20 poemas para una boda civil: por sus besos, mil versos
El amor es un sentimiento tan grande, que a veces no cabe en una sola palabra. ¡Descubran algunos de los poemas de amor más hermosos que existen! Expresen todo lo que sienten en su ceremonia civil con la lectura de algunos de estos versos.
Expresen sus sentimientos más románticos en su ceremonia civil: ¡no hay mejor oportunidad! Elijan un poema lleno de pensamientos de amor y realicen una emotiva lectura. Con estas opciones, tendrán inspiración para escribir cien páginas de votos matrimoniales. Sus invitados no dejarán de suspirar con estos poemas para una boda civil romántica e inolvidable. Tómense un descanso de los preparativos y encuentren toda la inspiración que necesitan.
Los poemas más románticos
Aunque dependerá de las instrucciones de su oficiante o de su maestro de ceremonias, las lecturas para boda civil suelen ser cortas. En algunas ocasiones, los dos miembros de la pareja pueden realizar sus propias lecturas, mientras que en otras solo hay tiempo para un texto, por lo que puede ser una buena oportunidad para integrar a sus invitados VIP, como hermanos o hermanas, amigos cercanos o los testigos de la boda. Estos poemas también pueden ser parte de las ceremonias simbólicas o brindis, y pueden aprovechar sus versos favoritos en las frases para invitaciones de boda o letreros que formen parte de la decoración.
1. Amor, de Salvador Novo
Amar es este tímido silencio
cerca de ti, sin que lo sepas,
y recordar tu voz cuando te marchas
y sentir el calor de tu saludo.
Amar es aguardarte
como si fueras parte del ocaso,
ni antes ni después, para que estemos solos
entre los juegos y los cuentos
sobre la tierra seca.
Amar es percibir, cuando te ausentas,
tu perfume en el aire que respiro,
y contemplar la estrella en que te alejas
cuando cierro la puerta de la noche.
2. Habitación inhabitable, de Margaret Atwood
El matrimonio no es
una casa, ni siquiera una carpa
está antes que eso y es más frío:
el borde del bosque, el borde
del desierto
la escaleras sin pintar
del patio de atrás donde nos acuclillamos
y comemos pochoclo
el borde del glaciar que retrocede
donde con trabajo y con el asombro
de haber sobrevivido
hasta acá
estamos aprendiendo a hacer un fuego.
3. Para permanecer, de Joy Harjo
El sol hace que el día sea nuevo.
Pequeñas plantas verdes emergen de la tierra.
El cielo en su lugar las aves están cantando.
No hay otro lugar donde quiera estar sino aquí.
Me inclino al ritmo de tu corazón
para ver dónde nos llevará.
Galopamos en un cálido viento del sur.
Enlazo mis piernas a las tuyas y cabalgamos juntos,
Hacia el antiguo campamento de nuestros ancestros.
¿Dónde has estado? preguntan ellos.
¿Y qué te ha llevado tanto tiempo?
Esa noche después de comer, cantando y danzando.
Nos acostamos bajo las estrellas.
Sabemos que somos parte del misterio.
Es indecible.
Es eterno.
Es para permanecer.
4. En el silencio de la casa, tú, de Carlos Pellicer
En el silencio de la casa, tú,
y en mi voz la presencia de tu nombre
besado entre la nube de la ausencia
manzana aérea de las soledades.
Todo a puertas cerradas, la quietud
de esperarte es vanguardia de heroísmo,
vigilando el ejército de abrazos
y el gran plan de la dicha.
Ya no sé caminar sino hacia ti,
por el camino suave de mirarte
poner los labios junto a mis preguntas
—sencilla, eterna flor de preguntarte—
y escucharte así en mí ¡y a sangre y fuego
rechazar, luminoso, las penumbras...!
Manzana aérea de las soledades,
bocado silencioso de la ausencia,
palabra en viaje, ropa del invierno
que hará la desnudez de las praderas.
Tú en el silencio de la casa. Yo
en tus labios de ausencia, aquí tan cerca
que entre los dos la ronda de palabras
se funde en la mejor que da el poema.
5. Fui yo quien de los dos amó primero, de Christina Rosetti
Fui yo quien de los dos amó primero,
después tu amor se alzó y tan desmedido
fue su canto que ahogó el dulce sonido del mío.
¿Quién dio más? Fue duradero mi amor,
desbordó el tuyo su venero un instante.
