Una boda romántica en Mazatlán: la celebración de Roberto y Gaby

Roberto y Gaby empezaron la nueva etapa de su vida viajando desde Chihuahua hasta Mazatlán. Sus amigos y familiares los acompañaron en el trayecto y celebraron todos juntos una boda alegre y glamurosa, en la que el color blanco iluminaba cada detalle de la ambientación y cada sonrisa de los asistentes.

La boda religiosa de Roberto y Gaby se celebró en la iglesia “Sagrada Familia”. Roberto esperaba a Gaby junto al altar mientras ella caminaba con su largo velo sostenido por un adorable pajecito. Fue una ceremonia entrañable y acogedora, en la que los novios sellaron su unión emotivamente. Al terminar, les esperaban carteles divertidos y tiernos, que festejaban la unión. El matrimonio civil tuvo lugar en la playa, al caer el sol. Los novios estaban tranquilos y se tomaban de la mano con firmeza, de frente al mar y rodeados por sus seres queridos. Los farolitos brillaban entre las palmeras y detrás del altar se divisaban las letras L O V E.

La recepción se llevó a cabo en el Hotel Riu Emerald Bay. El tema de la boda fueron los colores pastel, destacando el rosa y el blanco. No sólo se coordinó la ambientación, sino que el vestuario de las damas de honor y los best men también tenía suaves tonalidades. Las flores blancas y rosas florecían en cada rincón: en el ramo de Gaby, en la decoración de la iglesia, en los ramitos de las damas, en el ojal del novio, en los arreglos del salón y hasta en el cofre de su transporte de bodas.

Gaby lució un vestido blanco, entallado y escotado en la espalda. Las mangas y el torso del modelo tenían bellísimos detalles bordados y transparencias que configuraban el sofisticado efecto tatuaje. Su velo caía desde su cabello recogido y ondulaba al ritmo de su caminar. Roberto, por su parte, usó un traje formal de tonos claros y corbata gris, cumpliendo a la perfección el código de vestimenta para bodas en la playa.

Los invitados de la boda disfrutaron de los apapachos y detalles que los novios prepararon con mucho esmero. Entre las diversiones de la noche destacó el “FunPix”, en el cual los invitados pudieron disfrazarse y jugar con piezas de utilería mientras se capturaba cada momento en fotografías instantáneas. Este es uno de los servicios que Cropix Foto Studio ofreció a los novios, junto con las románticas imágenes del resto de la celebración, las cuales fueron capturadas por el fotógrafo croata Ivan Majstorovic. El baile y las luces eran irresistibles y los invitados disfrutaron de una fiesta colorida, dinámica e incomparable.

Los novios eligieron como medio de transporte una tradicional “Pulmonía” de Mazatlán. Estos vehículos son los favoritos del turismo, y han estado en circulación durante los últimos cincuenta años, por lo que pasear en el malecón en una pulmonía constituye una tradición. Las pulmonías sustituyeron al antiguo transporte típico de Mazatlán, las “arañas”, que eran carruajes de madera jalados por caballos. Así, Gaby y Roberto renovaron una antigua tradición y la llenaron de romance. El malecón de Mazatlán es uno de los más grandes del mundo y su faro es el más alto del planeta. Es una ciudad ideal para las bodas románticas como la de Gaby y Roberto, quienes demostraron la armonía, el amor y el apoyo mutuo que se manifiestan y que los ha conducido hasta este momento extraordinario.