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Bodas

Luna de miel en Perú: viaje al corazón de los incas

Edificios históricos, zonas arqueológicas, escenarios naturales, turismo de aventura y una mezcla cultural única en Sudamérica los espera si deciden hacer de su luna de miel una fascinante experiencia recorriendo los lugares más atractivos de Perú.

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¿Se imaginan pasear sus pensamientos de amor por las empedradas calles de Cusco, emprender la ruta al milenario Machu Picchu o hacerse una sesión de fotos posboda con el vestido de novia en la Plaza Mayor de Lima? Con la entrega del anillo de compromiso comienza la organización de la boda, ¡pero también la planeación de la luna de miel! Y Perú es uno de esos destinos de viaje que marcan huella.

La luna de miel es una metáfora del viaje de vida que están a punto de empezar, un homenaje al amor y el pretexto perfecto para descansar de los preparativos que los ocuparon en los últimos meses. Quienes valoren tener una luna de miel en Perú, encontrarán en este país sudamericano atractivos únicos y para todos los tipos de viaje. Desde la aventura y misticismo que implica adentrarse en sus zonas arqueológicas hasta el ambiente tradicional y romántico de sus pueblos coloniales.

Hagan a un lado, solo por un momento, los diseños de pasteles de fondant para boda y empiecen a definir detalles de su viaje de casados. Para que valoren la propuesta, les recomendamos seis lugares de magia en Perú y sus principales atractivos para acercarse un poco a la cultura de Perú.

1. Lima

Seguramente, su viaje comenzará en la capital del país. Ubicada en la costa del Pacífico, Lima es uno de los destinos más llamativos y mejor conservados de Perú. Su centro es ya un lugar pleno de atractivos, como la Plaza Mayor, diseñada en la fundación de la ciudad con una hermosa pileta de bronce que data del año 1650. En general, sus calles, casonas y patios conservan intacto el encanto de esa época; recorrerlas es atravesar cinco siglos de Historia.

Encabeza el listado de lugares imprescindibles la Basílica Catedral Metropolitana de Lima y Primada del Perú, cuya primera piedra fue colocada, según la tradición, por el propio Francisco Pizarro. Tampoco pueden dejar de ver la Iglesia y Convento de San Francisco, con hermosos claustros y patios decorados con azulejos sevillanos y el Convento de Santo Domingo. Este último, en 1551 fue escenario de la fundación de la Universidad de San Marcos, la primera de Sudamérica. Como no todo es arquitectura religiosa, les agradará descubrir el Palacio de Torre Tagle, con una impresionante portada de piedra barroca y preciosos balcones de madera tallada.

Al sur del centro de la ciudad de Lima está el distrito de Barranco, con sus atractivas construcciones. Es muy recomendable la visita al Puente de los Suspiros, que, según la leyenda, cumplirá sus deseos si son capaces de cruzarlo sin respirar. Los amantes de la fotografía amarán el Museo Mario Testino (Mate), ubicado en una mansión restaurada del siglo XIX, en la cual se exhibe lo mejor del arte y la fotografía contemporánea nacional e internacional.

Por último, está el Distrito de Miraflores, desde donde podrán admirar todo el circuito de playas, conocido como Costa Verde. Podrán elegir entre recorrerlas con calma, dar un paseo marítimo o sobrevolar Miraflores en parapente.

2. Huarmey

Para visitar Huarmey deben desplazarse unos 300 kilómetros al norte de Lima. Ahí admirarán el Castillo de Huarmey, una pirámide con cámaras funerarias, ubicado solo a 2 kilómetros del Océano Pacífico.

Unos kilómetros más al noroeste, se encuentra el circuito de playas de Tuquillo, que les encantará para estrenar ese vestido para fiesta en la playa que se mantiene a la espera de una ocasión como esta. Si no, pueden practicar otras actividades como bucear, acampar o pescar. La principal de ellas es el Balneario de Tuquillo, una de las mejores playas del Perú, con aguas calmas y frías y con acceso por carretera. Le siguen Maracaná, Antivito y Marín.

Un poco más al norte de Tuquillo también está Corralones, compuesto por siete playas de arena, algo menos accesibles, ya que están flanqueadas por rocas. Entre ellas estás las playas de Pocita, Colinita y Gramita.

