Luna de miel en Mazatlán: mucho más que sol y playas

Hay quienes eligen el paraíso de Mazatlán para entregar el anillo de compromiso a su pareja. Otras parejas lo escogen como locación para su boda. Imagínense: luciendo un precioso vestido de novia y un traje de lino, caminando sobre la suave arena hacia el altar, bajo un gazebo con flores a juego con las del ramo de novia. ¡Muy romántico! Pero Mazatlán también es un destino idóneo para disfrutar de una cálida luna de miel. 

Situada al noroeste de México, Mazatlán es una de las Perlas del Pacifico. Una ciudad de bellos paisajes (no solo playas), clima acogedor, tradiciones, agitada vida nocturna y un sinfín de actividades y lugares que la hacen perfecta para compartir en pareja. Y, cómo no, ¡ideal para el primer viaje de casados!

En el corazón del centro

Para un agradable paseo, visiten la Plazuela Machado. Esta preciosura tiene arquitectura de influencia española y francesa, lo que la convierte en una de las plazas más visitadas y atractivas de Mazatlán. Las mansiones coloniales y la música en vivo harán de su visita algo inolvidable. Dentro de la plaza encontrarán varias cafeterías perfectas para recordar los grandes aciertos de su boda, como las lecturas que eligieron para la ceremonia religiosa, el primer baile o el sabor de su pastel de boda elegante.

¿En busca de arte y cultura?

Muy cerca, se levanta un mítico edificio conocido como los "Portales de Cannobio", por el apellido de la familia que adquirió el inmueble hace más de 100 años. En esa finca, un boticario italiano llamado Luis Cannobio instaló su establecimiento a finales del siglo 19. Se cuenta que en su laboratorio elaboró una poción a la que dio el nombre de “la Diosa Venus”, la cual comerció como un remedio para regresar a un estado de eterna juventud. Muchas jóvenes de Mazatlán y de otros lugares llegaron para comprarla, lo que le reportó jugosas ganancias. Hoy, más allá de esta anecdótica historia, este espacio es un museo para acercarse al mobiliario y la decoración de la época.

Construcciones de 200 años, casonas, calles coloridas, enormes jardines con amplios árboles... Así es Mazatlán. Visiten el esplendoroso Teatro Ángela Peralta, la Escuela de Artes Plásticas y el Museo Arqueológico de Mazatlán. Y en caso de que alguno de ustedes sea fan de Pedro Infante, no dejen de visitar el Museo El Rincón. En sus salas se exhiben los trajes de charro que el actor y cantante portó durante sus películas, discos, fotografías de su niñez y, por supuesto, la casa donde nació Pedro Infante. 

Mazatlán tiene la catedral más hermosa del noroeste de México. ¡Sí, como lo leen! La más hermosa por su fachada y pasado neogótico, influencias que, de igual manera, se reflejan en su interior en forma de arte ecléctico. Así que no dejen de tomarse fotografías frente a ustedes la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción.

Sabores mazatlecos

Si están en busca de un sitio que los haga experimentar con todos los sentidos, a unos pasos tanto de la basílica como de la Plazuela Machado, los espera el Mercado Municipal José María Pino Suárez. ¡Gran recomendación! Además de ser el lugar donde muchos mazatlecos surten sus refrigeradores y despensas, también atrae a los turísticas. En él hallarán dulces típicos, quesos, frutas, verduras y productos de los más frescos. El mercado también tiene puestos donde se venden artesanías, ropa y souvenirs de la región. ¿Alguno se parece a sus recuerdos para boda originales?

¿Qué tal hacer una parada para tomar un jugo de frutas y degustar unos suaves y unos coricos? Los suaves son unos pequeños dulces de bombón y coco, mientras que los coricos son unos bizcochos de maíz con forma de rosca. Si ya es la hora de la comida, no pueden irse de Mazatlán sin degustar un aguachile o cualquiera de los pescados y mariscos sinaloenses en cualquiera de sus múltiples presentaciones.

