El síndrome bridezilla

Si los nervios te desbordan porque el vestido de novia es un tono de blanco diferente al que querías o si acabaste gritando porque no habían las flores que querías para tu ramo de novia y notas que algunas de tus damas tienen miedo de comentarte que ese estilo de vestido de fiesta no les favorece pero prefieren no hacerte enojar... Estás en camino de ser una Bridezilla.

Origen del término

El término bridezilla nace del inglés y es una combinación de la palabra bride (novia) y Godzilla (así es, el monstruo de la película). Se usa normalmente para describir la conducta un tanto neurótica que algunas novias pueden presentar durante la organización de su boda, llegando incluso a afectar sus relaciones con amigos, familiares y hasta su pareja.

Una bridezilla perderá el control fácilmente, sobre todo si las cosas no salen como quiere, sin importar que sea un problema grande o pequeño ¿Un proveedor canceló a días de la boda? ¿Uno de los tíos quiere invitar a los parientes lejanos y ahora hay que modificar las mesas? ¡Da igual! Una bridzilla gritará y se desesperará como si fuera el fin del mundo como lo conocemos.

Cómo se puede controlar

Este tipo de actitudes suelen desgastar no sólo a la novia en cuestión, sino también a su pareja y las personas que la rodean. Por eso lo mejor es identificar los primeros síntomas en cuánto aparezcan y trabajar activamente para no ser una bridzilla. ¿Cómo hacerlo? Aquí te dejamos algunas recomendaciones:

• Haz las cosas con tiempo. El estrés es la principal causa para convertir a una tierna y amorosa novia en una bridzilla total. Contar con tiempo suficiente para hacer todas las tareas que la organización de una boda demanda es un aspecto muy importante para evitar el estrés innecesario, por eso comienza cuanto antes y no dejes que los pendientes se acumulen.
• Aprende a delegar. Una bridezilla suele ser aprensiva y confía muy poco en las capacidades de los demás para hacer las cosas (sobre todo las de su boda), sin embargo es importante hacer un esfuerzo y aprender a delegar. Esto te liberará, te dará más tiempo para enfocarte en otras cosas y mejorará la relación con tus seres cercanos. Si cuentas con una wedding planner déjala hacer su trabajo y relájate ¡para eso la contrataste!
• Sé realista. Uno de los aspectos que pueden desencadenar el síndrome de bridezilla es la incongruencia entre lo que quieres para tu boda y lo que tu presupuesto te permitirá. Por eso sé realista y conoce tus posibilidades. Hay mil maneras para tener una boda de ensueño sin importar el presupuesto, además de que será tu actitud y la de tus invitados lo más importante para que la boda sea un éxito total. 
• Cuida tu cuerpo y tu mente. Matarte de hambre o descuidar tus horas de sueño sólo harán que te sientas más irritable, por eso cuida tu dieta, come balanceadamente y descansa por lo menos 8 horas al día, verás que esta receta mejorará tu humor rápidamente. Hay algunos alimentos que te pueden ayudar a relajarte, como por ejemplo la lechuga, el plátano, el brócoli, las semillas de girasol, las almendras y las espinacas. Combínalo con una rutina diaria de ejercicio y un té relajante en la noche y verás que dormirás como un bebé.
• Analíza tus actitudes. Muchas veces detrás de una bridzilla se esconden dudas que no se quieren afrontar. Si no logras disfrutar de la organización de tu boda y del proceso que estás viviendo ¿estás totalmente segura de que esto es lo que quieres hacer? Puede que toda la negatividad provenga de algo en tu inconsciente ¡que no de miedo analizarlo! El matrimonio es una decisión muy importante en la vida de cualquier persona, y es normal tener dudas, pero debes estar segura de que es la decisión que quieres para tu vida.

Es normal que tengas los nervios a flor de piel, pero recuerda que la relación con tu pareja y tus seres queridos es lo más importante. Por tanto, si los centros de mesa para boda no quedan perfectos o si la decoración del pastel de boda tiene algún fallo respira y confía que tu boda seguirá siendo mágica y especial.