8 mitos de las parejas felices: ¿con cuáles te identificas?
Los tópicos sobre cómo debería ser un noviazgo o incluso un matrimonio son de los factores que más daño pueden ocasionar a tu relación. Te platicamos cuáles son los mitos de las parejas felices con los que más cuidado debes tener. ¡Aguas!
Algunos los denominan obviedades, pero lo cierto es que los mitos de las parejas felices continúan siendo patrones de conducta repetitivos que, lejos de beneficiar la relación, pueden ocasionar más daño del que imaginamos. La unión en pareja es una decisión que va mucho más allá de pensamientos de amor y de la mágica entrega del anillo de compromiso, ya que no son garantía de éxito. Si realmente queremos que la relación funcione, el primer paso es entender que cada pareja es un mundo y que estas utopías de felicidad no son aplicables para todos los casos. Así que si tu pareja y tú no se ajustan a este perfil idílico, no se preocupen: no se acaba el mundo.
1. Hacen todo juntos
Si ambos comparten aficiones y tienen gustos similares, ¡felicidades! Pero una cosa es que pasen tiempo juntos cultivando estos intereses en común y otra muy diferente es que se descarte cualquier alternativa en solitario. Esta es una asfixiante situación que nada tiene que ver con compartir sueños y pasiones. Para que una relación funcione no es necesario convertirse en muéganos humanos. Somos seres independientes y bajo esta premisa podemos construir una relación sana, no enfermiza.
2. Nunca discuten
Si somos capaces de aprender cómo hacer centros de mesa para boda, hay que estar preparados para los asuntos que tocan directamente al corazón. En una relación es indispensable desarrollar la inteligencia emocional porque, contrario a lo que se cree, sí hay discusiones y hay que saber manejarlas.
3. Diario tienen el mejor sexo del mundo
Y aquí encaja de maravilla un sabio proverbio: "dime de qué presumes y te diré de qué careces". Pocas veces escuchamos que el desempeño sexual de las parejas sea deficiente y, transportándonos al otro extremo, es fácil creer todas esas leyendas sobre apetitos insaciables. Si cayeron en la rutina, antes de probar radicales prácticas sexuales, la confianza y la comunicación son esenciales para fortalecer vínculos en la intimidad.
4. El amor verdadero no implica esfuerzo
El amor cambia constantemente porque las relaciones pasan por diferentes etapas y, tal como las plantas o las flores para boda, hay que regarlo y cuidarlo para que perdure. Conservar algunos elementos nupciales como parte de la decoración del nuevo hogar puede ser un buen recordatorio del significado de la unión en pareja, por ejemplo, colocar en un marco las invitaciones de boda originales que repartieron entre familiares y amigos les hará tener presentes los compromisos que aceptaron al casarse.
5. Los hijos fortalecen la relación
Este es un pensamiento sumamente delicado. Un bebé no es un instrumento para solucionar conflictos ni para retener a una pareja. Los hijos son un hermoso tesoro y, a su vez, una decisión con grandes implicaciones. Si la relación no marcha bien, no cometan el error de creer que ampliar la familia reducirá el abismo entre ustedes. Platiquen tranquilamente de su situación y, en caso de necesitarlo, acudan a un terapeuta de pareja.
6. Se leen la mente
Es normal que haya química entre la pareja y que con una mirada sean capaces de transmitir muchas emociones. Pero no en todas las situaciones aplica esperar que el otro interprete nuestras ideas o adivine qué es aquello que hizo que nos molestó. Por muy bien que se conozcan, nada reemplaza la comunicación y lo que no se dice, simplemente, no existe. Los pensamientos de amor cortos por sí mismos van y vienen, pero si se respaldan con acciones congruentes, por supuesto que enriquecen la relación.
7. Tienen los mismos gustos
Una afirmación muy alejada de la realidad. Comúnmente las parejas se mimetizan; es decir, van adoptando la personalidad del otro, acaban perdiendo su identidad y vienen las crisis en donde necesitan encontrarse a sí mismos. En algún momento podemos pasar por este escenario, solo hay que estar alerta para poder afrontarlo. Si contamos con el apoyo de nuestra pareja, mucho mejor.
8. La mitad de los matrimonios termina en divorcio
No te dejes boicotear por la estadística, sea cierta o no. Mejor preocúpate de que los lazos que los unen sean fuertes y de que entienden lo que implica sellar su relación con el matrimonio. Pensar en casarte solo por ver todas las imágenes de vestidos de novia con los que fantaseabas desde que eras niña no es buena idea. Pero cancelar la boda por miedo a que las cosas no salgan como esperas tampoco lo es.
No entren en pánico, sobre todo si ya repartieron las invitaciones de boda. Una relación se contruye en el día a día y pasa por malas etapas, sin embargo, si las actitudes negativas se adoptan desde el principio, no habrá milagro que salve la relación. Las decisiones son las que determinan el destino de cada pareja y, aunque haya altibajos, con respeto y comunicación todo puede salir a flote.