Luna de miel en Bélgica: los mejores paseos para un viaje inolvidable

Por su ambiente histórico, su efervescencia cultural y la tranquilidad de sus paisajes, Bélgica es la locación perfecta para una luna de miel de cuento de hadas. Si están buscando el mejor lugar para relajarse después de la búsqueda de invitaciones de boda, banquete, música y recuerdos para boda, en este destino descansarán al máximo ¡o todo lo contrario! Digan adiós a los arreglos de mesa para boda y saluden a las excursiones más románticas. Hospédense en un hotel con vista a los canales o con diseño vintage y prepárense para vivir un viaje inolvidable.

El país del chocolate es pequeño y el transporte entre sus principales ciudades es muy eficiente, así que no les será difícil programar varias rutas por diferentes lugares. Y piensen que estas 10 actividades son solo el comienzo.

1. Explorar el Lago del Amor y los canales de Brujas

El Minnewaterpark, en Brujas, es el parque que rodea al conocido como Lago del Amor, que suele estar lleno de cisnes. La leyenda cuenta que un amante trágico abrió las aguas para enterrar las estrellas en el lago, como un símbolo de su amor eterno por su amada, una doncella de nombre Minna. La excursión es un momento perfecto para dedicarse esos pensamientos de amor cortos que no cupieron en la carta de los votos matrimoniales.

Desde sus aguas apreciarán la arquitectura colonial de Brujas, una ciudad llena de romance que se encuentra a hora y media de distancia de Bruselas, la capital, si viajan en tren. Sin duda, podrán disfrutar de una mágica caminata tomados de la mano o compartiendo unos chocolates belgas, perfectos para tomar energía y continuar el viaje. ¿Por qué no embarcar alguno de los minicruceros por los canales de Brujas para descubrir esta ciudad con una historia tan comercial?

2. Hacer un tour gastronómico

Bélgica tiene tres museos del chocolate: uno en Bruselas, otro en Koekelberg y uno más en Brujas. Además, es el país perfecto para disfrutar de un delicioso waffle. Si lo que buscan es variedad de bebidas, el país es productor de grandes marcas de cerveza y también está lleno de cervecerías pequeñas. Por ejemplo, en el famoso Delirium Café, en Bruselas, donde encontrarán más de 400 tipos de cerveza.

Pero, si lo que quieren es una experiencia única, relájense tomando un café al aire libro junto al río en Gante, otra ciudad situada entre Brujas y Bruselas y muy accesible por carretera o tren. Desde el puente de Sint Michelsburg disfrutarán de la vista más espectacular del río Lys.

3. Pasear en carruaje... o en bici

Ya sea que quieran disfrutar de un paseo muy fantástico en un coche tirado por caballos o que prefieran perderse a pie por las calles, se dice que cualquier camino los llevará de regreso a la Grote Markt de Brujas, su plaza principal. Casitas de colores, iglesias y esculturas religiosas aparecerán en cada paso ante sus ojos. Si se animan, también pueden rentar unas bicicletas, el vehículo por excelencia de los locales.

4. Conocer los Invernaderos Reales

¿Quieren un lugar para posar increíble con un vestido para fiesta de jardín o una fresca camisa? Los Invernaderos Reales de Laeken están en Bruselas, la capital de Bélgica. Son un conjunto de invernaderos cálidos que albergan todo tipo de especies exóticas. Están rodeados por jardines, bosques y lagunas, esperando que los lunamieleros los recorran.

5. Explorar el centro de Bruselas de noche

En el día, Bruselas ofrece museos de arte, tiendas de chocolate e incluso una réplica de Europa en miniatura en Bruparck, junto al moderno monumento del Atomium. Pero, de noche, podrán pasear con tranquilidad por la Grand Place, nombrada Patrimonio de la Humanidad, y admirar la impresionante arquitectura de Bruselas.

¿Sabían que en un edificio de esa plaza Karl Marx escribió su Manifiesto Comunista y que solo a unas calles podrán ver el Manneken Pis, la simpática escultura de un niño orinando que, muchas veces está vestido con indumentarias de lo más variopintas? Debido a la gran afluencia de turistas durante el día, las últimas horas de la tarde y la noche son las mejores horas para este paseo. Empaquen un vestido de noche corto y zapatos cómodos, porque Bruselas los espera.

