¡México por todo lo alto! Así celebraron Carlos y Laura su boda
Compañeros y amigos durante la universidad y ahora compañeros de vida. Esta es la historia de Carlos y Laura; conozcan todos los detalles de estos sinaloenses que acaban de unir sus vidas con una original ceremonia mexicana. ¡Sigan leyendo!
Carlos y Laura se conocieron durante la universidad en 2008, pasaron cuatro años antes de que decidieran comenzar una relación. Laura, una chica extrovertida, despreocupada y a la que le gusta vivir el día a día, conquistó a Carlos, de carácter estructurado y con un gusto por planificar todo lo que sea posible. Esta singular pareja, que no se considera muy romántica, está convencida de que lo más especial de la relación es definitivamente la confianza que se tienen y que ante todo siempre son primero mejores amigos.
A continuación, les contamos todos los detalles de su hermosa ceremonia civil en Mocorito, Sinaloa, la cual podemos disfrutar gracias a Marisol Gómez, que capturó cada detalle en unas hermosas fotografías.
Una maratónica y original pedida
Después de cinco años de noviazgo, Laura, que es muy deportista, se estaba preparando para realizar el Ultra Maratón de Los Cañones, que consiste en 63 km por las barrancas de Sinforosa en Guachochi, Chihuahua. Aprovechando esta oportunidad, Carlos preparó todo para sorprenderla con ayuda de sus familiares y amigos.
Cuando faltaban 17 kilómetros, Laura estaba agotada y Carlos se integró a la carrera para apoyarla y mostrarle pancartas con mensajes de ánimos representando a las cinco mascotas de Laura. Este detalle hizo que ella derramara algunas lágrimas y se llenara de energía para seguir adelante. Después de acompañarla por unos 10 km, Carlos dejó la carrera y le dijo que la esperaba en la meta.
Mientras esto ocurría, los familiares y amigos de Carlos ya le habían explicado todo lo que sucedería a la madre de Laura, para quien también todo fue una gran sorpresa. Todos se prepararon con unas playeras con fotos de los novios y sus mascotas y la frase “nos vamos a casar”. Colocaron una segunda meta que decía “meta para Laura” a la que después de 17 horas de carrera ella se dirigió para encontrarse con Carlos hincado y listo para proponerle matrimonio con sus familiares y amigos como testigos. ¡Fue un momento realmente emocionante!
Una tradición oaxaqueña marcó el inicio de la gran fiesta
Tradicionalmente, las calendas son típicas de Oaxaca y marcan el inicio de las fiestas patronales. Se trata de un festejo lleno de alegría, música y risas en el que se renuevan y fortalecen los vínculos familiares y comunitarios. Con el paso del tiempo, esta tradición se ha adoptado en diferentes festividades incluidas las bodas en las que los novios dirigen a los invitados al lugar en las que se va a llevar a cabo el convite.
Fue así como Laura y Carlos decidieron dar inicio a su fiesta, caminando junto con sus invitados a la recepción, con una banda para ambientar, pirotecnia, bengalas y por supuesto los tradicionales monos de calenda, que son elementos protagónicos de esta festividad. Los invitados quedaron muy sorprendidos con este detalle y los novios también al ver a un par de sus invitados llegar en una mula, sin duda uno de los momentos más graciosos de la noche.
México se respiraba en cada detalle
La recepción se llevó a cabo en un hotel de Mocorito, Sinaloa. Fue el escenario ideal gracias a su patio central, que hizo sentir a los invitados en un típico pueblo de nuestro país. La entrada estaba adornada con un arco floral y ambientada con sones huastecos que ya dejaban ver la velada que les esperaba.
Los novios lucían radiantes y resaltaban por su alegría y su look. Carlos portaba un traje de dos piezas negro con camisa blanca y un moño rojo que le daba un aire moderno, pero a la vez elegante y varonil. En el caso de Laura, optó por un ceñido vestido blanco con escote en la espalda y unos toques de color en los brazos y espalda dados por unas hermosas flores bordadas a mano. Complementó su look con un peinado recogido sencillo y un maquillaje que resaltaba sus facciones y la hacía verse hermosa.
La boda estuvo totalmente inspirada en México. Desde las flores rojas presentes en cada uno de los arreglos florales para boda, los materiales como el barro de las fuentes y vajillas, los textiles bordados que engalanaron las mesas y la música que ambientaba a la perfección se logró crear esta atmósfera en la que se celebró no solo el amor de la pareja, sino también el amor por un país.
Un pastel hecho en casa
El pastel fue otro elemento muy representativo de la boda. La familia de Carlos posee una pastelería local, así que, inspirados en diferentes imágenes de diseños mexicanos, eligieron uno relacionado con la elaboración de la talavera de los artesanos poblanos. Totalmente dibujado a mano, en la base del pastel se pueden observar dos palomas volando que se convierten en una sola en el segundo piso, como símbolo de la construcción de una nueva familia.
La presentación del pastel resaltaba, ya que se colocó en una antigua mesa de madera de cedro adornada con canastas de palma, así como cuencos de talavera y barro en los que los invitados podían degustar deliciosos dulces artesanales, junto con postres y panadería de la localidad.
Los novios están muy agradecidos con sus proveedores y muy en especial con el hermano de Carlos, Rigoberto, y su amigo Francisco, quienes les ayudaron a definir la temática y crear el concepto de su boda y se encargaron de cada uno de los detalles de esta hermosa celebración mexicana.
Fueron muchos los momentos especiales que se vivieron en esta ceremonia, en especial cuando los novios leyeron sus votos y cuando la madre de Carlos y el padre de Laura les dirigieron unas palabras. Sin duda la alegría y el amor fueron el complemento perfecto de la noche... Y si creían que esto terminaba aquí, pues no es así, ya que Carlos y Laura están esperando con mucho entusiasmo el 12 de mayo, fecha que eligieron para realizar su boda religiosa y posteriormente escaparse de luna de miel a Tailandia… ¡Enhorabuena y que vivan los novios!