Luna de miel en Zacatecas, rostro de cantera y corazón de plata

Si México ofrece lugares mágicos para cada momento especial de la vida, Zacatecas es una de esas ciudades donde los enamorados no podrán dejar de decirse pensamientos de amor una y otra vez. El “cielo cruel” y la “tierra colorada” que describía el poeta Ramón López Velarde son nobles con los turistas, pues hay opciones para que cualquiera disfrute su estancia, incluso si desean empacar el vestido de novia o el traje para una segunda ceremonia o una sesión posboda. Así que, si se decidieron por una luna de miel al estilo colonial que cierre el ciclo que abrieron sus anillos de compromiso y pronto sellarán con sus alianzas, les garantizamos que Zacatecas y el calor de su gente no los decepcionará.

¿Qué hacer en Zacatecas?

Si disfrutan del arte y la cultura, estarán en el lugar correcto. Esta Ciudad Patrimonio se caracteriza por sus múltiples monumentos, magníficos templos y vastos museos. La mayoría de los atractivos se concentra en el Centro Histórico de la capital, cuyas calles alguna vez fueron testigos de grandes batallas.

Arquitectura religiosa

Las iglesias son parte del ADN de la arquitectura zacatecana. Si les interesan los recintos católicos, la primera parada debería ser la Catedral Basílica de Zacatecas, joya del barroco novohispano en México con su particular estilo churrigueresco. Su fachada y sus torres nunca pasan desapercibidas a los ojos de los turistas.

Muy cerca, también pueden conocer el Templo de Santo Domingo. Detrás de su discreta portada de cantera se esconden ocho retablos barrocos estofados en oro. Pero si les sobrecoge más el estilo gótico, no se pueden perder el Templo de Nuestra Señora de Fátima. Sus apuntadas torres neogóticas señalando al cielo, sus vitrales y rosetones bien merecen ser observadas.

Un paseo por el arte y la Historia

Si el arte es lo que les permitirá dejar atrás el estrés de la organización de la boda, pueden empezar el día deleitándose con alguna de las muestras itinerantes del Museo Francisco Goitia, ubicado en un bellísimo edificio que alguna vez fue residencia de gobernadores. A solo unos pasos, queda el tramo más emblemático del Acueducto de Zacatecas, perfecto para tomarse una foto de pareja y continuar el paseo.

La siguiente parada artística podría ser en el Museo Pedro Coronel, que en el siglo XIX fue un hospital y una cárcel. Hoy, en él se exponen las obras de este pintor local, además de una colección privada que incluye tanto piezas de las más antiguas civilizaciones hasta obras de artistas contemporáneos como Dalí, Picasso o Kandinski. Y si les gusta el arte abstracto, en cualquier formato, no pueden perderse el Museo Manuel Felguérez, que lleva el nombre del representante más destacado del abstraccionismo en México.

Próximo a este museo se ubica el Museo Rafael Coronel o “de las máscaras” por su colección de más de 11 mil piezas reunidas por el artista. El recinto es un exmonasterio con preciosos jardines en los que podrán pasear tomados de la mano. Y hasta imaginar cómo habría sido casarse en este lugar, ya que admite ceremonias de boda.

Los recorridos en el Centro Histórico a bordo de un camión de turistas no pueden faltar, pues son una manera más de conocer los rincones de la capital para luego explorarlos por su propio pie. Y por la noche, no pueden perderse los recorridos de leyendas. Historiadores caracterizados como personajes centenarios los llevarán de viaje al pasado con la magia que oculta cada callejón de la ciudad.

Tampoco pueden irse sin visitar la Mina del Edén, que presume de tener la única discoteca alojada en las entrañas de una mina, a la que se llega por un túnel de 600 metros. De día, preparen calzado cómodo para conocer parte del legado minero en Zacatecas; de noche, un lindo vestido de fiesta corto y una camisa para tomar algo en este peculiar antro. ¿Qué aventura esperará?

Recorrido a La Bufa

Seguramente han escuchado hablar del teleférico de Zacatecas, que recorre 642 metros de cerro a cerro sobre el corazón de la ciudad en cabinas transparentes para 15 personas. Si están pensando en un trash the dress muy urbano en el que lucir tu vestido de novia para boda civil, estas cabinas son ese lugar inesperado. Además, el teleférico les garantizará unas vistas espectaculares tanto si lo toman desde el centro de la ciudad hacia el cerro de La Bufa como a la inversa.

Este atractivo turístico recién remodelado ofrece un pequeño recorrido con una vista increíble desde el Cerro del Grillo hasta el emblemático Cerro de La Bufa. Ya en el lugar, aprovechen para recorrer el Museo Toma de Zacatecas, que cuenta la historia de la memorable batalla de Zacatecas. O admiren la vista panorámica de la ciudad desde su mirador y compren algunos objetos de plata, metal en cuya producción Zacatecas es líder mundial.

Y para no dejar de lado las risas y pequeñas descargas de adrenalina, súbanse a la tirolesa. ¡Se vale hacerlo con sus atuendos de novios y el ramo de novia artificial! Claro, si quieren seguir con el trash the dress.

