Joaquín y Roberto: una boda con los colores del amor

Una boda es la ocasión ideal para combinar elegancia y alegría. El resultado es que, en cada color, en cada figura, en cada sonrisa, en cada símbolo, se proyecta la energía y la distinción, renovadas y vibrantes. La boda de Joaquín y Roberto no sólo fue un ejemplo de sofisticación, también fue una celebración cálida y emotiva del amor y su pureza, su contagiosa euforia y la manera en que nos transforma en la mejor versión de nosotros mismos.

Joaquín y Roberto hicieron oficial su unión matrimonial en octubre del 2015, en Puebla. Su historia, sin embargo, había empezado tiempo atrás y ya habían formado juntos un hogar estable y pleno. Las imágenes capturadas por su fotógrafo de bodas, Pictography Studio, nos revelan la fortaleza del vínculo que une a esta pareja. Los papás de Roberto y la mamá y hermanos de Joaquín estuvieron presentes desde los preparativos y los ayudaron a alistarse para el gran momento.

La unión espiritual de los novios se formalizó por medio de dos rituales simbólicos: la ceremonia de enlazado de manos o Handfasting y la ceremonia del agua. El primer ritual, de origen celta, consiste en la unión de las almas de los novios por medio de una simbólica envoltura de sus manos con un lazo; esta costumbre, además de augurar una unión eterna, simboliza la prosperidad. La ceremonia de agua consiste en mezclar este elemento inseparable vertiéndolo, ambos novios al mismo tiempo, desde dos recipientes separados hacia uno en común; de esta manera, se representa la unión de lo inmaterial, de lo eterno y lo inagotable, es decir, el alma.

La recepción tuvo un estilo formal, pero fue una celebración muy animada y alegre. La boda fue organizada con meticulosidad y es un ejemplo de como un evento exitoso depende de una planeación puntual. Todos los colores del arcoíris brillaban alrededor de la pareja, bien en la ropa de sus invitados, en los vistosos arreglos de flores, en las luces y hasta en el cielo bajo el cual se abrazaban los enamorados. Roberto y Joaquín vistieron esmóquines negros con corbatines y camisas blancas, que combinaban con las flores de sus solapas. Su boda fue una celebración que tomó tradiciones y magia y las renovó para volverlas cándidas expresiones de felicidad.