Te amé y te he comprendido,
me amaste tú por lo que soy y he sido.
Peso y medida para el verdadero amor no cuentan.
“Tuyo” y “mío” son palabras que no entiende.
Separados el amor alza el vuelo.
Dos es uno y uno es dos en amor,
ambos fiados en la fuerza y sentido de esa unión.
Nosotros somos del amor ese Uno.
Para que los invitados lean
Si quieren que sus invitados realicen una lectura, elijan un poema que hable sobre el amor y la felicidad. Procuren seleccionar un poema sencillo para que los nervios no los dominen. También pueden dejar poemas escritos en notas junto a los arreglos de mesa o en los recuerditos: así compartirán palabras llenas de amor con todos sus invitados. Otra opción es repartir separadores de libros o ilustraciones con versos durante la ceremonia para transmitir la magia del gran momento.
6. Soneto 116, de William Shakespeare
Déjame que el enlace de dos almas fieles
no admita impedimentos: no es amor el amor
que cambia cuando un cambio encuentra,
o que se adapta con el distanciamiento a distanciarse.
¡Oh, no!, es un faro eternamente fijo
que desafía a las tempestades sin nunca estremecerse;
es la estrella para todo barco sin rumbo,
cuya valía se desconoce, aun tomando su altura.
No es amor bufón del tiempo, aunque los rosados labios
y mejillas corva guadaña sigan:
el amor no varía con sus breves horas y semanas,
sino que se afianza incluso hasta el borde del abismo.
Si esto es erróneo y se me puede probar,
yo nunca nada escribí, ni nadie nunca amó.
7. Canción de las voces serenas, de Jaime Torres Bodet
Se nos ha ido la tarde
en cantar una canción,
en perseguir una nube
y en deshojar una flor.
Se nos ha ido la noche
en decir una oración,
en hablar con una estrella
y en morir con una flor.
Y se nos irá la aurora
en volver a esa canción,
en perseguir otra nube
y en deshojar otra flor.
Y se nos irá la vida
sin sentir otro rumor
que el del agua de las horas
que se lleva el corazón…
8. Amor es más espeso que olvidar, de E. E. Cummings
Amor es más espeso que olvidar
más tenue que recordar
más raro que una ola mojada
más frecuente que caer
Es más loco y lunar
y menos no será
que todo el mar que sólo
es más profundo que el mar
Amor es menos siempre que ganar
menos nunca que vivo
menos grande que el comienzo más leve
menos pequeño que perdonar
Es más solar y soleado
y más no puede morir
que todo el cielo que sólo
es más alto que el cielo.
9. Química, de Nayyirah Waheeed
Química es que tú
toques mi brazo
y eso incendie mi mente
10. Día del esplendor y la abundancia, de Rosario Castellanos
Día del esplendor
y la abundancia.
La cosecha me pesa
sobre la falda.
Abrid puertas, amigos,
y ventanas
convidando las gentes
a mi casa.
Dad a todos el pan,
la posada.
No ahuyentéis las palomas
si bajan.
Para que el novio lo lea
Llenos de amor, intensidad y ternura estos versos son perfectos para que el novio los lea. Los autores de estos poemas pueden formar parte de una antología de pensamientos de amor para tu novia, que será un lindo regalo para el día de la ceremonia. También son lecturas que estremecerán a los invitados y algunos de sus versos pueden grabarse en los anillos de boda.
11. Sé que el amor… de Darío Jaramillo Agudelo
Sé que el amor
no existe
y sé también
que te amo...
12. Y todas las cosas que a mi amor contemplaban… de Homero Aridjis
Y todas las cosas que a mi amor contemplaban
el sonido y la lluvia los parques y la imagen
se asomaron en ella
Y todos los seres que en el tiempo eran árboles
abrieron sus pestañas a los frutos del día
y el sol fue su mirada reencontrada en el mar
Y era un verano de diamante y de polvo
despierto al borde de la noche dormida
y creció entre la luz y la sombra trenzada
Creció sin detenerse y miré la Vía Láctea
perdido entre las negras mariposas fugaces
y las bocas llamando como rojas campanas
Creció con el amante en verde silencioso
vestido de destinos cabalgando las horas
y breves arco iris espontáneos y breves
Y mis manos pudieron ser el aire de sus manos
y en medio de la fábula descubrí nuevas fábulas
y el cuerpo de su risa emergiendo del aire
Y tocamos el musgo de sus aguas inmóviles
y sentimos los ojos redondear las palabras
y volamos muy libres adentro de los pájaros.
