Magia tapatia en la boda de Daniel y Karla
Lugares mágicos y de mucha tradición en Guadalajara fueron los que eligieron Karla y Daniel para celebrar su unión. Un estilo en perfecta armonía, en donde cada detalle refleja su personalidad, elegancia y romanticismo.
¿Qué sería de esta vida sin los amigos? De verdad que cuando se lo proponen hacen de las suyas uniendo corazones sin imaginar que son estas historias de amor las que un día terminan en boda. Éste es el caso de Karla y Daniel, quienes se conocieron gracias a una pareja de amigos en común, él era amigo del novio y ella de la novia. Duraron 3 años como novios y finalmente Daniel pidió la mano de Karla durante una cena romántica en La Casa Colorada en Guanajuato.
Los preparativos del gran día comenzaron en el Hotel NH plaza Sao Paulo en Guadalajara, Jalisco. Momentos previos a la ceremonia los acompañaron sus seres queridos para brindarles su apoyo y bendiciones. El enlace religioso tuvo lugar en la Iglesia San Josemaría Escrivá de Balaguer. Posteriormente se trasladaron para celebrar la unión civil y el banquete en los hermosos jardines del recinto la Gotera, en Zapopan, donde Cid Fotografía no perdió oportunidad de capturar románticas poses de los novios con el túnel de fondo, en las ruinas, en el puente elevadizo, el lago, los arcos, la escalera mágica, el pozo de los deseos y en todas las maravillas arquitectónicas que ofrece el lugar, distinguido por mezclar lo urbano con lo natural.
La armonía del evento fue cuidada hasta el más mínimo detalle, desde el delicado bordado del vestido de novia, el velo, la sutileza en el contraste tanto de las zapatillas como del bouquet y el traje tipo chaqué del novio; la indumentaria idónea para el estilo y horario del acontecimiento. La organización estuvo a cargo de Grand Evento La Playa, prestando suma atención a la sintonía de la decoración, el mobiliario, las flores y el catering.
El concepto de la boda fue claro y perseveró en todo momento; la mesa de los novios se distinguió en la parte posterior con un marco colonial a juego con las sillas y los candelabros; mientras que, en la parte frontal de la mesa se colocaron arreglos florales como los del altar de la iglesia. En el boutonniere del novio, el ramo de novia y los centros de mesa se emplearon las mismas flores en diferentes tonalidades que combinaran tanto con su outfit como con el resto de los elementos decorativos.
Como marca la tradición, los novios hicieron su entrada triunfal, caminaron juntos hacia la pista para su primer baile, el cual iluminaron con juegos pirotécnicos y los invitados no pudieron evitar que más de un suspiro, lágrimas, aplausos y gritos de emoción se escaparan. Los arreglos musicales estuvieron en manos de Pedro Ruíz Ibarra, quien hizo a los asistentes bailar divertidas coreografías con todo y sombrero. Hombres y mujeres cantaron sus melodías favoritas, se lucieron con sensuales pasos del baile y disfrutaron junto a la feliz pareja la memorable ocasión.