6 cuestiones que se harán al tener pajecitos en la boda
Miradas y sonrisas que irradian alegría e inocencia. ¡Llegó el momento de los pajes! Estos pequeños y tiernos acompañantes llenan de dulzura el cortejo nupcial y asisten en algunas funciones. ¿Involucrarán a sus invitados más jóvenes en su boda?
No se ofendan, pero el beso del los recién casados, el vestido de novia y su primer baile no serán los únicos en llevarse suspiros. El encanto y entusiasmo de los pajes que envolverán a su cortejo nupcial también acaparará la atención de los invitados. Si creían que fue difícil escoger sus centros de mesa para boda, elegir un diseño de vestidos de fiesta para sus damas o mantener orden en la sesión fotográfica con sus mascotas, prepárense para dirigir sus esfuerzos a estos pequeñines. ¿Ya saben aquello que les concierne?
1. ¿Cuál es la función de los pajes?
Los pajes y las meninas son los encargados de anunciar la llegada de la novia. En su camino al altar, anteceden a la novia, tanto en ceremonias religiosas como civiles. Además, si la pareja lo desea, pueden relevar a los padrinos de anillos en la función de portar las alianzas matrimoniales cuando sea el momento del intercambio.
Los niños son irresistibles y su presencia siempre atrae alegría. Por eso es que dulcifican hasta las bodas más sobrias. ¿Ya decidieron si les entregarán algún letrero, globos o canastas con flores para boda para hacer de la suya una entrada triunfal?
2. ¿Quiénes deberían ser sus pajes?
Antes que nada, piensen en las edades. Lo recomendable es ubicar a niños de 3 a 8 años de edad. Los niños más pequeños son más difíciles de guiar y también es más complicado pedirles concentración en lo que deben hacer. Se distraerán y posiblemente a mitad del camino corran a los brazos de sus padres. En tanto, los de mayor edad podrían sentir cierto desinterés y algo de pena por ser pajes.
Lo más común es que los pajes sean familiares como sobrinos, primos, hijos o hermanos, pero contemplen también a aquellos que sean hijos de amigos cercanos, ¡será sensacional! Tomando en cuenta todo lo anterior, armen una lista de los niños que cumplan estos requerimientos a modo de primer filtro. Después, consúltenles a ellos y a sus papás y vayan depurando el listado.
En lo que respecta al número de niños, lo más práctico es que sea entre dos y seis pajes y que estos vayan en parejas. Así, si los nervios aparecen o la memoria se va, cada quien tendrá un apoyo a su lado.
3. ¿Cómo deben ir vestidos?
Lo ideal es optar por tonos tenues para sus vestidos o trajes, como el beige, blanco, hueso y colores pasteles. Descarten los colores llamativos o concéntrelos únicamente en algunos accesorios, como los zapatos o las coronas de flores de las niñas o los chalecos, moños o tirantes de los niños. En cuanto a los tejidos, procuren que sus atuendos sean de telas suaves como el algodón o el lino.
Pónganse del lado de la sencillez. Tratándose de niños, descarten aplicaciones muy ostentosas y colores potentes. Para tener una mejor elección, apóyense del entorno y si la boda será de día o noche. Para bodas formales o de tarde, apuesten por vestimenta tradicional, trajes de dos piezas para los niños y vestidos clásicos para las niñas. Para bodas en entornos naturales que se desarrollen de día, opten por bermudas, guayaberas y faldas livianas. Incluyan corbatas de moño, tirantes, sombreros, coronas con flores, listones y abrigos, de ser necesario.
¿Y los zapatos? Lo más clásico son los zapatos cerrados, pero si quieren darle un giro al traje tradicional, permitan que usen tenis, botas, sandalias. Lo importante es elegir vestimenta cómoda que les permita sentirse libres.
4. ¿Cómo se elige su vestuario?
Así como las damas y los best men tendrán la opción de elegir sus vestidos de fiesta largos entre dos o tres opciones que ustedes les proporcionen, ¿qué pasa con los pajes? Este grupo del cortejo requerirá de un estilismo que guarde unidad entre sí y con el resto de la ambientación de la boda.
Aunque no podrán depositar en ellos la elección final, sí será conveniente ofrecerles una preselección de opciones de vestuario a ellos y a sus papás. Será muy importante que les pidan su opinión para que los pajes y las meninas se sientan cómodos y guapos con aquello que vistan. De lo contrario, estarán más interesados en salir corriendo a jugar con los demás niños o en averiguar cómo conseguir el mejor botín de la mesa de dulces para boda que en ayudarles con aquello que se espera de ellos.
5. ¿Quién paga los atuendos?
En el caso de damas y best men, lo más estandarizado es que sean ellos quienes asuman el gasto de la totalidad del vestuario o de la mayor parte, pese a que ustedes les marquen algunas directrices. Sin embargo, cuando se trata de pajes y meninas, lo más común es que los novios absorban este gasto.
Cabe mencionar que si los estilismos escogidos serán fácilmente reutilizables en el día a día de los pequeños, los papás de los pajes tal vez quieran colaborar para costearlos. Todo dependerá de la relación que exista entre los novios y los padres de los niños, así que valoren la posibilidad de este modelo mixto. En cualquier caso, prevean este capítulo en el presupuesto de su boda.
6. ¿Requieren ser entrenados?
Nadie nace sabido para una boda. Seguro que ustedes tuvieron que investigar cómo funciona el protocolo de la ceremonia, cuáles son los trámites que deben cumplimentar, cuántos padrinos necesitan y hasta en qué mano va el anillo de compromiso. De igual manera, sean didácticos, comprensivos, pacientes y empáticos con los pajes y las meninas. Anunciarles de una manera creativa cuál será su misión también les hará sentir importantes.
Háganlos partícipes, explíquenles con claridad qué es lo que tendrán que hacer, ensayen con ellos y aprendan a comunicarse bien con ellos para corregir con tacto sus errores y celebrar sus aciertos. Y tampoco se desesperen si son algo imprevisibles: siempre y cuando mantengan unos mínimos, no debería preocuparles que desempeñen su cometido con un poco de espontaneidad.
¿Ya previeron cómo premiarles y agradecerles su comportamiento ejemplar? Además de un suculento candy bar y algún platillo divertido, estarán encantados de recibir de su parte unos recuerdos para boda personalizados. Tampoco dejen fuera de la lista toda aquella utilería que deseen entregarles: como pizarrones con pensamientos de amor cortos, canastas con pétalos, saquitos de arroz o burbujeros para que repartan entre sus invitados al finalizar la ceremonia. ¿Resolvieron todas las dudas? Ahora, ¡manos a la obra!