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Bodas

La novia que nunca querrías ser... Los 7 errores más típicos

¿Te aterra pensar que algo salga mal el día de tu boda? Convertirte en Bridezilla no es la solución. ¡Al contrario! Es uno de los errores que muchas novias cometen. Además de este, te decimos cuáles son los que debes evitar a toda costa.

Hiperventilan, tienen el ceño fruncido, son adictas a tenerlo todo bajo control, viven pegadas al celular viendo imágenes de vestidos de novia o apresurando a su proveedor de centros de mesa para boda... Y a veces gruñen. Todas sabemos detectar a una bridezilla ¡hasta que nos convertimos en una de ellas! Novias hay tantas como mujeres. Si no te has topado con una de estas, tal vez hayas coincidido con una de esas novias que lo deja todo para el último momento, como la repartición de las invitaciones de boda, y a la mera hora le desbordan las tareas. Repasa los errores más comunes que cometen las novias y actúa para no caer en los mismos. Tu salud y tu chequera lo agradecerán.

1. Procrastinar y nunca acabar

Dejar todo para mañana es el camino más seguro hacia el estrés. Si tu lista de pendientes crece sin parar, seguramente termines gastando más por tomar decisiones apresuradas en el último momento. Con una buena planeación, los preparativos pueden simplificarse y, en algunos casos, puedes encontrar promociones o descuentos por realizar tus compras con anticipación.

2. Exagerar en tu arreglo

¿Qué novia no desea verse espectacular? Y en el intento, es muy fácil caer en la exageración de los peinados para boda, maquillaje y accesorios. No es necesario llevarlo todo puesto encima. No querrás recargar tu vestido de novia corte princesa con profundos escotes y excesivas transparencias y cut outs y además ponerte toda la joyería encima y maquillarte como mapache. Menos es más. Y si no te sientes cómoda luciendo tus curvas, tampoco insistas en ponerte un sensual vestido de novia corte sirena. En el afán de llamar la atención o estar a la moda, no trates de proyectar una imagen que no corresponde a tu personalidad. ¡Te sentirás disfrazada!

3. Saturarte de tareas

Las bodas handmade y con elementos DIY (Do It Yourself, "hazlo tú mismo") son encantadoras, pero por muy tentador que sea aprender cómo hacer centros de mesa para boda, evalúa si es algo que verdaderamente disfrutarás o si esto terminará complicando tu existencia. Busca ayuda y, de preferencia, antes de sentir el agua hasta el cuello.

4. Escoger proveedores solo por el precio

¿Todo es caro? Sin una planeación financiera, todo lo será y nadie desea iniciar una vida en pareja con deudas hasta el cielo por no analizar bien qué según nuestro presupuesto, ¿cierto? Los proveedores son tus mejores aliados para todo y, aunque una cotización a precios competitivos juega un papel primordial, el enfoque debe dirigirse más hacia la calidad de su trabajo. Tampoco vayas a gastar más de lo que puedan permitirse. Encontrar los mejores servicios requiere tiempo y paciencia. Solicita todas las cotizaciones y pruebas que necesites, compáralas y si contratas un wedding planner, cerciórate de conocer a todos los que participarán en tu boda.

5. Esperar milagros a última hora

Salir de la zona de confort puede ser sorprendente y, tomando en cuenta que implica un proceso de adaptación, no es recomendable dejar para una semana antes de la boda los cambios de look, tratamientos para el cuidado de la piel, dietas, blanqueamientos dentales o bronceados, ¡mucho menos un día antes!

6. No definir un estilo

Y por esta razón, la armonía se pierde. Antes de sumergirte en ese catálogo de ramos de novia, peinados, maquillaje y accesorios, visualiza todo el contexto de la celebración y elige la estética que vaya más acorde con tu personalidad. Este será tu punto de partida para todo. Lo mismo sucede con la decoración: carece de sentido mezclar sin ton ni son invitaciones de boda elegantes, originales centros de mesa de madera, recuerdos handmade y más. Seamos sinceras: no es una de las mejores propuestas para boda que digamos.

7. ¡No disfrutar el gran día!

Se trata del día de sus sueños y están junto a la persona que más aman. ¿Por qué no lo disfrutarían? Pensar que todo debe salir perfecto es desgastante. Llegar súper estresada e incluso alterada a la ceremonia es un error que, por más que te arrepientas, nunca podrás enmendar. No olvides que son momentos que jamás se repetirán.

¿Realmente se desmorona el mundo si a las flores de tu ramo de novia se le cayeron tres pétalos o si amanece con algo de viento y peligra el tipo de trenzas semisueltas que elegiste llevar? Así que, descansa, relájate, desconéctate de vez en cuando de los vestidos de novia y de los preparativos para que no los alucines y recuerda que la reina eres tú. ¡Sé feliz e intenta no caer en ninguno de estos errores!