El amor se viste de gala en la boda de Alberto y Sara
Conoce la romántica historia de Alberto y Sara, quienes crecieron juntos hasta encontrarse en el momento preciso. Revive su boda elegante, clásica y romántica, y asómbrate con los detalles de su unión.
Alberto y Sara crecieron hombro con hombro sin sospechar que un día sus vidas se entrelazarían. Desde la primaria, ambos estudiaron en las mismas escuelas, coincidían en fiestas y frecuentaban los mismos lugares. Sin embargo, fue hasta la universidad que un amigo en común los presentó formalmente y empezaron a salir: Alberto cursaba el segundo año de su carrera y Sara estaba por terminar la preparatoria en la Universidad del Valle de México, Campus Tuxtla.
A Alberto y Sara les gusta pasar tiempo con su familia y con sus amigos. Disfrutan de su hogar y pasan veladas reconfortantes jugando juegos de mesa, viendo películas o compartiendo alguna cena especial. También les gusta viajar y conocer las culturas de distintos países. “Nuestra relación se basa en la comunicación y la confianza. Siempre la hemos tenido.”, dice Sara.
Alberto estaba muy emocionado por proponerle matrimonio a Sara. Empezó a preparar la sorpresa ocho meses antes, cuando volvían de un viaje por Denver, Colorado. Con la ayuda de su hermana y gracias a que conoce muy bien los gustos de su novia, pronto encontró el anillo ideal. “Cuando finalmente llegó el día para hacer la tan esperada propuesta, estaba muy nervioso, aunque en mi interior sabía la respuesta porque era algo que ella también quería”, nos cuenta Alberto. Así que se armó de valor, hizo una reservación en un hermoso restaurante y, finalmente, se arrodilló e hizo la pregunta. Sara dijo que sí, y fue un momento realmente emocionante.
La boda de Alberto y Sara fue una experiencia plena y muy satisfactoria para ambos: “Todo fue perfecto. Inclusive las cosas que no salieron conforme a lo planeado fueron perfectas.” Las nupcias se realizaron en el Hotel Marriott. Sara estuvo acompañada por su prima y dama de honor, quien cumplió de manera ejemplar con su tarea de hacer todo lo posible para que la novia pudiera prepararse sin presiones para su gran momento.
Sara estaba muy nerviosa antes de partir hacia la Iglesia de Guadalupe, donde se celebró la ceremonia religiosa. Fue una celebración íntima cargada de emoción, ya que el recinto tiene un fuerte valor sentimental para Sara y su novio. El novio vistió de etiqueta oscura, y la novia lució un hermoso vestido de corte princesa, color blanco puro y con escote corazón. Su cabello estaba recogido y caía sobre él un velo.
El primer baile de los recién casados fue su canción favorita: “Thinking Out Loud”, de Ed Sheeran. La boda coincidió con la inauguración del salón del hotel, por lo que su estilo elegante fue absolutamente adecuado y vistoso. Sara disfrutó mucho organizando cada aspecto de su boda y superó todos los contratiempos que se presentaron con paciencia y sin desanimarse ni un poco. Ver a sus seres queridos reunidos, celebrando junto a ellos esta ocasión tan importante fue conmovedor e invaluable.
Todo en la boda, desde el vehículo nupcial hasta los outfits de los novios y sus invitados, tuvo un sello clásico y distinguido. Imperaron la combinación de colores blanco, negro y dorado. El ramo de Sara tenía rosas blancas y flores verdes, una combinación que lo llenaba de vida y, al mismo tiempo, le daba un toque vintage y romántico. La figurita del pastel de bodas, en contraste, era un adorno divertido con una novia muy decidida jalando a su media naranja. El pastel, sin embargo, tenía un decorado romántico y pulcro. La fiesta fue muy animada, y las invitadas lucían sus vestidos sofisticados y coloridos sin dejar de presumir sus mejores pasos de baile.
Sara y Alberto fueron novios durante más de seis años y actualmente llevan un año de casados. Su boda fue la conclusión de una etapa que les permitió fortalecerse y crear una sólida base para un nuevo ciclo, que inició en la misma fecha. Gracias a Fabio Chacón Fotografía podemos ver la alegría de esta pareja y de sus amigos y familiares, y podemos inspirarnos con su historia de amor y con su celebración.