Juventud, divino tesoro: la boda de Edgar y Anastasia

Un estilo bohemio, relajado y sencillo, un escenario lleno de creatividad y muy original en donde Edgard y Anastasia compartieron momentos muy emotivos junto a sus seres queridos que gracias a Elihu Hb Photographer podrán recrear cuantas veces deseen, en cualquier momento y lugar. De principio a fin la historia de la joven pareja ha estado llena de sorpresas, aventura y emoción, se atrevieron a romper con los estereotipos de dos culturas y hoy disfrutan de su convicción por estar juntos.

Sin buscar nada, puedes encontrar todo

Un buen día Edgard se fue a Canadá a estudiar diseño gráfico, como buen joven, el matrimonio y esas cosas era lo que menos pasaba por su cabeza, pero ¡oh, sorpresa!, fue allá donde conoció a Anastasia.

Primero amigos

Una postura controversial, algunos la defienden otros se oponen; sin embargo una amistad puede ser el inicio de una relación increíble porque se conocen sin pretensiones, se tienen confianza para mostrarse como son, platicar abiertamente de su pasado, darse consejos y no guardar secretos. Edgard y Anastasia así lo hicieron, durante varios años mantuvieron una muy bonita amistad, la cual formalizaron y con plena convicción decidieron casarse.

Cuando se quiere, se puede

Edgard y su familia son originarios de Tehuacán, Puebla, ciudad que los novios eligieron como cede para celebrar su boda, para ser más precisos, en Rancho San Marcos. Ambos fueron privilegiados porque contaron con la asistencia de sus familiares y amigos. El caso de Ana fue muy emotivo porque su familia viajó desde Escocia y algunos amigos de Canadá para acompañarla en su gran día.

Detalles muy especiales

Los padres, familiares y amigos de ambos estaban presentes, les compartieron lindas palabras, sabios consejos, pudieron disfrutan de su cariño y abrazos ¿qué más podrían pedir? Por si fuera poco, la boda civil fue oficiada nada más y nada menos que por el papá de Edgard, lo cual inyectó de más emotividad la ocasión.

El outfit nupcial muy acorde con el evento y, lo más importante, con la personalidad de los novios. En toda la decoración se percibe su toque jovial: el letrero de bienvenida, la forma en que destacaron su mesa, el altar, las flores, los colores, el candybar. Durante toda la celebración hubo un ambiente muy alegre, emotivo y, a la vez, divertido entre todos los invitados, incluso para los extranjeros que también disfrutaron del folklore nacional, sobre todo de nuestra música.

La boda fue una sublime combinación de estilos, en donde predominó la alegría que caracteriza a la cultura mexicana; desde el banquete hasta la música, pasando por la tradicional víbora de la mar para culminar con un buen grupo de mariachis y unos deliciosos chilaquiles; ingredientes que, sin duda, más sabor mexicano le dieron.