Sonrisas perfectas para novias felices: 6 trucos infalibles
Seguramente tienes una sonrisa hermosa y así la lucirás el de tu sí en el altar. Sin embargo, hay factores que pueden opacarla. Por ejemplo, los nervios, el estrés, alimentos indebidos y hasta el maquillaje incorrecto. ¡Toma papel y lápiz!
Ya lo decía Bob Marley: la curva más linda de una mujer es la sonrisa ¡Y es verdad! Así que, a tomar ciertas precauciones, aun cuando falte mucho para esa fecha especial. Te has esforzado por encontrar el vestido de novia que más va con tu personalidad, pero, en tu boda, los pensamientos de amor que dediques a tu prometido y la forma en que sonrías pasarán a primer plano. ¿Cómo van esas sonrisas? Momento de evaluar qué puntos tienes controlados y cuáles no.
1. Cuida tu salud dental
Antes siquiera de pasar a la parte estética, es indispensable tener una buena salud bucal. Muchos factores influyen para que tu dentadura luzca perfecta, pero, sin duda, si no hay buenos hábitos de higiene, por más tratamientos que uses para blanquear tus dientes, estos no serán suficientes si no se siguen las recomendaciones del dentista.
Cambiar tu cepillo de dientes cada tres meses, cepillar tu lengua por las mañanas para remover las bacterias que se forman durante la noche y, por supuesto, cepillarse tres veces al día son algunas de las actividades obligadas si se quiere tener buena salud bucal. La limpieza dental por lo menos una vez al año también es fundamental, así como las visitas periódicas a tu dentista para detectar posibles situaciones que necesiten ser corregidas.
2. Lleva una buena alimentación
Ya se comentó el factor salud para una sonrisa de diez, pero, para que los dientes luzcan una blancura sana también es necesario cuidar la alimentación. Bebidas como el café, el vino tinto, el refresco de cola, el té negro, así como el cigarro y algunas salsas pueden ser culpables de que tu dentadura tome un color amarillento o hasta marrón.
En cambio, la fresa, la manzana, la piña, el jugo de limón, la zanahoria y el queso son algunos de los alimentos que ayudan a blanquear los dientes de manera natural.
En lugares como Aguascalientes, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí, el agua contiene altas cantidades de sales minerales. Si bien esas sustancias aparecen en cantidades que no pondrían en riesgo la salud de quienes beben de esa agua, lo cierto es que sí ocasionan manchas en los dientes, por lo que se requiere un mayor cuidado.
Ahora, es normal que quieras un blanco tan perfecto como el de tu vestido, pero debes saber que no todas las personas pueden tener esa blancura. Hay dientes ligeramente amarillos que son sanos. Si es tu caso, lo mejor es preguntar a tu dentista qué tratamiento es recomendable para lucir una sonrisa blanca en la boda sin que tus dientes sufran desgaste.
3. Elige bien el maquillaje
Cada persona es diferente: el tipo de rostro, el tono de la tez y las proporciones de las facciones pueden ser determinantes a la hora de diseñar un maquillaje. Lo mismo pasa con los labiales; seguro ya lo has experimentado.
Por eso es importante definir qué colores de labios van mejor con tu tipo de rostro y sobre todo con el color de tu piel. Los tonos claros y neutros darán mayor naturalidad a tu sonrisa, mientras que los labiales más intensos harán que esta destaque más.
Los tonos y subtonos fríos de labial disimulan los dientes amarillos. Si eres fiel al rojo clásico, opta por los tonos que tiendan a morado, malva o fucsia y evita los anaranjados y chocolate. Por supuesto, un buen delineado de labios también ayudará a que tu sonrisa resalte. Considera que un maquillaje de ojos cargado se ve mejor con un labial discreto y lo mismo sucede a la inversa, pero no dudes en confiar en la mano profesional de un maquillista.
Y por nada minimices los cuidados con los labios: recuerda exfoliarlos de vez en cuando, hidrátalos todos los días y no los maltrates con cosméticos que los resequen.
4. Practica tu sonrisa
No solo el vals debe ensayarse; ¡también la sonrisa! Y es que ante la decisión de compartir tu vida con la persona que amas, es imposible que los nervios te hielen el gesto. Para eso, practica en casa: descubre cuál es tu mejor ángulo, mírate al espejo para evaluar cómo te ves sonriendo de una u otra forma.
No se trata de fingir, pero sí de que conozcas mejor cómo te gustas más y detectes muecas que aparezcan de manera involuntaria y quieras eliminar. O también mantenerlas, si son gestos genuinos. Como no es lo mismo sonreír espontáneamente que cuando uno sabe que la cámara lo está observando, ensaya para que, cuando se llegue el momento, te sientas más cómoda delante del objetivo.
5. Ejercita tu boca
Y hablando de nervios, cuando estos traicionan pueden poner rígidos los músculos faciales. Sobre todo, si estás pensando constantemente que todo, desde la música de la ceremonia hasta la mesa de dulces, sea del agrado de tus invitados.
¿Cómo evitar la rigidez de tu cara? Sencillo, por la mañana del día más importante de tu vida (o cualquier día) realiza los siguientes tres ejercicios para relajar tus músculos bucofaciales:
- Levanta la cara de tal forma que estires el cuello y empuja la mandíbula lo más al frente posible sin que haya dolor. Es un gesto similar a cuando hay un saludo casual, pero más acentuado.
- Sonríe lo más que puedas, sin apretar la mandíbula y, después, forma una "o" lo más cerrada que puedas.
- Forma una "o" pequeña y gradualmente forma una "o" grande.
Repite 10 veces cada uno de estos ejercicios y ¡ya tienes una rutina de belleza bucal!
6. Kit dental para el día de la boda
Por nada del mundo debes olvidarte de añadir a tu neceser de novia un kit de higiene bucal que te saque de apuros el día de tu enlace nupcial. A lo largo del día y de la noche consumirás alimentos y bebidas y lo mejor es que estés prevenida con tu cepillo, pasta, enjuague, hilo dental, cepillos interdentales y limpiador lingual.
Las recomendaciones anteriores servirán de mucho, pero lo que más te ayudará a tener una sonrisa perfecta es concentrarte en disfrutar el día de tu boda. Gocen juntos del resultado final de una planeación hecha con amor y con la ilusión de empezar esta nueva etapa en sus vidas a la que el anillo de compromiso dio entrada. Piensa en lo queridos y apapachados que estarán en su boda y trata de imaginar toda la felicidad que aguarda para ustedes. ¿Cierto que no faltan los motivos para sonreír?