3. Nasca

Nasca pertenece a la región centro-sur de Perú. Se ubica casi 450 kilómetros al sur de la ciudad de Lima y su valle está a 520 metros sobre el nivel del mar. Ahí les recomendamos visitar la zona arqueológica Los Paredones y el Museo Antonini, donde admirarán hallazgos recuperados por el Proyecto Nasca, emprendido y administrado por arqueólogos italianos.

Para inyectar un poco de adrenalina al paseo, pueden rentar avionetas para contemplar los geoglifos de Nasca, que son más de 10 mil líneas que reproducen figuras de la naturaleza en una extensión de casi 10 kilómetros. Estas enigmáticas líneas datan de época precolombina y están grabadas en mitad del desierto, a 6 kilómetros de la ciudad. A pesar de la mano del hombre, la mayoría de las figuras se conservan intactas y el clima ha ayudado demasiado a que no desaparezcan, por lo que son un espectáculo obligado si se viaja a Perú.

4. Arequipa

Arequipa se encuentra en la provincia y departamento de Homónimos, mil kilómetros al sur de Lima y es conocida como la Capital Jurídica de Perú. Su clima es bastante agradable (23 grados y humedad del 10%) y está rodeada por tres volcanes que son un deleite para la vista.

Es otro sitio con gran riqueza cultural y arquitectónica donde poder sentarse a contemplar las casonas típicas del lugar, construidas con sillar, una piedra volcánica blanca.

Los principales atractivos de su Centro Histórico son la Catedral de Arequipa, la Iglesia de la Compañía, la Plaza de Armas y el Monasterio de Santa Catalina, convento dominico construido en el siglo XVI. Si les inquieta el arte funerario, les fascinará el Museo Santuarios Andinos, donde encontrarán a Juanita, la momia congelada de una mujer sacrificada en Los Andes, en el siglo XVI.

5. Puno

Puno se encuentra junto al lago Titicaca, al sur del país, 300 kilómetros al este de Arequipa. Por sus festivales tradicionales con animados espectáculos de música y danza es considerada la capital folclórica de Perú. Los sitios icónicos incluyen la Catedral de Puno, una construcción andina de estilo barroco, y el barco cañonero a vapor Yavarí, del siglo XIX, que actualmente es un hostal.

Y entre las bellezas naturales, por supuesto que su principal atractivo es el lago Titicaca, reserva nacional del Perú. A sus 3 mil 810 metros sobre el nivel del mar y con una extensión de más de 8 mil kilómetros cuadrados, es considerado el lago navegante más alto del mundo. Su agua es algo salada y alberga islas naturales y artificiales, como la Esteves, famosa por sus restos arqueológicos. Sin duda, un buen lugar para inspirarse en nuevos pensamientos de amor cortos y reafirmar su juramento de unión.

6. Cusco (incluye Machu Picchu)

Enclavada en los Andes peruanos y ubicada a 1,500 kilómetros de Lima, la capital de Perú (unas 19 horas por tierra y una en avión), Cusco es una ciudad plena de atractivos arqueológicos, pero también de la arquitectura colonial española que aún se conserva.

Además de conocer el Centro Histórico, que les tomará su tiempo recorrer, debido a los numerosos atractivos coloniales, es muy recomendable visitar Qorikancha, templo inca político y religioso dedicado al sol, ubicado muy cerca de la Plaza de Armas, y cuyas paredes y suelo estuvieron recubiertos de oro.

Luego, valdrá la pena que visiten el Valle Sagrado de los Incas, paralelo al río Vilcanota y que se abre entre montañas entre las poblaciones de Písac y Ollantaytambo. El valle está compuesto por numerosos ríos que descienden por quebradas y pequeños valles; posee numerosos monumentos arqueológicos y pueblos indígenas, como la fortaleza ceremonial inca Sacsayhuamán. Sus muros megalíticos convierten a esta en una de las más destacadas obras arquitectónicas de los incas. Desde ahí podrán disfrutar de una singular vista panorámica de los alrededores, que incluye la ciudad del Cusco.

Permanecer en Cusco también les dará la oportunidad de conocer Písac, un pueblo famoso no solo por su acceso al mencionado valle sagrado, también por su observatorio astronómico y en cuyas cumbres quedan los restos de un cementerio precolombino. Probablemente, se trate del más grande encontrado en América. También está el laberinto de Qenko, con sus canales en zigzag y su piedra muda al centro, y Tampumachay, conocido por sus canales y caídas de agua, que demuestran los avanzada que estaba la arquitectura y la ingeniería hidráulica inca.

