Diferencias entre el amor y el enamoramiento
¿Amas verdaderamente o sólo estás enamorado? Distinguir un sentimiento del otro no es tan fácil como parece. Por eso, preparamos para ti una lista de diferencias entre amor y enamoramiento, ¡entérate aquí!
Las diferencias entre amar y enamorarse ciertamente son sutiles, y, como en cualquier aspecto de la condición humana, es difícil definir con precisión cada sentimiento en especial si la entrega del anillo de compromiso está muy reciente. Por eso, preparamos una lista de diferencias entre amor y enamoramiento. Si alguno de nuestros puntos te gusta, compártelo en tus invitaciones de boda, o súbela a tu blog de boda junto con las fotos de tu anillo de compromiso.
Seguramente te vienen a la mente un montón de refranes y canciones que definen lo que es y lo que no es el amor (sí, empezando por el clásico “Y es que amar y querer no es igual…”). La diferencia entre amor y enamoramiento se ha abordado desde muchas perspectivas: la filosofía, la psicología, el arte e incluso la ciencia han dado sus respuestas, y parece que en los últimos años se ha incrementado el interés por remarcar la distinción entre un sentimiento y otro.
El enamoramiento es pasajero. El amor puede ser para siempre.
Esta es la primera que nos viene a la mente, la que nuestros amigos nos recuerdan cuando no queremos salir de la cama porque nuestro crush no nos respondió en el Whats. Es cierto que una persona puede gustarnos durante años, con la misma intensidad que el primer día. Sin embargo, el enamoramiento, como sentimiento, se desvanece en cuestión de algunos meses, ya sea para sustituirse por emociones más fuertes, o para perderse por completo.
El amor es un sentimiento. El enamoramiento es una emoción.
Las emociones son estados de ánimo pasajeros, pero los sentimientos no pueden cambiarse ni olvidarse. Piensa en Ron y Hermione: podían experimentar enojo el uno con el otro, pero ningún pleito consiguió que dejaran de sentir amor por el otro.
El enamoramiento puede volvernos locos. El amor nos vuelve fuertes.
Cuando estamos enamorados, nos volvemos un poco inconscientes de las consecuencias de nuestros actos. Todo puede volverse borroso y confuso. El amor, por su parte, amplia nuestras perspectivas y nuestra apreciación del mundo, porque estamos abiertos a lo que nos rodea. Ya ves cómo Ted Mosby se robó el corno francés azul de un restaurante porque estaba enamorado de Robin. Pero cuando conoció a Tracy pudo conservar la calma y acercarse a ella de maneras menos alocadas.
En el enamoramiento, imaginamos. En el amor, vivimos.
Mucho de lo que vemos en la persona de la que nos enamoramos es irreal. El amor, por su parte, no idealiza: se esfuerza por conocer a la otra persona y apreciarla, con sus cosas buenas y malas, día a día. Este es un bonito pensamiento para invitaciones de boda.
El enamoramiento es una experiencia.
Si tu crush te corresponde, puede ser el inicio de algo más grande… O no. Y cuando termina, o si nunca eres correspondido, puedes aprender de tu experiencia y, poco a poco, superarla. Pero perder a alguien que amamos es un golpe terrible, que se lleva gran parte de nuestra vida y que podemos no superar nunca.
El enamoramiento trae muchas emociones. El amor trae paz.
En el enamoramiento, nunca sabemos lo que va a pasar, así que brincamos de un estado de ánimo a otro. Cuando amamos, tenemos estabilidad y plenitud, porque nuestras emociones no están ligadas al otro: las cosas pasan, y podemos aceptarlas y lidiar con ellas.
En el enamoramiento se exige. En el amor se acepta.
Otro texto para invitaciones de boda. Los enamorados quieren que todo salga de forma que sientan satisfacción. Los que aman, conocen y aceptan a las personas y los sucesos como son, sin que eso afecte sus sentimientos.
El amor no depende de la imagen.
A veces nos enamoramos de algo que queremos que el otro tenga, a veces es del físico de una persona, a veces de una característica superficial, como la voz, y a veces de algo que creemos que tiene. El amor no depende de ningún rasgo aparente.