Gastronomía y ocio

La oferta gastronómica en esta tierra semidesértica aumenta cada día. Los restaurantes para probar sus sabores van desde lo tradicional hasta lo más innovador. No se pierdan las gorditas, el asado de boda o las enchiladas mineras, que son de lo más típico. 

Ahora que si buscan algo más gourmet, en el corazón del centro hay restaurantes de comida de todo tipo que incluyen toques regionales en su menú. Pero las opciones no terminan ahí, sobre el boulevard José López Portillo hay locales y merenderos que también gozan de una gran variedad culinaria con mariscos, carnes rojas y taquitos.

Después de comer, querrán tener de vuelta la mesa de dulces para boda que pusieron en su festejo. O puede que no la extrañen, porque en Zacatecas se pueden asegurar una buena dosis de azúcar con recetas locales. Los dulces de leche, los rollos de ate y guayaba y las mermeladas de tuna o pitaya son una delicia y también un excelente souvenir que agradecerán sus seres queridos. ¿O preferirán llevarles una botella de mezcal de la región de recuerdo?

La vida nocturna también les encantará, pues todavía conserva el ambiente bohemio en las terrazas de sus bares y mesas sobre las plazas públicas o jardines donde platicar de lo bien que la han pasado. Pasear el Centro Histórico de noche los llevará a admirar Zacatecas de una forma distinta, porque la iluminación nocturna enaltece la belleza de sus edificios de cantera rosa. Será el momento perfecto para recordar lo mucho que se quieren, aunque procuren llevar zapatos cómodos, porque las calles tienen subidas y bajadas.

Alrededor de la capital

Muy cerca de Zacatecas capital, a 15 minutos, está el municipio de Guadalupe, que recién fue reconocido Pueblo Mágico y donde se extiende el abanico cultural. No se pierdan su extraordinario Museo de Guadalupe de Arte Virreinal. En este edificio de estilo barroco, que originalmente fue el Colegio de Propaganda Fide de Nuestra Señora de los Zacatecas, ahora se resguardan valiosas pinturas, esculturas y libros.

Ya que se hayan relajado muy a gusto un par de días en alguno de sus peculiares hoteles, les recomendamos entregarse por completo a la aventura. Investiguen sobre los recorridos en cuatrimotos que pueden llevarlos hasta Vetagrande, un municipio minero que guarda un misticismo especial y a la zona pedregosa de los alrededores.

Conectividad y alojamiento

Llegar a esta ciudad Patrimonio Mundial de la Humanidad no es complicado, pues los vuelos son constantes hasta su Aeropuerto Internacional, ubicado a poco menos de 30 minutos de la capital. Si se aventuran por carretera también pueden visitar alguno de sus seis Pueblos Mágicos, como Guadalupe, Pinos, Sombrerete, Nochistlán, Jerez o Teul de González Ortega.

En cuanto al presupuesto, tampoco deben preocuparse, pues encontrarán opciones de hospedaje para las condiciones que dicte su bolsillo. Hallarán desde sencillos hostales hasta hoteles de lujo donde les ofrecerán experiencias únicas. Se sorprenderán cuando sepan que entre los hoteles de Zacatecas hay uno ¡con plaza de toros incluida! Según lo que elijan y la temporada en la que viajen, habrá precios para todos los presupuestos. Sin embargo, si son buenos cazadores de ofertas, seleccionarán la mejor época del año para visitar esta hermosa ciudad.

Cuándo visitar Zacatecas

Zacatecas vive del turismo y su actividad cultural, por lo que sus constantes festivales de música, teatro, danza y literatura, entre otros, mantienen el flujo de visitantes muy activo durante todo el año. En septiembre se viste de fiesta con la Feria Nacional de Zacatecas, temporada en la que los costos incrementan un poco y llueve casi todos los días.

Precisamente el primer fin de semana de septiembre es cuando se celebran las Morismas de Bracho. Se trata de la representación de una batalla librada en España en el siglo XVI y que, desde hace más de 180 años congrega a miles de participantes caracterizados y espectadores. Si son curiosos de los escenarios atípicos, anótenlo en su calendario porque, pese a que no conmemora una fecha importante local, esta es la escenificación histórica más grande de México.

Si lo que condicionará su viaje es el clima, Zacatecas es preponderantemente frío, con más intensidad de noviembre a febrero, fechas en las que esporádicamente se presentan nevadas. Los meses más cálidos son de marzo a julio. Sin embargo, la mayoría de las noches y amaneceres son muy frescos para quienes no están acostumbrados, nada que no se pueda resolver con un buen abrigo.

Si ven las cosas por el lado positivo, su clima será un gran pretexto para abrazarse mientras disfrutan un café de olla, un vino de la región o una cerveza artesanal cerca de la emblemática Plaza de Armas. Serán momentos muy íntimos que les recuerden los pensamientos de amor cortos que se escribieron como votos, sonreirán y agradecerán por que haya sucedido la entrega del anillo de compromiso que los llevó hasta donde están. Y aunque los recién casados no necesitan pretextos, Zacatecas les asegurará una luna de miel 100% romántica.