En esa misma zona está el ancestral Chinchero, pueblo que conserva la esencia inca y donde el pasado indígena convive con la historia colonial de Perú. También merecen varias estrellitas las ruinas de Moray, zona arqueológica que fue centro de experimentación de cultivos usado por los incas para la aclimatación de productos traídos de otras zonas, y la zona arqueológica de Ollantaytambo. La particularidad de esta es que fue construida sobre dos montañas en un lugar estratégico que domina todo el valle. Por su posición privilegiada, constituyó un complejo militar, religioso, administrativo y agrícola y es la única ciudad inca que se conserva casi intacta. Todavía hoy sus casas sirven como viviendas donde moran sus descendientes.

Y para terminar su recorrido por la bella región de Cusco, la joya de la corona de Perú: Machu Picchu. De Cusco sale el Camino Inca a este santuario, también conocido como la “Red Caminera del Tahuantinsuyo” a Machu Picchu, la cual está compuesta de tres senderos superpuestos a elegir. Recuerden llevar ropa y zapatos cómodos; un peinado con trenzas siempre será un buen aliado.

Tips para viajar a Perú

¿Verdad que estaría excelente ir de luna de miel a Perú? Es un país relativamente pequeño, pero con un accidentado relieve que complica y ralentiza el transporte por tierra. Por eso, para que merezca bien la pena, es recomendable para quienes deseen tener una estancia mínima de 10 o 12 días, aunque siempre se puede adaptar según sus tiempos, necesidades y presupuestos.

Como habrán podido darse cuenta, en Perú encontrarán tantas cosas que hacer y lugares que visitar que su estancia podría ser de un mes o más. Si solo tendrán una o dos semanas, tendrán que seleccionar muy bien los lugares a los que irán, los medios de transporte que utilizarán y una forma ágil de visitarlos. Es cuestión de ponerse de acuerdo.

Otra ventaja es que no se requiere visa de turista, pues es suficiente con su pasaporte en vigor.

Deberán tener en cuenta que el clima se divide en costa, sierra y selva y que al estar en el hemisferio sur, las estaciones se invierten. Para ir a la playa se recomienda de diciembre a marzo, época en la que, para llegar desde México, suele haber ofertas por parte de las agencias de viajes y las aerolíneas.

Para visitar la sierra (los Andes, Machu Picchu) influyen dos factores, ya que la temporada alta, de abril a septiembre, ofrece el mejor clima, sin lluvias, pero con mucho turismo. En cambio, la temporada baja (octubre a marzo) es época de lluvias, por lo que, además de tarifas bajas, podrán disfrutar de lugares más despejados que les permitan mejores fotos.

En el caso de la selva (región amazónica), la cual bien merecería ser explorada junto con destinos de los otros países limítrofes con Perú, la temporada baja es de noviembre a marzo, época propicia para las fuertes lluvias. La temporada alta en esta zona va de abril a octubre, cuando las lluvias son de menor intensidad.

Costos de viajar a Perú

El costo de una luna de miel a Perú, como a cualquier otro lugar, depende mucho de los sitios que visiten, el tipo de alojamiento que contraten, el momento del año en que viajen y la anticipación con que reserven. Sin embargo, los boletos de avión en general oscilan entre los 8 mil y los 14 mil pesos en viaje redondo por persona. Lima es uno de los destinos más indicados para aterrizar y, de ahí, posteriormente moverse a las ciudades y pueblos que se desee conocer. Respecto al hospedaje, el rango está entre los mil 500 pesos por noche de un hotel de tres estrellas y los 7 mil 500 pesos por pernoctar en uno de cinco.

No olviden que la moneda oficial es el sol, así que les recomendamos consultar el tipo de cambio al momento de viajar. Regularmente, equivale a 5 o 6 pesos mexicanos.

Si se encuentran algo abrumados por tanta información, no desestimen la experiencia de las agencias de viajes especializadas en lunas de miel. Son la mejor solución si lo que quieren es desentenderse de complicaciones y que sean los profesionales quienes los ayuden a armar el recorrido, buscar los mejores precios y las mejores comodidades.

Será necesaria mucha organización y hasta prepararse físicamente según los lugares que decidan visitar. Sabemos que nada de esto será problema, pues con todo lo que planean para que su día B sea memorable para ustedes y quienes recibieron sus invitaciones de boda, se harán expertos en establecer tiempos para todo, ¿cierto?

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