En Sinaloa, no todos los peces se comen

En Mazatlán no solo pueden comer pescado, sino también practicar la pesca deportiva de atún, tiburón, dorado y vela. Pero todo de manera controlada, responsable y sostenible, pues existen programas de conservación que promueven la captura y suelta. Los equipos profesionales con los que podrán rentar todo el equipamiento les enseñarán a escoger bien sus anzuelos para no matar al pez al momento de pescar. Por otra parte, podrán viajar en barco, yate o lancha para disfrutar de las hermosas vistas. ¡Aguas! Para realizar la navegación es necesario que verifiquen que el tour que soliciten tenga la licencia que expide la Semarnat.

Y si el mundo de la pesca les interesa, con más de 50 estanques, el Acuario Mazatlán es un vasto museo marítimo con gran finalidad didáctica y lúdica. En eél que no solo podrán aproximarse a las especies acuáticas autóctonas, sino que también aprenderán los métodos de pesca de diferentes partes del mundo. Además de conocer el precioso acuario, visiten el jardín botánico, el cocodrilario, ranario y aviario. Y si lo desean, ¡también tendrán la oportunidad de nadar con lobos marinos, rayas y tiburones!

Las playas del Pacifico mexicano

No pueden pasar por Mazatlán sin visitar alguna de sus playas. ¿Las más especiales?

• Isla Venados. Lo mejor de esta playa es que es perfecta para practicar snorkel, pues adentrarse al mundo marino les abre las puertas a miles de especies de peces. Para llegar a Isla Venados tendrán que viajar en velero, lancha o kayak, así que chequen los mejores (y más seguros) paquetes para disfrutar este paraíso de corriente tranquila. Y si no quieren tantas emociones, sus olas ligeras permiten nadar con tranquilidad.
• Playa Gaviotas. Ubicada en la Zona Dorada de Mazatlán, se caracteriza por sus aguas tranquilas, azuladas y suave arena. Es un sitio perfecto para descansar un rato, tomar baños de sol, nadar, practicar paracaidismo o jugar voleibol. ¡Alisten ropa cómoda, trajes de baño, bloqueador o bronceador y uno que otro vestido de fiesta para playa!
• Playa Sábalo. Con una extensión de dos kilómetros, esta playa se encuentra en el perímetro de zona hotelera de la avenida Camarón Sábalo y al norte de Playa Gaviotas. Pueden combinar un plan de apacible descanso con la intensidad de aprender a surfear o el placer de satisfacer al paladar en los restaurantes y bares de gastronomía regional. Si les gustan las alturas, por nada se pierdan pasear en paracaídas.

"Que la vida es un Carnaval..."

Mazatlán es la sede de uno de los carnavales más antiguos de México, así que si viajarán en febrero, no pueden perdérselo. Esta festividad es la más esperada del año por habitantes y visitantes. La alegría, el color y la diversión siempre son protagonistas de esta celebración, que inunda de baile y música cada rincón del puerto sinaloense. Durante la fiesta, se corona a la reina del carnaval y se llevan a cabo excelsos desfiles. Este es un excelente pretexto para vestir ropa muy colorida e incorporar flores naturales en un peinado recogido que te permita bailar con mayor libertad. ¿Y qué música no puede faltar en Sinaloa?

¡Que retumbe la tambora! La banda es una tradición en Mazatlán; es un género que forma parte de su folclor y siempre ha formado parte de las fiestas locales. Durante todo el año, se llevan a cabo conciertos de agrupaciones de banda, así que si están interesados, consulten la agenda de las oficinas de turismo de la ciudad y pregunten por las presentaciones más recomendables.

Vida nocturna

La luna se erige en lo alto del Malecón para iluminarlo y convertirlo en uno de los sitios preferidos de habitantes y turistas. La noche adopta a todos para que caminen y disfruten de la preciosa vista, disfruten de cocteles, pláticas interesantes, bares y restaurantes que se pintan con música de banda. Así que por nada olvides un vestido de fiesta corto y zapatos cómodos para disfrutar de la larga noche que les espera en el Malecón.

Después de la ansiosa espera que pasaron por que llegara el gran día B, de ver el resultado del pastel de boda y los deliciosos postres temáticos de la mesa de dulces para boda, les aguarda la luna de miel. La lista de actividades y sitios por visitar es interminable, así que recarguen sus pilas disfrutando de una luna de miel en Mazatlán, la tierra del color y la música alegre.