Tradición sazonada con adrenalina: la boda de Luis y Elena

¿Nunca les pasó que, de tanto conocer a su pareja, son capaces de leer su mente y hasta adivinar, antes que él, que se está enfermando de gripa? Aunque Elena no vio venir la propuesta de matrimonio que le tenía preparada Luis, esto de la telepatía les pasa muy seguido. Ahora estas dos almas ya sellaron su camino juntos.

Luis y Elena se conocieron en Salina Cruz, Oaxaca, lugar al que ambos llegaron desde sus respectivos orígenes por cuestión de trabajo. Ella, originaria de San Luis Potosí, y él, de Guadalajara, comparten muchísimas cosas. Y aunque se dicen "hechos a la antigua", siempre les encantó la adrenalina de pasearse por los rincones más interesantes de México junto a su hijo.

Desde un principio, hicieron clic y supieron que eran el uno para el otro y están conectados en casi todo. Con el paso de los años, han sabido complementarse y entenderse en todos los sentidos, ¡hasta en la gastronomía!

Empezaron el año con buen pie

A esta pareja les gustan las tradiciones; es por eso que ambos sabían que era cuestión de tiempo que la vida los pusiera a caminar uno al lado del otro hacia un mejor futuro. Lo que no esperaba Elena es que su novio le propusiera matrimonio en Año Nuevo.

Imaginen la escena. Toda la familia reunida para recibir el nuevo año. Risas, emociones, balance del año que pasó y propósitos para el que estaban recibiendo. Hacer ejercicio, ponerse a dieta, dejar de fumar, viajar más, ahorrar para cambiar de carro... Son algunos de los propósitos más comunes. Hasta que llegó el turno de Luis, quien después de desear prosperidad a sus seres queridos, confesó que su meta para los siguientes 365 días sería llevar a Ely al altar.

Así, frente a toda su familia, le pidió ser el compañero de vida con el que comparta cada minuto de sus alegrías y tristezas, ¡aunque esperando que estas últimas sean pocas! Toda la familia estalló de alegría y emoción. Después de los aplausos y las lágrimas de felicidad, siguieron los mejores deseos para este nuevo compromiso. ¡Esto sí que es un buen motivo para brindar!

¡Se llegó el gran día!

La fiesta tuvo lugar en Xochimilco, en el Distrito Federal. En ella estuvieron presentes familiares no solo de la Ciudad de México y de sus respectivas ciudades natales, sino de diferentes lugares: Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Querétaro. A fin de cuentas, teniendo a sus seres queridos tan repartidos, era complicado organizar una fiesta pequeña. Sin embargo, su hijo fue el testigo más importante en esta boda.

Todo inició con la celebración religiosa, en la que Elena lució su vestido de novia con unos bordados en color verde inspirados en la naturaleza. Mientras, Luis vistió un traje gris con corbata y boutonniere color salmón. De allí, pasaron a la recepción, que se llevó a cabo en el Jardín Salesiano, donde estuvieron acompañados de toda su familia, quienes la pasaron fenomenal, disfrutando y bailando junto a los novios.

El estudio encargado de capturar los preciosos instantes del enlace y la recepción de Luis y Elena fue Paulo May Fotografía. El resultado fueron unas imágenes llenas de alegría y felicidad que esta pareja guardará con mucho cariño a pesar del paso de los años.