Inspiración Halloween: portavelas con calabazas para hechizar su boda
¡La noche de las brujas se acerca! ¿El día de su boda también? Si se 'mueren' por hacer un guiño a Halloween en su festejo, este tutorial les viene ¿caído del cielo? Sencillo y misterioso; lean este 'DIY' de ultratumba y hagan magia con las manos.
Brujas, telarañas, insectos, fantasmas, cuervos, esqueletos, murciélagos, zombis, monstruos y, sobre todo, calabazas son elementos básicos en la decoración de Halloween. Si su boda será en una fecha próxima a una de las noches más escalofriantes (y divertidas) del año, ¿qué les parecería sorprender a sus invitados con los centros de mesa más misteriosos? Aprendan en este DIY cómo hacer unos portavelas con calabaza para los rincones más encantadoramente tenebrosos de su recepción. Verán que, para jugar un poco con la temática de Halloween, no es necesario que el vestido de novia parezca salido de una película de Tim Burton ni que el ramo se tiña de negro. Asústense por cualquier cosa, menos por la dificultad.
¿Qué materiales necesitarán?
La cantidad de calabazas que necesitarán dependerá de cuántos arreglos de mesa o cuántos espacios quieran iluminar y cuántas velas decidan incluir en cada composición. ¡Aquí la lista de la compra!
- Calabazas de Castilla (también conocidas como tamalayatas) en tamaño mini o calabazas pipianas. También sirve incorporar chilacayotes, pues su color verde permitirá hacer una combinación muy armónica con el naranja característico de estas frutas de otoño. Además, al no tener costillas, los chilacayotes son más fáciles de vaciar. Si eligen calabazas de distintos tamaños y formas, el resultado será muy vistoso.
- Moldes de acero inoxidable de un diámetro inferior al de las calabazas y con las formas de su preferencia. Pueden servir los moldes de repostería que habitualmente se emplean para hornear galletas y panes.
- Una cuchara vaciadora o porcionadora, como las que se usan para servir helados.
- Una vela de gran diámetro o cera a granel, si lo prefieren. Dependiendo de cuántos portavelas vayan a crear, del tamaño de las calabazas y de cuánto las vacíen, necesitarán más o menos cera. ¿Se animan a emplear cera de soya ecológica o velas perfumadas con aroma de canela, cítricos o notas de madera? Serán ideales para la estación otoñal.
- Pabilo o mecha para velas.
- Pinzas para ropa lo más largas posible.
Paso 1. Abrir las calabazas
Lo primero que tendrán que hacer es marcar y cortar, con la ayuda de los moldes, la parte superior de las calabazas. Pueden buscar formas neutras como un círculo, un rombo o una estrella; románticas como un corazón o una flor.... ¿O será que consiguen unos estremecedores moldes de murciélagos y fantasmas?
Paso 2. Vaciarlas
Con la cuchara, vacíen el interior de las calabazas, pero no saquen toda la pulpa para que la piel no quede extremadamente fina. De lo contrario, esta estaría muy frágil, además de quedar vulnerable a deformarse por el calor de la cera.
Paso 3. Sacarle la mecha a la vela
Si usarán una vela grande para obtener la cera que necesitan, será preciso quitarle primero la mecha. Para que la extracción sea más sencilla, háganle un pequeño corte a la base de la vela, justo en el punto donde se ancla la mecha y jalen de esta. En el caso de que vayan a utilizar cera a granel, pasen directos al siguiente paso.
Paso 4. Fundir la cera
Coloquen la cera o la vela sin la mecha en un refractario de vidrio y caliéntenla al baño maría. El punto es que pierda la forma y quede completamente líquida.
Paso 5. Rellenar los portavelas
Ya casi... Después de dejar que la cera se enfríe un poco (lo suficiente para no tener riesgo de quemarse), rellenen las calabazas, pero no hasta arriba. Si dejan unos dos centímetros libres de cera, la llama que después prenda la mecha iluminará parte del interior de la calabaza y proyectará sombras muy enigmáticas. ¿Y la mecha? Antes de que la cera se solidifique, introduzcan en el centro un trozo de mecha que llegue al fondo y rebase por dos o tres centímetros la apertura superior de la calabaza.
Si la mecha no es muy rígida y no se sostiene recta, sujeten el extremo superior del pabilo con una pinza para ropa cuya longitud sea mayor a la de la boca del portavelas. La pinza tendrá que quedar apoyada en horizontal sobre la superficie de la calabaza para impedir que la mecha se hunda y tensarla mientras la cera se seca. Cuando eso suceda, retiren la pinza, corten el pabilo al ras de la apertura ¡y ya tienen sus velas y portavelas listos!
Seguro que les pareció una manualidad muy sencilla para hacer centros de mesa, ¡porque lo es! Además, la vuelta al mercado les habrá traído también ideas para un delicioso menú de temporada. ¿Se quedaron con ganas de incluir una sopa de calabaza, un plato principal de pollo en pipián o una guarnición de calabaza al horno? Hasta el pastel puede integrar calabaza en su receta. Si su boda será en otoño, traten este tema con sus proveedores. ¿Dulce o trato?