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Bodas

El día antes de la boda

¿Ya sabes qué harás el día anterior a tu boda? Si necesitas alternativas, ¡lee este artículo!

“El día antes de la boda” suena como a título de comedia romántica, ¿verdad? Lo cierto es que decidir cómo pasarán este día no debe ser complicado y tiene mucho que ver con su personalidad. Quizás quieran salir de fiesta, pasar todo el día juntos, relajarse a solas, o incluso puede que no definan lo que harán hasta el último minuto, de acuerdo al ánimo y la energía que tengan.

Organizar una boda es bastante responsabilidad y, bien que mal, produce tensión y ansiedad. Además de que, incluso si han vivido juntos por un tiempo, la boda está a nada de suceder y hay expectativas, fantasías y preguntas sobre lo que depara el destino. Para que el día antes de la boda sea digno de recordarse, les damos las siguientes sugerencias:

Anticipación

La mejor manera de estar tranquilos antes de la boda es que organicen el gran día con tiempo suficiente y con mucho orden. Claro que puede haber imprevistos de último minuto, pero deben reducir las posibilidades al mínimo para que en caso de que algo se presente no les ocupe todo el día. Un día antes de la boda puede hacer una lista de las cosas más importantes que deben hacer y llevar al día siguiente y colocar todo a la mano. Pueden realizar últimas pruebas de vestuario, procurando no arrugar ni rasgar la ropa, y pueden usar sus zapatos todo el día para amoldarlos. Preparen kits y planes de emergencia, por si algo se les olvida o se llega a estropear. Tengan a la mano los números de sus invitados y de sus servicios y proveedores. Hagan sus maletas para la luna de miel. Coman bien y duerman el tiempo necesario: necesitarán energía para el día B.

Día familiar

De antaño, los novios pasaban el día anterior a la boda en las casas de sus respectivas familias. Esta costumbre puede llevarse a cabo incluso si has vivido con tu pareja durante algún tiempo. Rodearte de tu familia un día antes de la boda te tranquilizará y te dará confianza. Charla con tus papás, hermanos y parientes cercanos, vean fotografías, recibe sus consejos y dales mucho cariño: ¡mañana empieza una nueva etapa!

Friends

Algunas parejas realizan sus despedidas de solteros un día antes de la boda. Si este será su caso, disfruten lo que sus amigos y familiares han preparado para ustedes. Pero si no, tal vez quieran organizar una comida o salir a bailar o a pasear con la pandilla. Pueden juntar a todas sus amistades o pasar el día con un círculo íntimo, charlando, caminando o realizando alguna actividad divertida, como una clase de cocina o de danza. Eso sí, procuren no beber mucho, para que no lo resientan en la boda.

Cariñito

El día antes de la boda puede ser la mejor ocasión para un paseo romántico, una tarde de películas, una cena especial o una charla muy íntima. Si pasarán este día juntos, no dejen que los pormenores del día siguiente los absorban: busquen un momento para escribirse una carta, para jugar con su mascota, para abrazarse, reír, imaginar cosas… ¡Este también es su gran día! Diviértanse y pónganle su estilo.

Relajación

Juntos o separados, que se relajen es crucial, ya que así disfrutarán mejor del día B. Vayan a un SPA y gocen de un masaje, tomen una sesión de yoga, de aromaterapia o hasta de compras, si quieren. Pueden aprender una técnica de respiración que los ayude a serenarse. Los tratamientos de belleza también son bienvenidos, aunque deben tener cuidado de no consumir ni aplicarse algo que pueda alterar o irritar sus sistemas. Cuiden de ustedes mismos, con suavidad y armonía.

Espiritualidad

Los rituales son muy importantes, tanto los que dictan nuestra fe religiosa como los que inventamos día con día. Beber agua puede ser un ritual, así como pedir un deseo a cierta hora, rezar una oración, meditar o respirar profundamente. La espiritualidad radica en darle significado a lo que hacemos, conectándonos con lo que nos rodea y con el tiempo. Así que, si tienen algún ritual que los haga sentir bien, ¡hoy es el día! También pueden escribir sus votos o unas palabras especiales y compartir sus sentimientos y pensamientos con su pareja: a partir de ahora, los unirá la creencia en su matrimonio.