El amor y la distancia
El amor a distancia… ¿es posible? Nuestra forma de concebir el amor y las relaciones siempre está cambiando. Descubre cómo afecta la distancia al amor y cómo superar las dificultades.
Cuando el amor se ve forzado a enfrentarse a la lejanía, los pensamientos de amor no son suficientes, es necesario llevar a cabo una reflexión profunda sobre las inquietudes de la pareja y el futuro que puede tener la relación. Al hablar de amor a distancia suele haber dos posturas muy bien definidas y contrarias entre sí: que es posible, o que no lo es. Y si bien la historia puede o no terminar con una espectacular entrega de anillo de compromiso y tú caminando al altar con el vestido de novia de tus sueños, los absolutos no existen cuando se trata de una relación amorosa.
Los vínculos a distancia pueden parecer muy difíciles de sobrellevar: traen consigo incertidumbre y melancolía. La relación puede desgastarse, dejar de fluir, romperse. Sin la cercanía física, ¿cómo puede alimentarse el amor? Pero, a pesar de estas bien conocidas opiniones, estudios han demostrado que millones de parejas en el mundo se mantienen o se han mantenido juntas, aunque haya cientos de kilómetros de por medio. Muchas personas aseguran que la distancia en una relación puede fortalecerla y favorecerla, prolongando la unión y reforzando la autoestima de los individuos.
Trabajo o motivos académicos
Para hablar de una relación de distancia, hay que partir del hecho de que cada pareja, y de hecho cada persona, define y percibe la distancia de manera diferente. Las experiencias personales con la separación y el alejamiento pueden afectar nuestra forma de pensar en el amor. La pareja debe ser clara sobre este punto, pues la unión a distancia requiere de honestidad, desapego y optimismo, e incluso de creatividad. La distancia en una relación no es algo que sus miembros busquen: suele ser una condición ineludible, muchas veces pasajera. Por lo tanto, debe abordarse con la mayor apertura posible hacia las diferentes opciones y posibilidades que se presentan.
Es una creencia popular que las relaciones a distancia son una tendencia en nuestra época. Lo cierto es que los viajes por motivos laborales, académicos, de salud o por otras razones son muy frecuentes, y las parejas se ven afectadas por estas migraciones. Sin embargo, no se trata de algo nuevo: en épocas pasadas también se realizaban viajes, e incluso había condiciones muy desfavorables, como la guerra o las epidemias (mismas que aún hoy existen) que jugaban un papel crucial para las relaciones.
Medios
Lo que sí es propio de nuestra época es la transformación de los medios de comunicación: redes sociales, teléfonos inalámbricos, email… Las formas para enviar pensamientos de amor a tu novio actualmente son mucho más veloces y prácticas que los antiguos telegramas o el correo por vía terrestre. Las formas de viajar también han cambiado: las distancias que antiguamente se recorrían en semanas se han transformado en caminos de un par de horas. Así, como diría García Márquez, “La ciencia ha eliminado las distancias.”
Es una inspiración que, incluso en ese pasado rudimentario, las relaciones se mantenían a pesar de las distancias. En las familias, nunca falta la pareja que vivió separada algún tiempo, por motivos de trabajo, pero que nunca dejó de quererse. No son pocos los ejemplos de cartas de amor que las parejas intercambiaban para enviar sus más profundos pensamientos de amor a su esposo o esposa, novio o novia y hacerse partícipes de sus sentimientos, de los eventos en sus vidas y de sus deseos. “Todavía estoy lejos de ti, pero puedo soñar contigo”, escribía Víctor Hugo, y Cristina Pacheco ha dicho en varias ocasiones que cuando su esposo José Emilio Pacheco salía de viaje, ella le escribía muchas cartas. Este ejercicio es recomendado por muchos terapeutas, pues fomenta nuestra capacidad de comunicar nuestros sentimientos, incluso los escondidos.
En la actualidad como en el pasado, no todas las relaciones a distancia terminan: los vínculos pueden fortalecerse gracias a la lejanía, ya que el compromiso, la confianza y la comunicación crecen y mejoran. La pareja valora más el tiempo juntos, y aprende que todos los obstáculos y conflictos pueden resolverse. Además, la seguridad y el conocimiento de sí mismos vuelven más fuertes a los individuos.
Distancia emocional
Asimismo, aunque sea triste y se haya entregado un anillo de compromiso de oro blanco, no todas las parejas que viven en el mismo lugar o que conviven con regularidad son capaces de permanecer juntas. La distancia emocional puede ser más difícil de enfrentar y superar que la distancia física. Cuando dos personas están en el mismo lugar, pero se sienten ausentes o sienten ausente al otro, conseguir una conexión es casi imposible. El desinterés, la falta de empatía y los problemas de comunicación son factores más peligrosos para una pareja que el viaje más largo.
La fuerza y la profundidad de una relación depende de la capacidad de ambos para comprender al otro, así como de la determinación de ambos de trabajar en su unión y conservarla. Para escuchar significativamente al otro, es necesario ser sensible a sus necesidades. Cada uno debe tener seguridad en la relación, en el otro y en sí mismo, y debe poner todo de su parte para que esta seguridad nunca flaquee.
Comunicación
La pareja debe encontrar un ritmo, de la misma manera que lo necesitaría si pudiera estar junta. Organizar los tiempos que pasarán juntos les ahorrará energía y valioso tiempo. Además, es necesario mantener una comunicación constante y especial: deben establecerse prioridades claras para que la pareja interactúe, así como probar y elegir nuevas formas de comunicación. Como cualquier pareja, es necesario encontrar una forma efectiva de resolver los conflictos que surjan. Fortalecer el lazo espiritual que los une también será de ayuda para disminuir las crisis que la distancia puede generar.
En el último de los casos, con todo y anillo de compromiso la relación a distancia puede terminar sin que esto implique que el amor terminó. Esto no significa que nunca podrás elegir textos para tus invitaciones de boda, no es un fracaso: dejar ir aquello que no podemos conservar es parte del amor a los demás y a uno mismo. Una relación a distancia necesita mucha madurez, tanto para emprenderse, como para conservarse y, también, para poder detenerse. Como cualquier otra relación, se trata de un proceso, y requiere de esfuerzo y serenidad.