El budismo, por ejemplo, tiene el precepto “Ama primero, conoce después”, ya que el amor está conectado con nuestra misma naturaleza humana, con la empatía, con el interior de una persona. Busca una oración para invitaciones de boda que toque el tema del amor al prójimo, y tendrás invitaciones de boda originales y espirituales.
El enamoramiento tiene estrategias. El amor no las necesita.
Cuando nos enamoramos, calculamos la manera en que podremos hacer que el otro sienta lo mismo que nosotros. Cuando amamos, no intentamos manipular los sentimientos del otro en nuestro beneficio.
El amor da energía. El enamoramiento la quita.
Cuando nos enamoramos pasamos mucho tiempo pensando en la otra persona, e intentando que las cosas sean como nosotros queremos. Y así, hay veces que podemos no dormir y no comer. Pero cuando amamos, mantenemos nuestro ritmo de vida habitual, y podemos sacar energía de nuestro sentimiento para hacer cosas increíbles.
El enamoramiento nos saca lo narcisistas. El amor nos lo quita.
Al enamorarnos, queremos que la otra persona nos vea, nos reconozca y nos admire. Como Rachel de F.R.I.E.N.D.S, cuando se vistió de porrista para el chico con el que tenía un súper crush. Cuando amamos, queremos conocer y compartir con la otra persona, como Chandler y Mónica.
Hay muchos tipos de amor. Sólo hay un tipo de enamoramiento.
De hecho, se ha discutido mucho si el enamoramiento es un tipo de amor. Y es totalmente cierto que el amor puede nacer del enamoramiento. Podemos sentir amor por nuestra familia, por nuestra mascota, por nuestra pareja y por nuestro trabajo, y amar todo con la misma intensidad… Pero no de la misma manera. Sin embargo, el enamoramiento es algo inconfundible, una sensación que se repite con varias personas.
El amor es el presente. El enamoramiento no.
El enamoramiento nos hace pensar en el pasado y en el futuro, sin parar. Imaginamos cómo hubiera sido, e idealizamos lo que podría ser. En el amor no necesitamos brincar de un momento a otro: todo el tiempo tenemos la sabiduría de lo que sentimos.
En el enamoramiento, deseamos. En el amor, agradecemos.
En el amor, agradecemos que la otra persona esté bien, que la hayamos conocido, lo que sentimos por ella. En el enamoramiento, deseamos una cosa tras otra: que nos correspondan, que seamos novios…
Necesitamos sentir que corresponden nuestro enamoramiento. El amor es incondicional.
En el enamoramiento siempre estamos buscando pruebas de que atraemos a la otra persona tanto como ella a nosotros. En el amor, sabemos que no podemos obligar al otro a amarnos, pero eso no impide que amemos, y tampoco nos causa dolor.
El amor es fuerte. El enamoramiento es intenso.
Hace falta mucho para que dejemos de amar. Creamos lazos, encontramos consuelo en nuestra capacidad de amar. Cuando nos enamoramos, sentimos muy fuerte, por poco tiempo. Una vez más Mosby: chica que conocía, chica que era “la indicada”. Pero a Robin la amó durante nueve temporadas, y fue su novio y su amigo.
El enamoramiento es apego. El amor es libertad.
En el amor, aceptamos lo que la otra persona hace, sin juzgarla. Estamos dispuestos a ayudarla a sentirse bien y a alcanzar sus metas, aunque piense de modo diferente a nosotros. En el enamoramiento, queremos que la otra persona nos pertenezca y sea una extensión de nosotros. Pero recuerda: Bestia dejó ir a Bella, incluso cuando la necesitaba para romper el hechizo, porque no soportaba verla sufrir. La educación sentimental es algo que no se imparte en las escuelas, y por ello nos cuesta tanto trabajo definir nuestros sentimientos, y conducirlos hacia nuestra plenitud.
Reconocer estas diferencias puede ser un buen primer paso para la salud emocional. Eso sí: disfrutar tanto del amor como del enamoramiento puede hacernos vivir momentos muy felices, e incluso inspirarnos pensamientos de amor dignos de una novela y de las frases para las invitaciones de boda.