Emociones a flor de piel en la boda de Josué y Gaby

Una elocuente chef y un romántico ingeniero... ¿Imposible? ¡No! Josué y Gaby se casaron. Las fotos de Erika y Jacobo, el dúo dinámico de Rabari, nos invitan a revivir los momentos más emotivos de su boda. El relato fotográfico y la manera de narrar el día de su boda es excelente. ¿Nos acompañas en este delicioso paseo por el día más bello de sus vidas?

Sazonando el amor

De acuerdo a una investigación realizada por la Universidad Estatal de Ohio, los hombres piensan en comida unas 18 veces al día. No lo decimos nosotros, sino la ciencia. Así que, eso de conquistarlos por el estómago ¡sí aplica! Sin querer, esta eficaz estrategia le funcionó a Gaby. Ella trabajaba en un restaurante, en el cual Josué comía frecuentemente con un objetivo en mente: ¡verla! Un buen día, se animó a hablarle y poco después tuvieron su primera cita. Fueron por un helado y platicaron de todo un poco. Desde ahí nació una conexión muy especial, se hicieron novios y 10 meses después…

"¡Quiero compartir contigo toda la vida!"

En un festival de globos aerostáticos, Josué encontró el escenario perfecto para proponer matrimonio a Gaby. Y aunque pensaba hacerlo en el aire, lamentablemente el clima frustró su plan. Para recuperar la calma, buscó un espacio menos concurrido y ahí, junto a Gaby, percibió una segunda oportunidad que no dejó pasar. La sorprendió con un “quiero compartir contigo toda la vida” y un precioso anillo de compromiso de diamantes. Al cabo de unos instantes y,  tras haber recuperado el aliento, ella respondió con un emocionado “¡sí!”. Un momento mágico que no podía quedar “volando”, por lo que pronto decidieron anunciar el compromiso a sus padres y hermanos. ¿Cómo no? Con una cena preparada por Gaby. Mmmm... ¡qué exquisita noticia!

El estilismo de los novios

La celebración se acogió en Acuaski El Jardín, ubicado en Tequesquitengo, Morelos. Gaby dio el “sí” a los bordados y a su vestido de novia corte princesa. ¿Qué crees? Tan claro tenía cómo quería vestirse para su boda, que ¡este fue el primer vestido que se probó! Para el calzado, se decantó por la comodidad de unos tenis de novia. Ya bien entrada la noche, se abrigó con un chal confeccionado por su abuela materna. También había sido elaborado por ella el lazo con cristales Swarovski que utilizaron en la ceremonia, que también acompañó a sus padres 35 años atrás en su boda. Josué vistió un traje de lino beige que complementó con unos zapatos café y un reloj que le regaló su papá cuando se tituló en Ingeniería Mecatrónica.

Y llegó el momento de verse

Ya listos, espalda contra espalda y con cartas en mano, se reunieron para intercambiar sus palabras de amor y leerlas minutos antes de la ceremonia. Solo ellos conocen las románticas palabras que se dedicaron en estas misivas y que tanto llegaron a conmoverlos. ¡No te pierdas las fotos de su first look! Te erizarán los vellitos. Ninguno de los dos pudo contener la emoción y dejaron escapar algunas lágrimas.

Cuando consiguieron calmar sus nervios, ya había llegado la hora de caminar al altar, escoltados por sus padrinos de anillos, lazo, arras y velación. La vela y la Biblia fueron las mismas que Gaby portó en su primera comunión, labradas en repujado por su madrina de bautizo. Al terminar la ceremonia, dieron a sus invitados una cajita y ellos conservaron una más grande. Al destaparlas ¡volaron mariposas blancas!

Bailaron y bailaron...

La recepción se inauguró con un coctel de bienvenida. La abuela paterna de Josué preparó los licores de maracuyá, fresa, zarzamora e higo que dieron vida a las refrescantes margaritas y mojitos con los que acompañaron diversos bocadillos. Mientras los invitados se deleitaban, los recién casados los sorprendieron con un idílico arribo en lancha a coro del tema Estar contigo, de Álex Ubago.

Ya en tierra firme, prosiguieron con su primer baile de casados bajo el tema Te lo pido por favor, de Juan Gabriel y una lluvia de fuegos artificiales. Después, Josué bailó Perfume de gardenias con su mamá, mientras que Gaby eligió Lo mejor que la vida me dio, de Pimpinela, para bailar con su papá y Abrázame muy fuerte, también de Juan Gabriel, con su hermano.

Con sus cómodos y coquetos zapatitos planos, las chicas, muy felices, y los chicos más puestos que un calcetín ¡abrieron la pista! Entre divertidos pasos de baile, risas e inmensa felicidad, el tiempo pasó volando y el momento de partir llegó a las 3 de la mañana. Una boda espontánea y llena de amor que se antoja, ¿no?