financiera y patrimonial

En México, el concubinato puede generar derechos y obligaciones similares a los del matrimonio en algunas situaciones. Por ejemplo, en casos de separación, la ley puede reconocer derechos de alimentos, reparto de bienes y hasta guarda y custodia de hijos en común, dependiendo de las leyes estatales y las circunstancias específicas de cada caso.

¿Cuáles son los contras?

Ah, aquí es donde se pone interesante. Si la relación se va al traste; por poner un ejemplo, en el Código Civil de la Ciudad de México no se establece cómo se dividen los bienes de los concubinos. La Corte estableció que esta omisión es válida y respeta el derecho a la libre determinación de quienes deciden vivir en concubinato. ¿Estás preparado para el drama legal? 

Por cierto, nada en el mundo legal es en automático, se debe obtener una constancia o carta de concubinato (depende el estado en donde residas) o incluso hacer un procedimiento de Jurisdicción Voluntaria para Acreditación de Concubinato, presentarlo ante el Juez familiar competente en tu estado para hacer constar que la pareja ha vivido en concubinato.

Y para reclamar los derechos que deriven de dicha relación, se tendrá un plazo de un año, contado a partir de la fecha en que cesó la cohabitación.

Así que si prefieres el concubinato para evitarte el “papeleo” déjame decirte que eso es un gran mito.

Matrimonio: 

El matrimonio en México es una institución legal que formaliza la unión entre dos personas. Es un contrato civil que se celebra ante una autoridad competente, como un juez o un oficial del registro civil, y que otorga derechos y obligaciones tanto a los cónyuges como a los hijos que puedan surgir de esa unión. 

Diferencia entre matrimonio y concubinato

¿Cuáles son los pros? 

¡El sello del amor! El matrimonio es como una fiesta épica para celebrar el amor entre tu pareja y tú, ¡con un sello oficial incluido! Obtienes un montón de beneficios legales y sociales, desde seguridad económica. 

Estabilidad jurídica: ¿problemas legales? Con el matrimonio, tienes una guía clara de qué hacer en caso de problemas. El divorcio puede ser duro, pero al menos sabes qué esperar y cómo proceder.

Y, por supuesto los derechos de los hijos, tal vez al inicio del matrimonio no lo contemplas, pero siempre es mejor estar listo en caso de cualquier situación. 

Pensión por viudez: en caso de fallecimiento de uno de los cónyuges, el otro cónyuge puede tener derecho a recibir una pensión por viudez, dependiendo del régimen de seguridad social al que estuviera afiliado el cónyuge fallecido y de los requisitos específicos establecidos por la ley. En el concubinato, dependerá de la demostración de la convivencia y dependencia económica ante las autoridades correspondientes. 

Beneficios fiscales: en algunos casos, el matrimonio puede proporcionar beneficios fiscales, como deducciones adicionales en la declaración de impuestos.

Derecho a herencia: en el matrimonio, los cónyuges tienen derechos sucesorios automáticos, lo que significa que el cónyuge sobreviviente tiene derecho a heredar automáticamente los bienes del cónyuge fallecido en ausencia de un testamento que disponga lo contrario. En el concubinato, este derecho puede no estar garantizado y dependerá de la legislación específica y de la demostración de la relación de concubinato ante las autoridades competentes. 

¿Cuáles son los contras?

El matrimonio implica un montón de trámites y ceremonias, ¡pero al final, vale la pena tener esos beneficios legales y sociales!

La terminación: el matrimonio termina con el fallecimiento de uno de los cónyuges o con la disolución de este mediante un proceso legal, mientras que el concubinato puede permitir una terminación más informal, basta con abrir la puerta e irte. 

Así que ya sabes, cual te conviene más, es tu decisión, habla con tu pareja y analicen que se ajusta a su estilo de vida. 

¿Demasiado compromiso? Algunas personas se ponen nerviosas con la idea de un compromiso tan largo. ¡Pero si estás seguro/a de tu relación, el compromiso puede ser la mejor aventura de tu vida!

En resumen, el concubinato y el matrimonio son como dos opciones de menú en un restaurante. Cada uno tiene sus pros y contras, pero al final del día, ¡es tu elección lo que realmente importa! 

Mi consejo es: ¡atrévete y haz de tu amor una fiesta épica legalmente reconocida! ¡Que comience la aventura del amor!

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