Las poses de yoga básicas para practicar en pareja
El yoga es una de las actividades físicas y espirituales más famosas por todos los beneficios que otorga a quienes la practican, y claro que en pareja estos pueden aumentar. No hace falta que sean expertos, solo necesitan ganas y ropa cómoda.
Hay diferentes niveles en el yoga, pero si son principiantes aquí les mostraremos poses de yoga en pareja fáciles que pueden hacer sin correr riesgo de lastimarse o exigirle demasiado a su cuerpo. La flexibilidad es muy importante, pero recuerden que se trabaja con el tiempo y mucha práctica. En esta ocasión no necesitan más que elegir un lugar tranquilo, iluminado y cómodo, dos tapetes de yoga o un par de toallas, y ropa que les permita moverse sin dificultad. Tengan presente que la comunicación y la paciencia son vitales para que salgan victoriosos de su yoga en pareja.
Ejercicio de torsión
Para esta postura deben sentarse en el suelo con las espaldas encontradas completamente, pero sin empujarse; basta con que sus omóplatos se toquen. Crucen las piernas, relajen los brazos y cierren los ojos. Es importante que puedan sentir la respiración del otro por los ligeros movimientos de la espalda.
Después, cada uno con su mano izquierda debe tocar la rodilla del otro y con su mano derecha tocar su propia rodilla sin despegar las espaldas. En este punto harán un par de inhalaciones y exhalaciones, y luego harán el mismo ejercicio de torsión al lado contrario.
Esta postura es ideal para parejas que tienen, aproximadamente, la misma estatura, pues les ayudará a ponerse en sintonía, a conectar profundamente y a saber sincronizarse naturalmente.
Siguiendo la postura anterior (sentados con las piernas cruzadas y de espaldas), uno de ustedes bajará el torso hasta colocar la frente y las palmas de las manos en el suelo, mientras el otro descansa la espalda y la cabeza sobre la espalda de la pareja. Tras subir lentamente, y a la par, pueden invertir posturas para completar el ejercicio.
Balasana o postura del niño
La siguiente postura consiste en que uno de ustedes se coloque en balasana, es decir, de rodillas con los glúteos pegados a los tobillos y el torso pegado a los muslos de manera que la frente toque el suelo y las manos se estiren hacia atrás con las palmas hacia arriba.
El otro se sentará muy despacio en el hueso sacro de quien está en balasana y midiendo su fuerza para evitar lastimarlo; poco a poco deberá bajar hasta recargar las manos en el suelo y cabeza con cabeza, finalmente se estiran las piernas hasta que todo el cuerpo esté relajado.
Esta postura no solo ayuda a estirar las caderas, los muslos y fortalecer los tobillos, sino que genera confianza y promueve la comunicación entre pareja. Para levantarse deben hacerse lo mismo, pero a la inversa y sin apresurarse.
Flexión al frente
Para lograr esta postura tienen que colocarse frente a frente, tomarse de las manos a la altura de los codos e inclinarse hacia adelante mientras recorren las piernas hacia atrás, hasta que la espalda quede paralela al suelo y las piernas, bien estiradas.
Si lo necesitan pueden flexionar un poco las rodillas tratando de no abrir demasiado las piernas para que estén alineadas con la cadera. Para terminar, levántense suavemente. Trabajar con esta flexión les servirá para fortalecer los muslos y mejorar la movilidad de la pelvis, cadera y piernas en general.
Doble silla o utkatasana
Colóquense de espaldas mientras están de pie y lentamente hagan como si se fueran a sentar separando las piernas hasta que queden como si estuvieran sobre una silla. Estiren los brazos hacia el frente o hacia arriba, según se sientan más cómodos.
Mantengan siempre la espalda bien recta y apóyense en el otro para no perder el equilibrio. Hagan tres series de inhalaciones y exhalaciones. Esta postura es una de las más eficaces para fortalecer la confianza en pareja.
Puente o puente elevadizo
Esta implica un poco más de fuerza, pero sigue siendo sencilla. Acostados en el piso con las rodillas flexionadas y encontradas coloquen los talones lo más cerca posible a los glúteos. Uno de los dos subirá los pies a las rodillas del otro.
Después, esta misma persona se impulsará con las palmas de las manos en el suelo para subir los glúteos en los pies del otro y posteriormente impulsar todo el cuerpo hacia arriba. El equilibrio y la fuerza son muy importantes, pero no se presionen demasiado, todo debe fluir con tranquilidad. Enseguida, la persona de abajo apretará los glúteos y el abdomen elevando el cuerpo para formar otro puente.
Si logran alinearse correctamente y realizar de dos a tres respiraciones en esa posición su espalda descansará muchísimo, además, fortalecerán el abdomen y los glúteos.
Doble árbol
Esta es otra de las posturas más sencillas para practicar en pareja. Colóquense uno al lado del otro mirando hacia el frente. Tómense de la cintura con el brazo que queda en el lado interior y dense la mano que queda en el lado exterior. Después doblen su rodilla externa hasta poner la planta de su pie en la parte interna del muslo, contrario a la altura que mejor les convenga.
Con cuidado eleven el brazo con el que se tomaron de la cintura hasta que lo tengan bien arriba, encontrado con el de su pareja palma con palma, y traten de permanecer en esa postura manteniendo el equilibrio y respirando al mismo tiempo de dos a tres veces. El doble árbol les ayudará a mejorar su equilibrio y a fortalecer las piernas.
Cada una de estas posturas los ayudará a adentrarse en esta disciplina milenaria sin arriesgarse demasiado, sobre todo si lo harán en casa sin la guía de un profesional en vivo y en directo. Si lo hacen un hábito, poco a poco notarán todos sus beneficios y se darán cuenta de lo mucho que disfrutan el tiempo practicando juntos.