La boda de Mauricio y Azaneth: desde siempre y para siempre
Bien dicen que muchos conocemos al amor de nuestra vida a muy temprana edad y que solo con el paso del tiempo vemos con claridad lo que la vida nos tenía preparado. Esta es la historia de Mauricio y Azaneth, ¡No te pierdas los detalles de su boda!
Mauricio y Azaneth se conocieron a la edad de 9 y 8 años respectivamente mientras jugaban con los vecinos a las escondidas en el parque, pero no se imaginaron que su mágica historia apenas comenzaba.
Su relación está llena de magia, son fieles creyentes de que son consentidos por Dios y que gracias a él todo ha sido mágico y lleno de bendiciones en su andar. Mauricio se caracteriza por ser siempre positivo y buscarle el lado bueno a las cosas y gracias a esto, Azaneth ha encontrado un refugio en él, pues sabe que a su lado y con la gran fe que tiene, todo va a estar bien.
Como dice la canción "¡En el mismo lugar y con la misma gente!"
Fue después de 11 años de noviazgo que Mauricio decidió pedirle a Azaneth que pasara el resto de su vida con él. Ella pensaba que a esas alturas no podría sorprenderla, pero en el fondo esperaba la llegada del día en que le entregara su anillo de compromiso. Sin embargo, lo que ella no se imaginaba es que se lo entregaría en el mismo lugar donde le pidió que fuera su novia.
Nos comparten que después de un día maratónico de paseo con la visita de sus familiares, se reunieron en casa de Mauricio y ya con todos reunidos y cómplices de lo que estaba a punto de suceder... Llegaron el mariachi, las flores, la mejor amiga de Azaneth y, delante de todos, Mauricio hizo la pregunta más esperada: “¿Te quieres casar conmigo?”
Una boda mágica
La boda se celebró en Mazatlán, Sinaloa, en el hotel Riu Emerald Bay, a la orilla de la playa, donde se llevó a cabo la ceremonia civil junto a sus familiares y amigos. Ella llevaba un vestido de novia corte sirena y él vistió un traje de manta especial para la playa. Todo en su boda fue mágico, cada detalle y momento, desde la decoración del pastel con flores naturales hasta el primer vals de pareja. Además, también tuvieron una excelente compañía de amigos y familiares. ¡Todo era como un sueño hecho realidad!
Sin duda alguna, uno de los momentos más emotivos para Azaneth fue el vals con su mamá, pues es su mejor amiga y su compañera desde chiquita. Ante tal cúmulo de emociones, aparecieron las lágrimas, que terminaron tiñéndose de la alegría de saber que no había perdido a una hija, sino que había ganado a un yerno.
Y como nunca faltan los imprevistos, una semana antes del gran día Azaneth, de los nervios, no estaba comiendo como era regular en ella, así que el vestido de novia le quedó un poco grande. Sin embargo, gracias al ingenio mexicano y a un botiquín de emergencia de la novia, pudo lucir su increíble vestido sin que nadie lo notara.
Ambos podrán revivir por siempre los mejores momentos de su boda gracias al excelente trabajo de Sirena Fotografía. La piel chinita, los rostros de felicidad, los nervios previos al “sí, acepto”… Todo ese cúmulo de sensaciones los acompañarán cada vez que repasen las imágenes del álbum de boda. ¿Quieren acompañarlos en este viaje?