6. Capturar la mejor vista desde las alturas

En Gante, además de sus cafés, no se pueden perder sus vistas. Tiene cuatro miradores desde los cuales podrán apreciar todo el esplendor de esta ciudad belga. La Catedral de San Bavón, la Iglesia de San Nicolás y el Castillo de los Condes (Gravensteen) son monumentos emblemáticos de la arquitectura medieval de la ciudad. El Campanario de Gante es una torre de 91 metros de altura que les ofrece una perspectiva única desde el corazón de Gante.

7. Recorrer la ruta de Rubens

Amberes, ubicada a 50 minutos en auto de Bruselas, es la ciudad natal del célebre pintor barroco Peter Paul Rubens. Allí podrán visitar la casa del pintor, el Museo de las Bellas Artes y ver las obras de Rubens en la Iglesia de San Carlos Borromeo. No olviden subir las fotos de su viaje a su web de boda. Sin duda inspirarán imágenes de invitaciones de boda y paseos de otros futuros lunamieleros entre sus amistades y familiares.

8. ¡Conocer castillos!

Hagan una ruta de castillos por conocer: ¡Bélgica está llena de ellos! En Amberes encontrarán el Het Steen, una fortaleza de piedra que tenía como propósito soportar las invasiones vikingas. A una hora de distancia encontrarán el Castillo de Vêves, en Celles. Además de callejonear en esta ciudad medieval, podrán hacer un crucero por el río Mosa. Partiendo de aquí y viajando una hora más en auto, encontrarán el Castillo-Fortaleza de Bouillon, envuelto en montañas y cascadas.

9. Perderse en la naturaleza europea

A tan solo media hora en auto de Bruselas encontrarán el Bosque de Hallerbos, lleno de jacintos azules e ideal para caminar juntos por horas. Hainaut, a una hora y 20 minutos de la capital belga, les ofrece Pairi Daiza, un paraíso con jardín botánico y zoológico. Y si prefieren una ruta más misteriosa, a solo unos 20 minutos de distancia encontrarán las Grutas de Han, un paisaje subterráneo y el paseo perfecto para vivir una aventura.

Si quieren acampar al puro estilo glamping, solo tienen que trasladarse una hora y 40 minutos desde Bruselas para llegar a Ardenas: entre sus colinas encontrarán posadas y cervecerías tradicionales.

10. Recorrer silenciosas abadías

En Vresse-sur-Semois, una ciudad cercana a Ardenas, encontrarán la Abadía de Orval y la Abadía de Nuestra Señora de Scourmont. Además de sus vistas espectaculares, conocerán la historia de la frontera franco-belga e incluso podrán consumir cerveza trapense. En Brugelette conocerán la Abadía de Cambron, un antiguo edificio en el que el tiempo se detendrá para permitirles disfrutar de la máxima calma.

¿Cuándo viajar a Bélgica? 

Si el clima es importante para ustedes, deben saber que en las regiones de Bruselas y Flandes, donde están los destinos más turísticos, los inviernos son fríos, con temperaturas entre los 0ºC y los 10ºC y hay algunos días de nieve, especialmente en enero y febrero.

Los veranos son más agradables y no muy calurosos, pues las máximas rara vez superan los 25ºC. Eso sí, consideren que Bélgica es un destino muy lluvioso durante todo el año, ¡pero es parte de su encanto!

La temporada alta es verano, por lo que los boletos de avión y el alojamiento pueden ser un poco más costosos en esa estación, sobre todo, si no lo planifican con mucho tiempo. ¿Por qué no pedir cotizaciones a agencias de viajes especializadas en lunas de miel? Seguro que encuentran un paquete a su medida.

¿Les gustó todo lo que vieron y leyeron? Si extrañan la sensación de ver imágenes de pasteles de boda, organizar las mesas y buscar los centros de mesa para boda, lo que necesitan es desconectar y viajar a Bélgica. Sus mentes y sus corazones se encontrarán en un solo lugar lleno de magia ¡y mucho chocolate y cerveza!