El primer mes de casados
Superamos los preparativos, la boda fue todo un hit lleno de momentos mágicos; lagrimitas por aquí, risas por allá y, ahora sí, la verdadera prueba de fuego: ¡el primer mes de casados! No te pierdas estos consejos para comenzar con el pie derecho.
De vuelta a la realidad, se acabaron las búsquedas de imágenes de vestidos de novia, de decoraciones para la mesa del pastel de boda y hasta la difícil decisión de los vestidos de fiesta para la luna de miel ¿y ahora qué? Pues cada quién a su rutina ¿no? En teoría sí, sin embargo, el primer mes de casados es la base sobre la cual irán construyendo las siguientes etapas de su nueva vida en pareja y estos son los pilares que te ayudarán a cimentar una obra sólida.
El diseño
Son los planes a corto, mediano y largo plazo que tienen para esta nueva etapa, por ejemplo, si piensan tener hijos en cuánto tiempo lo harán o si prefieren hacer otras cosas antes de esta responsabilidad; así como, establecer las tareas que cumplirá cada uno en el hogar. Es importante trabajar día a día en la planeación, mejorarla, adaptarla a los cambios, al crecimiento personal y en pareja.
Las finanzas
Es momento de formalizar los esquemas financieros de su nueva vida, definir por cuánto tiempo se aplicarán y futuras modificaciones. Más allá de bienes mancomunados o separados, es la parte de establecer cómo será su aportación al patrimonio familiar. Prácticamente están empezando de cero, si pagan renta o no, hay que dar mantenimiento al lugar, acondicionarlo a su gusto y deben visualizar si en algún punto les gustaría cambiar de residencia, por ejemplo, con la llegada de los niños, requerirán un espacio más amplio. Tomen el tiempo necesario para platicar abiertamente sobre el tema, organizarse y así evitar peleas futuras.
Los acuerdos
El secreto para mantener una convivencia armoniosa es aceptarse como personas, con todo y defectos. Habrá cosas en las que coincidan, otras en las que difieran y, particularmente en estas últimas, aventarse la licuadora no es la solución, sino llegar a un acuerdo. No se trata de perder su esencia convirtiéndose en el esposo y la esposa perfectos sólo para complacerse, sino de adoptar actitudes que les permitan llevar una relación sana y amorosa.
La espontaneidad
¿Y si en vez de planear tanto voláramos un poco más alto? Los planes son importantes, sin embargo, a veces por enfocarnos tanto en ellos incurrimos en la monotonía. La mejor forma de combatirla es la espontaneidad, improvisando actividades, por ejemplo, un viaje de aventuras en pareja, compartir pasatiempos, algo que les gustaría hacer o aprender como unas clases de baile, repostería o cocina; cenas románticas en casa o en un restaurante, ir a conciertos, al teatro o galerías de arte.
Esta etapa son los cimientos de su nueva vida en pareja, nada de apariencias porque con el paso del tiempo es imposible mantenerlas; mejor ser uno mismo. No hay esposos ni esposas perfectas, sólo parejas que se conocen, platican abiertamente, intercambian pensamientos de amor pero también discusiones y ante todo son mejores amigos. Dirían por ahí que el alimento del amor es la confianza, el respeto y un colchón, aunque recordar momentos mágicos como la entrega del anillo de compromiso también ayuda ¿estás de acuerdo?
