La boda de Héctor y Esmeralda: son el uno para el otro
Nadie escapa al amor verdadero. Esmeralda y Héctor se conocieron en 2013 y Cupido no tardó mucho en hacer de las suyas. Un año y medio bastó para que decidieran unir sus vidas por la eternidad. ¿Quieres ver su boda completamente llena de detalles?
La vida los hizo coincidir en tiempo y espacio. Ella, de Zacatecas, y él, de San Luis Potosí, se conocieron en su centro de trabajo. La belleza y simpatía de Esmeralda no pasaron desapercibidas, como tampoco ocurrió con el buen sentido del humor y la capacidad de hacer amigos que caracterizan a Héctor.
Tiempo después de haber convivido, los jóvenes decidieron comenzar una relación que lograron basar en el amor, el respeto y la confianza, por lo que crearon un fuerte lazo emocional que cada día fortaleció el deseo de casarse.
Año y medio después ocurrió algo inolvidable, Héctor eligió el momento oportuno para pedirle que fuera su esposa. Esme había regresado de una visita a Nueva York, así que preparó una cena romántica para recibirla como se merecía. En el roof garden de su departamento y con el cielo de testigo, él le pidió matrimonio. Y muy emocionada, ella le dio el sí.
Sello de amor
El 13 de mayo se convirtió en la fecha más esperada por la pareja. Decidieron casarse en una bonita hacienda de Guanajuato. Ahí celebraron su unión por la Iglesia y festejaron en compañía de familiares y amigos. La emoción y la ternura empaparon el ambiente aquel día, cuya crónica gráfica fue captada por la lente de José Luis Photographer.
Antes de llegar al altar, Esme fue apoyada por su madre y sus siete damas para lucir más hermosa que nunca en su vestido de novia corte sirena, con un delicado escote ilusión decorado con pedrería. Entre risas y consejos, las chicas lograron su objetivo.
Como la familia unida que son, los padres de Héctor lo apoyaron a la hora de vestirse y prepararse para la boda. Entre los tres se auxiliaron en algunos detalles como la corbata, las mancuernas de los puños de la camisa y la colocación de los aretes. Al terminar, el joven salió muy galante con su traje chaqué.
Juntos ante el altar
Flores blancas adornaron el templo donde los enamorados sellarían su amor. La mayoría de sus amigos y familiares viajaron hasta Guanajuato para acompañar a la pareja en esta importante celebración.
Después de la espera, llegó el momento más especial para ambos. Cuando se vieron por primera vez aquel día, los sentimientos se desbordaron. Emotivas miradas y amplias sonrisas enmarcaron la ceremonia en la que Esme y Héctor escucharon con atención los consejos del padre, mientras eran respaldados por sus seres queridos.
La novia usó una prenda muy especial para la familia del novio: el velo que había portado su madre en su boda. Al llegar el momento de unirse en matrimonio, ambos fueron “cobijados” por dicha mantilla. Un mariachi entonó los cantos propios de la ceremonia religiosa, lo que dio un toque único al ritual. Al salir del templo, todos los presentes se acercaron a abrazar a los novios y a desearles salud y felicidad.
Especial celebración
La algarabía se desbordó durante el festejo, pues había razones de peso para que todos estuvieran contentos y celebraran en honor a los enamorados. La locación de la boda fue decorada con luces ámbar y flores blancas que hicieron que el romanticismo imperara a la hora en que los novios hicieron su primer baile, muy cerca uno del otro. Los besos y muestras de afecto fueron constantes durante la fiesta.
Luego de que Esme arrojara el ramo de hermosas rosas naturales, Héctor fue “raptado” por sus amigos para lanzarlo al aire en varias ocasiones, por lo que las risas y gritos por el temor de que se les cayera no se hicieron esperar.
Al llegar la hora de que los invitados pasaran a la pista, el buen ambiente destacó entre las sonrisas, los pasos y movimientos que les generaba la música. Una gran sorpresa fue cuando llegó una banda a tocar en vivo, como regalo de bodas. Hubo más de un brindis en honor a los enamorados, así que todos se divirtieron en grande.
Para cerrar con broche de oro la celebración, la pareja se fue de luna de miel a Orlando, Florida, donde visitaron Disney World y Universal Studios. Después, tomaron un crucero por las Bahamas y pasaron unos días en Miami.