Novios con hijos en la boda

Hay muchos tipos de familia y todos merecen respeto y reconocimiento, ya que en un hogar es donde las personas crecen y desarrollan su potencial, aprenden a amar, a vivir en sociedad, a compartir... Si tus hijos estarán en tu boda y se emocionaron tanto o más que tú con el anillo de compromiso, celébralo incluyendo pensamientos de amor que evoquen la vida familiar en tus invitaciones de boda, y prepara una boda inolvidable para ti y para toda tu familia.

La boda, en compañía de los hijos, será un evento inolvidable y especialmente emotivo. Será el primer día de un futuro lleno de grandes momentos para una familia cuyos lazos no nacen, sino que se fortalecen. Un día tan feliz en la vida de los novios es digno de compartirse con las personas más importantes en sus vidas. Cualquier cosa que divierta a los recién casados, les divertirá aún más cuando escuchen la risa de sus hijos. Cualquier cosa que los conmueva, los conmoverá mucho más cuando la vean en los ojos de sus hijos.

Los recuerdos

Además, los recuerdos serán invaluables: las fotografías de este día no sólo les traerán a la mente el inicio de una nueva etapa en sus vidas, sino que pasarán de generación en generación, junto con las anécdotas. Esta es la oportunidad ideal para enseñarle a los más jóvenes lo que es el amor, lo que es la felicidad. Es la ocasión perfecta para hacerlos sentir queridos, para hacerles saber que su apoyo es fundamental para sus padres, que son necesarios para la felicidad de alguien más, y que forman parte de la vida presente y futura de su familia y que se les valora.

Hay muchas parejas que deciden no tener niños en su boda, y hacer de su celebración una ocasión exclusiva para adultos. Sin embargo, cuando la pareja que va a casarse tiene niños propios, no sólo debe invitárseles a la fiesta, sino que se recomienda darles protagonismo. Los niños son fuentes naturales de alegría. Sus sonrisas iluminan todas las habitaciones, y sus risas son la música perfecta. Los niños en la boda de sus papás pueden darles muchas alegrías. Por supuesto que las parejas que tienen hijos más grandes también disfrutarán de su día B en compañía de toda su familia.

La familia

Ante todo, lo más importante para celebrar una boda con toda la familia es que los hijos de los novios comprendan la importancia de esta fecha y de su presencia y su participación en ella. Después de la boda, la vida de la familia cambiará considerablemente, incluso si han vivido todos juntos por algún tiempo. A pesar de que el matrimonio trae consigo un sentimiento de seguridad, también puede traer dudas e incertidumbre. El futuro de la familia y el lugar de los hijos en la vida de sus padres son temas especialmente sensibles. Es necesario que los hijos entiendan lo que la boda significa.

Es buena idea involucrar a los hijos en la boda, pero no debe presionárseles: después de hacerles entender la importancia de sus tareas y lo especial que será su participación, se les puede pedir que colaboren en los preparativos, en la ceremonia y en el banquete. Pueden encargarse de buscar los textos para invitaciones de boda, o de hacer una ilustración para las misivas. En la ceremonia, pueden ser pajecitos o cargar los anillos. También pueden repartir los recuerdos de iglesia para boda, o aquello con lo que se recibirá a los novios después de la ceremonia. Si no quieren ninguna de estas tareas, hay que comprenderlos y no presionarlos.

Para que los hijos puedan disfrutar mejor de la boda, se sugiere que sea un evento familiar, no muy serio ni con protocolos demasiado estrictos. De preferencia, y si se sienten cómodos, deben poder invitar amigos. Durante la ceremonia y el banquete, disfruta de su presencia más que de ninguna otra: dales espacio para celebrar por su cuenta, pero procura tenerlos cerca de ti, para que puedas expresarles tu cariño constantemente.

Presentar a los hijos con los invitados al principio de la boda les ayudará a tener mayor confianza. Los votos de boda y el brindis son momentos perfectos para agradecer la presencia de los hijos ante los demás invitados, haciéndoles llegar un mensaje cariñoso. Que toda la familia corte el pastel de boda elegante o que aparezcan en los muñecos para pastel de boda es un detalle conmovedor y significativo.

Sin los hijos, la boda simplemente no sería lo mismo. Una boda es la oportunidad para nutrir su vida espiritual y para fortalecer la unión sentimental de la familia, mucho más que el aspecto social. Desde participar en la elección del sabor del pastel de boda hasta pedir su opinión para la música o las flores para boda, hay muchas maneras, la mejor es preservar y fomentar la sinceridad en los hijos es escuchándolos y valorando sus sentimientos. El diálogo es lo más importante para conseguir una boda inolvidable.