Testigos de la boda católica: ¿reúnen todos los requisitos?
¿Los testigos de boda deben estar bautizados? Esta es solo una de las preguntas que los novios se hacen al empezar los trámites para su unión por la Iglesia. Es hora de responder estas dudas: aquí sabrán los requisitos básicos para elegir testigos.
A diferencia de lo placentero que puede ser buscar el pastel de boda, la comida, la música y las flores del ramo de novia natural, los trámites y requisitos pueden parecer interminables. ¡No se abrumen! Dejen de postergar el papeleo para poder dedicarse en cuerpo y alma a elegir las invitaciones de boda. Vayan paso a paso: prepárense para elegir a sus testigos con esta información.
Dos momentos: presentación y ceremonia
En el protocolo de la boda católica hay dos grandes etapas. La que seguro acapara todos sus pensamientos es la parte espiritual, que es la ceremonia con la misa y el rito del matrimonio que se celebrará en la iglesia que ustedes eligieron.
Pero también deben tener en cuenta la presentación de la pareja al templo. Esta debe llevarse a cabo en la parroquia correspondiente al domicilio del novio o de la novia y es el procedimiento en el cual los prometidos, con cita previa, entregan toda la documentación para cumplir con los requisitos y trámites religiosos.
A esta presentación, los futuros esposos tendrán que ir acompañados de sus testigos, que pueden ser los mismos u otros diferentes a los del día de su boda, que serán quienes firmen el acta de matrimonio religioso.
Los testigos de presentación tendrán que dar fe sobre la relación de los novios en una entrevista privada. Los testigos para las actas, por otra parte, son quienes firmarán el documento que sellará el matrimonio el día de la boda. Aunque puede tratarse de las mismas personas, ambos tipos de testigos tienen diferentes tareas.
Los testigos de presentación
Independientemente del templo donde vaya a ser la celebración, los testigos de presentación deben presentarse en la parroquia que corresponde al domicilio de alguno de los novios para una entrevista o presentación previa a la boda. Para esta reunión, cuyo objetivo es constatar que la relación es auténtica, se solicita que se presenten antes de que se publiquen las amonestaciones de matrimonio. Es decir, al menos tres meses antes de la boda.
Aunque tendrán que acompañarlos los novios, esta entrevista es privada y solo estarán presentes los testigos y el párroco. Se les preguntará a los testigos por cuánto tiempo han conocido a los novios, si dan fe de que su matrimonio se celebrará de forma voluntaria y si consideran que están comprometidos a cumplir con las obligaciones del sacramento. También se les cuestionará si conocen algún impedimento para que la boda se realice.
Esta entrevista quedará registrada y los testigos deberán firmarla. Los testigos de presentación no tienen ninguna función en la misa, salvo que los novios les pidan participar también como testigos en el acta de matrimonio católico. Su función también es compatible con ser padrinos de lazo, de arras o de aquello que ustedes estimen. Si ellos les ofrecen corresponder el honor de ser sus testigos con una ayuda para sufragar los gastos de los recuerdos de iglesia para boda o algún otro elemento, acéptenlo; lo harán de corazón.
¿Quiénes pueden ser testigos de presentación?
Aunque no tendrán que demostrarlo con pruebas documentales, en todas las parroquias les pedirán que sus testigos de presentación sean dos personas mayores de edad que conozcan bien a la pareja. Para cumplir con esto, hay novios que confían este papel a sus padres, hermanos, abuelos, pero hay iglesias que solicitan que este rol no recaiga en familiares. Así, podrían designar a amigos muy íntimos, vecinos, compañeros de estudios o de trabajo que los conozcan bien a ambos. En cualquier caso, los testigos deben asistir con una identificación oficial.
Conocer bien a los contrayentes es el principal criterio, pero existen templos en los que se condiciona que los testigos tengan un tiempo específico de convivir con la pareja que está próxima a casarse. También, aunque el ordenamiento canónico no exige que deban estar bautizados, hay iglesias que piden que hayan recibido los sacramentos de la Iglesia. Ante todo, es muy importante que sigan al pie de la letra las instrucciones de su parroquia: cada iglesia puede tener diferentes requerimientos o pedir condiciones muy particulares para los trámites de boda.
Los testigos de la ceremonia
Los testigos de boda o de ceremonia son los que firman las actas de matrimonio en la iglesia, una vez que se administra el sacramento y la misa nupcial ha terminado. Su papel se suele confundir con el de los padrinos de velación, cuya misión es la de velar por la salud, la unión y el bienestar de la pareja. Sin embargo, la función de los testigos se limita a dar constancia de su unión. Aunque los novios pueden depositar su confianza para que las mismas personas desempeñen ambas funciones, no todo testigo es padrino y viceversa.
Para que cumplan lo mejor posible con su participación en la misa, se aconseja que tanto padrinos como testigos estén sentados en las primeras filas. Generalmente, se les suele invitar a participar con una lectura en la misa. Aunque siempre es aconsejable consultar en el mismo templo las condiciones, muy probablemente, para elegir a sus testigos de ceremonia encontrarán mayor flexibilidad. Sí será indispensable que sean mayores de edad y presenten sus identificaciones oficiales.
Una vez tengan claras las condiciones que les marcará su parroquia, asegúrense de comunicar a sus testigos de presentación y de ceremonia qué papel les tienen reservado mucho antes de entregarles las invitaciones de boda en mano. Y tampoco olviden agradecer su presencia y participación con un recuerdo para boda original especialmente dedicado o una mención en el brindis del banquete. Sus testigos los conocen mejor que nadie y los apoyarán siempre que los necesiten. ¿Ya designaron a los suyos?