La boda de Karla y Daniel: amor incondicional y diversión
A veces solo es necesario un instante o una pequeña coincidencia para enlazar toda una vida. Esta es la historia de Karla y Daniel, quienes tras tres años de noviazgo decidieron darse el ¡sí, quiero! en su natal Ocampo, Guanajuato.
Un breve instante en 2012 cuando Karla empezaba la universidad y Daniel la terminaba fue lo que bastó para que esta historia de amor comenzara. Con muchas cosas en común desde el primer momento, pero sobre todo un amor incondicional y metas por compartir, esta pareja de Ocampo, Guanajuato, vivió un lindo noviazgo y decidió unir sus vidas para siempre. A continuación les explicamos los detalles de esta boda que además de divertida estuvo llena de momentos mágicos, desde la sesión preboda, inmortalizados por Irán Gómez Fotografía.
Una clásica y espontánea propuesta
El 5 de mayo de 2017, al cabo de tres años de noviazgo, Daniel preparó todo para declararle su amor a Karla en Dallas, Texas. Él la llevó a un hermoso parque en el centro de esa ciudad con el pretexto de reunirse con sus familiares. Pasearon, conversaron y al cabo de una hora se sentaron a descansar en una banca, cuando de pronto Daniel se arrodilló frente a ella, sacó una cajita, le expresó que quería que estuvieran juntos por siempre y le preguntó: “¿Te quieres casar conmigo?” Karla no podía de la emoción y entre el llanto de felicidad contestó con un eufórico ¡sí, quiero!
Cómplices de metas y de un amor incondicional
Sin duda esta pareja se complementa en muchos sentidos. En lo profesional, escogieron carreras muy afines y en sus tiempos libres disfrutan paseando juntos, conociendo nuevos lugares y bailando que es una de sus grandes pasiones.
Karla aprecia mucho todos los detalles y esfuerzos que Daniel hace para que ella se sienta bien y feliz, así como la forma en la que le demuestra lo mucho que la ama. Mientras que Daniel, admira la forma en la que Karla afronta cualquier situación y la manera en la que lo protege, consiente y cuida día a día… No pueden estar más enamorados.
Y el día llegó…
Preparados para la ocasión, ambos seleccionaron cuidadosamente su outfit nupcial. Daniel hizo realidad su sueño de vestirse de “pingüino” y esperó a Karla muy emocionado en el altar para unir sus vidas en un elegante frac, que lo hacía lucir, además de varonil, como todo un caballero.
Por su parte, Karla lucía un hermoso vestido de novia corte princesa con un espectacular escote ilusión, que no le fue difícil elegir porque desde que lo vio supo que ese era su vestido. Completó su look con un maquillaje que resaltaba sus facciones y un peinado recogido elegante adornado con una brillante tiara que la hacía lucir hermosa tal y como siempre lo imaginó desde que era una niña.
La ceremonia religiosa fue en una colorida parroquia de Ocampo, Guanajuato y ambientada con un coro que terminó de darle el tono tan emotivo que la caracterizó.
Una celebración estilo vintage
La recepción fue al aire libre y de estilo vintage en una quinta de ensueño también en el Municipio de Ocampo, Guanajuato. La iluminación compuesta por varias hileras de focos, así como los arreglos florales para boda y el mobiliario fueron los elementos más representativos de la decoración al crear un ambiente propicio para que los invitados se divirtieran y compartieran su alegría con los recién casados.
La bienvenida a la recepción la protagonizaban las iniciales de sus nombres con letras XXL, rodeadas de hermosos arreglos de flores sobre columnas de madera. Los coloridos arreglos florales también eran parte de la mesa nupcial y la del pastel de boda, adornado con hermosas flores naturales y los nombres de los novios en dorado sobre el último piso, dándole un toque realmente elegante.
La ambientación musical corrió a cargo de un DJ, amigo de la pareja, y de un grupo norteño que, en palabras de los novios, lograron el complemento perfecto. Las expectativas fueron superadas, ya que la pista no se quedó vacía en ningún momento. Asimismo, el mariachi estuvo presente creando un ambiente muy festivo y alegre entre todos los participantes.
Los novios se llenaron de satisfacción al ver la alegría con la que sus familias disfrutaron y gozaron la boda de principio a fin, razón por la cual están muy agradecidos con cada uno de los proveedores que les ayudaron a que su Día B fuera tal y como lo soñaron.
El primer baile más especial
Uno de los momentos más especiales de la boda para los dos fue el vals y no solo porque la canción significara mucho desde su noviazgo, sino por la atmósfera que se creó. Para Daniel fue muy representativo ver a Karla tan sonriente y plena en ese momento y ambos disfrutaron del buen ambiente y el cariño que sus invitados les transmitieron durante la pieza musical, quienes además los acompañaron alumbrándolos con bengalas haciendo el momento aún más impactante.
Esta historia no termina aquí porque aún tienen pendiente su luna de miel, que por cuestiones de trabajo tuvieron que posponer hasta las próximas vacaciones. Sin embargo están felices de la aventura que inician y sobretodo de compartir cada uno de sus días en compañía del otro.