Una boda vintage y muy especial: no te pierdas la historia de Gilman y Priscila. ¡Te enamorará!

Para el amor no hay una regla de tiempo, simplemente se da cuando es perfecto, y Priscila y Gilman nos lo demuestran con su historia. Después de un año de conocerse en el trabajo, él decide proponerle matrimonio a su amada, pues está totalmente enamorado y ella acepta. Con las hermosas fotografías de Iram Ortega veremos el gran amor que se tienen y lo felices que estaban en su gran día.

Para la celebración ella traía un vestido de corte imperio con escote barco que la hacía ver preciosa. El peinado era recogido con una corona de flores, muy romántica para la ocasión y estaba maquillada de forma muy natural. Por otra parte él llevaba un traje bicolor con el pantalón blanco y el saco de color azul, una combinación perfecta para lucir muy elegante en su día B.

La boda de Priscila y Gilman fue muy especial, ya que fue una ceremonia particular porque ella pertenece a la religión budista, en la cual no se hacen rituales en sí, sino una celebración donde hay símbolos para mostrar el amor y respeto que se tiene la pareja, además como testigos tienen a sus familiares y amigos. Gilman decidió convertirse en budista, para poder realizar la celebración como ella lo deseaba.

Frente al monje la pareja estaba sentada en flor de loto mientras realizaban una ceremonia y escuchaban la música con los djembes y los cajones. Los enamorados meditaron, intercambiaron los anillos y comieron uvas después de escuchar al monje.

Al finalizar la ceremonia prosiguieron a pasar a la recepción que fue en el mismo lugar, en la casa de los papás de Priscila, en el Club de Golf Bellavista. En unos preciosos jardines hicieron la recepción de su día especial; la decoración fue al estilo vintage con centros de mesa de botellas recicladas y con macetas de metal con flores especiales para darle el toque que querían.

Conforme fue pasando la tarde, ellos y sus familiares disfrutaban cada instante, pues todos estaban muy contentos con la unión de esta hermosa pareja. El menú fue excepcional con un postre que dejó satisfechos a todos los paladares de la fiesta. Su primer baile como esposos fue espectacular y muy romántico, asimismo el baile con los padres dejó mucho sentimentalismo y reflejó mucho amor entre ellos.

Priscila aventó el ramo y a partir de ahí hubo mucho ambiente en la pista de baile, ya que todos los invitados disfrutaron hasta el final.