13. Amor eterno, de Gustavo Adolfo Bécquer
Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.
14. Contigo, de Luis Cernuda
¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.
¿Mi gente?
Mi gente eres tú.
El destierro y la muerte
para mi están adonde
no estés tú.
¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿qué es, si no eres tú?
15. Ser uno con el otro, de George Eliot
Qué cosa más grandiosa hay para dos almas humanas
que sentir que se han unido para fortalecerse
uno al astro en cualquier trabajo,
para atenderse uno al otro en cualquier sufrimiento,
para compartir con el otro en alegría,
para ser uno con el otro en las
mudas memorias no contadas.
Poemas para que la novia lea
Escritos por mujeres fuertes y sabias, estos poemas son lecturas perfectas para que la novia exprese todo su amor. Hay pensamientos de amor perfectos para dedicar a tu esposo y también poemas que se pueden dedicar a otras mujeres. Serán lecturas que le darán a la ceremonia una sensación profunda y conmovedora.
16. Si has de amarme… de Elizabeth Barrett
Si has de amarme que sea solo
por amor de mi amor. No digas nunca
que es por mi aspecto, mi sonrisa, la melodía
de mi voz o por mi dulce carácter.
Que concuerda contigo o que aquel día
hizo que nos sintiéramos felices…
Porque, amor mío, todas estas cosas
pueden cambiar, y hasta el amor se muere.
No me quieras tampoco por las lágrimas
que piadosamente limpias de mi rostro…
¡Porque puedo olvidarme de llorar
gracias a ti, y así perder tu amor!
Por amor de mi amor quiero que me ames,
para que habite en los cielos, eternamente.
17. Invocación a la sonrisa, de Gioconda Belli
Dame la ternura desde el sueño,
dame ese cucurucho de sorbete que tenés en la sonrisa,
Dame esa lenta caricia de tu mano.
Yo te daré pájaros
que cantarán tu nombre
desde lo más alto de los árboles.
Te daré piñas, zapotes, nísperos,
enredaré maizales en tu pelo.
Yo invocaré los dioses de nuestros antepasados
para que caigan tormentas,
para que miedosos y cogiso de la mano,
miremos la furia del rayo y del relámpago.
Yo tejeré ilusiones con ramitas y hierbas,
tocaré las rocas para que brote agua y nos bañemos,
yo haré poemas, cantos,
mi amor, cuando me hayas mirado,
cuando corra las cortinas del sueño,
cuando me coma el sorbete de tu sonrisa.
18. Independiente, de Rupi Kaur
No quiero tenerte
Para llenar las partes vacías en mí
Quiero estar llena de mí misma
Quiero estar tan completa
Que pueda iluminar una ciudad entera
Y entonces
Quiero tenerte
Porque nosotros,
Los dos combinados
Podemos prenderle
Fuego
19. A mi querido y amado esposo, de Anne Bradstreet
Si alguna vez dos fueron uno, esos somos nosotros.
Si algún hombre fue amado por su mujer, ese eres tú.
Si alguna mujer fue feliz en un hombre,
compárense conmigo, mujeres, si pueden.
Aprecio tu amor más que a las minas de oro
y a todas las riquezas que guarda oriente.
Mi amor es tal que ni los ríos lo pueden saciar;
no el deber sino tu amor me recompensa.
Tu amor es tal que no puedo, de ningún modo, retribuir;
que los cielos premien tu inmensidad, ruego.
Para que, mientras vivamos, en amor perseveremos,
para que, cuando no vivamos más, vivamos para siempre
20. Dame la mano, de Gabriela Mistral
Dame la mano y danzaremos;
dame la mano y me amarás.
Como una sola flor seremos,
como una flor, y nada más...
El mismo verso cantaremos,
al mismo paso bailarás.
Como una espiga ondularemos,
como una espiga, y nada más.
Te llamas Rosa y yo Esperanza;
pero tu nombre olvidarás,
porque seremos una danza
en la colina, y nada más...
Desde las invitaciones de boda hasta las tarjetas de agradecimiento, compartan con sus seres queridos los versos más emotivos que se han escrito. Aprovechen la inspiración de estos poemas para ceremonia civil y escriban sus votos o compartan algunos en su web de boda. ¡Dejen que la poesía llene su boda de emociones!