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Bodas

La sonrisa de las almas gemelas: la boda de Mariana y Rafael

Mariana y Rafael se conocieron en la boda de unos amigos sin saber que pronto ellos mismos se unirían para toda la vida. ¡Entérate de esta historia de amor y revive los mejores momentos de su boda!

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Néstor Winchester Fotógrafo

La historia de esta boda se remonta a una boda anterior: Mariana y Rafael se conocieron cuando sus amigos en común contrajeron matrimonio en una paradisiaca isla venezolana llamada Los Roques. Mariana es originaria de Venezuela y Rafael es mexicano. Aunque durante aquella boda no tuvieron la oportunidad de interactuar extensamente, Rafael pudo pedirle su número de celular a Mariana durante un baile.

De vuelta en México, Rafael y Mariana iniciaron una comunicación de larga distancia. Él pudo hacer un par de viajes a Caracas y ella pudo hacer algunos viajes a México, de manera que siempre demostraron su intención de reunirse. Finalmente, Rafael le pidió a Mariana que viviera a su lado en México. Más tarde, en un viaje a Chicago, mientras cenaban en un barco iluminado por velas, Rafael le pidió a Mariana que se casaran y ella aceptó.

Se casaron en “Villas San Vicente”, en el romántico puerto de Acapulco. Reservaron toda la villa para que sus invitados y amigos se alojaran cómodamente mientras los acompañaban en esta importante festividad. La boda civil contó con la presencia de los seres queridos más cercanos a la pareja, por lo que fue una ceremonia muy íntima. Su boda religiosa se realizó un día más tarde, en la playa.

Hay quien dice que las sonrisas de Mariana y Rafael son idénticas, y cuando vemos las fotos de Néstor Winchester Fotógrafo, podemos saber lo felices que son juntos. Delante del documento que los asociaría definitivamente como matrimonio ante la sociedad, Mariana y Rafael se toman de las manos con firmeza. Aunque la única ambientación para esta ceremonia era el ambiente playero y una mesa, la atmósfera estuvo cargada de emotividad. Su mesa tuvo una decoración minimalista con flores y velas, demostrando que sólo unos detalles son necesarios para crear una imagen espectacular e inolvidable.

Para esta ceremonia, Mariana lució un vestido blanco muy ligero y con bonitos detalles calados en el torso y en la apertura de la falda. Su cabello suelto se ondulaba bajo una flor rosa. Rafael, por su cuenta, vistió una guayabera color buganvilia y un pantalón blanco. Los colores violetas encendidos contrastaban con los tonos blancos, generando un tema fresco y lleno de vida. Al terminar la ceremonia, los invitados abrazaron con mucho cariño a los recién casados, y Mariana no pudo contener sus lágrimas de felicidad, mientras Rafael sonreía radiante.

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