¿Existe la relación perfecta?

Ya ha pasado la emoción de la espectacular entrega del anillo de compromiso y de escoger el vestido de novia. Las fotos del evento se han convertido en un lindo recuerdo de la partida del pastel de boda y de ese inicio de vida juntos pero ¿seremos la pareja perfecta? Hay quienes dicen que la perfección no existe, otros que es lo imperfecto y quien entendió su relatividad sugirió no temerle porque nunca la alcanzaremos. La definición de relación perfecta se basa en opiniones ajenas que se han convertido en mitos más que en realidades por estas sencillas razones.

El amor es una decisión

Es normal confundir el amor con mariposas en la panza, pero elegir una pareja para compartir tu vida no es una decisión que dejas en manos de las mariposas ¿cierto? Cada quien decide enamorarse de su pareja, no una vez, ¡todos los días!

Mimetizarse no es una prueba de amor

Un error frecuente en las parejas es perder su esencia, imitando la personalidad, gustos o comportamientos del otro. Esto seguramente les pasó cuando estaban organizando la boda ya que muy probablemente no estuvieron de acuerdo al 100% en todo o ¿ambos eligieron los mismos arreglos de mesa para boda a la primera? Seguramente no, ya que ambos tienen una forma de ser única, ese “algo” de lo que se enamoraron mutuamente. Se vale disfrutar de los hobbies que no comparten por separado, no hay razón para desconfiar ni prohibirlos porque todos necesitamos esos espacios individuales.

¡Yo sí lograré que mi pareja cambie!

¿Te enamoraste de la moral distraída? Pues aprende a lidiar con ella porque no cambiará. Contrario a lo que muchas historias cuentan sobre personajes que se convierten en la excepción a todas las reglas uno del otro, te enamoras de una persona con defectos y virtudes, los aceptas sin pretender cambiarlos.

Mi pareja ideal es…

… fuerte, inteligente, alegre, independiente, amable, que me lea la mente, que me escuche, que esté conmigo todo el tiempo y sinfín de estereotipos que tanto hombres como mujeres conocen y dominan cuando de conquista se trata; después, la realidad es muy diferente y viene la decepción. Por un lado debemos identificar lo que realmente nos atrae de alguien, sin idealismos y, por otro, con lo que estamos dispuestos a lidiar.

Colgar los trapos en Facebook

Sucios o limpios, los trapos se cuelgan en casa. Puedes lucir el anillo de compromiso de oro blanco, pero  el amor no se presume, brilla por sí mismo y cuando es artificial también. No es necesario probar nada a nadie, ni dar pie a que los demás valientemente juzguen tu relación a través de las redes sociales y cuando se trata de conflictos ¿acaso los resuelven?

Los detalles cambian

Muchas personas dicen que la costumbre mata la relación; sin embargo, intentar salir de la rutina diaria llega a ser desgastante. Para mantener vivo el amor y la relación, no es necesario hacer circo, maroma y teatro, sólo basta prestar atención a los detalles cotidianos. Las flores diarias pueden ser una vez al mes, pero ahí están; las idas al cine pueden convertirse en una divertida sesión casera de pelis, notitas sorpresas con pensamientos de amor cortos, juegos de mesa, concurso de karaoke, clases de cocina, videojuegos y ¿por qué no? ¡En pijama!

Por ti seré la mejor pareja

Cada persona decide por qué y cuándo cambiar; una pareja puede motivarte para mejorar y, si el amor es verdadero, no intentará manipularte para que lo hagas con tal de obtener un beneficio, por complacencia ni poniendo sus intereses por delante. Una convivencia armoniosa se basa en una comunicación asertiva, en compartir y equilibrar.

Ninguna relación está exenta de momentos difíciles y desacuerdos, lo importante es que cuando se toman de la mano y miran el anillo de compromiso y las alianzas todo cobre sentido. Tengan siempre presentes las frases de sus invitaciones de boda y conviértanlas en hechos diarios, no importa que no sean la pareja perfecta para los demás si ustedes sienten que se complementan y son felices.