Llegó la primera pelea de casados: las cuatro interrogantes

Al inicio del matrimonio, los recién casados deben enfrentarse a varios cambios en su relación. Aunque no suceda inmediatamente después de lanzar el ramo de novia ni de repartir los recuerdos para boda, la vida en pareja puede provocar ciertos roces. Es necesario hacer ajustes en la forma de comunicarse y de convivir.

Las diferencias y conflictos son inevitables, pero es necesario afrontarlos y superarlos para construir un matrimonio armónico, en el que ambos se sientan cómodos y plenos. La primera pelea de casados suele causar mucho pesar en el nuevo hogar, incluso si hace tiempo que los novios vivían juntos. ¿Cómo pasar el trago amargo? ¡Empieza por leer este artículo!

1. ¿Es importante aquello por lo que peleamos?

Hay muchos motivos posibles para la primera discusión en el matrimonio. Lo primero es distinguir entre una diferencia de opinión y un conflicto que pueda afectar la convivencia y que, por lo tanto, debe resolverse.

Cuando se trata de distintas maneras de ver un mismo tema, es necesario recordar que ambos crecieron en hogares diferentes, tuvieron experiencias diferentes y aprendieron diferentes cosas en el camino. Sus pensamientos sobre cuestiones externas a la vida de pareja no serán siempre los mismos, pero no vale la pena pelear por ello. Quizás tú querías las invitaciones de boda originales más coloridas y a tu novio le parecían un poco informales, pero es una diferencia de perspectiva que no disminuyó la emoción que ambos sentían cuando las enviaron.

Sin embargo, más allá de estos asuntos menos trascendentales, en los primeros años de matrimonio hay que arreglar muchas cosas, desde aspectos de la vida cotidiana hasta situaciones legales. Aspectos como la sexualidad, la vida social y familiar, la vida laboral y las finanzas deben ser discutidos para llegar a acuerdos que beneficien al nuevo hogar y que sean justos para ambos.

Los desacuerdos también pueden deberse a idealizaciones previas al matrimonio o, simplemente, a mal humor ocasional. Sin embargo, es necesario reconocer la fuente del problema para poder solucionarlo. Tu vida matrimonial necesita todavía más esmero del que requirió la elección de tu traje o de tu peinado para boda.

2. ¿Qué va a pasar con nosotros?

La primera pelea de casados puede provocar profunda tristeza, enojo, frustración y, sobre todo, mucha angustia. No hace mucho, su relación parecía menos formal, más relajada, incluso, tal vez, más romántica. Y esta discusión puede ponerlo todo en perspectiva y hacer que se cuestionen la firmeza de su compromiso. Pero ¡alto! No hay motivos para instalarse en el drama.

Seguramente es doloroso para ambos, pero es necesario volver a la calma lo antes posible y analizar con objetividad su discusión. Es necesario que tengan paciencia y trabajen en sus conflictos sin presionar al otro. No importa cuánto tiempo tarde en llegar: ambos deben estar satisfechos con la resolución para que el problema no se vuelva una carga.

Ante todo, deben recordar que se aman y que esa es la razón principal por la que acaban de iniciar un hogar. ¿Recuerdan las románticas frases para invitaciones de boda que eligieron? ¿Su baile de casados? ¿El mágico instante de la entrega del anillo de compromiso? El amor es lo que los ha acercado y los ha mantenido juntos. Por eso, aceptarán sus diferencias y no permitirán que los dividan. Y, por la misma razón, tendrán en cuenta las necesidades del otro y serán comprensivos y considerados. Su relación no terminará por una pelea y poco a poco se volverán más fuertes.

3. ¿Cómo lo resolvemos?

Recuerda que en una relación lo más importante es el respeto. Para que la comunicación funcione es necesario que ambos escuchen con atención lo que el otro tiene que decir y que valoren esta información para actuar en consecuencia. Justamente en todo esto radica la empatía, una cualidad imprescindible para el entendimiento humano y para las familias felices. Resolver sus problemas creativa y dinámicamente reafirmará su confianza en su relación, así que no se instalen en el problema, sino en su solución.

1. Encuentren un momento de calma para platicar tan largo y tendido como necesiten.
2. Una vez se sienten a conversar sobre lo que los llevó a esto, desvistan sus emociones: qué es lo que les molestó, por qué, qué emociones sintieron entonces y qué sienten ahora.
3. Dejen a un lado los comportamientos viscerales: en momentos de crisis deben ser más sensibles que racionales.
4. No salten de un problema a otro: concéntrense en solucionar lo que ocasionó su pelea y no en revivir viejas disputas.
5. No pierdan de vista que no se trata de cambiar al otro y ni siquiera de “ceder”, sino de encontrar la mejor manera para combinar sus personalidades.
6. Eviten criticar al otro o minimizar sus sentimientos; mucho menos, involucren a otras personas en esta discusión o pidan que se posicionen de un lado u otro.
7. En ningún caso dejen que el tiempo o la cama resuelvan las cosas: los conflictos deben resolverse y aplazar la solución solo agravará las cosas.

Si es necesario, no teman consultar a un profesional: la terapia de pareja no debe considerarse un último recurso, ya que es muy benéfica para aprender a comunicarse y a manejar las crisis.

4. ¿Qué debemos hacer para evitar otra pelea?

Desarrollar habilidades comunicativas como la asertividad les será de mucha ayuda para tener un matrimonio sano. "Asertividad" significa decir lo que piensan y lo que sienten con honestidad, pero siendo empático con lo que esas palabras podrían hacer sentir al otro. Asimismo, también implica ser capaces de recibir la honestidad del otro sin alterarse.

Para solucionar sus problemas, deben mantener su mente abierta a muchas posibilidades de convivencia y mantenerse informados sobre nuevas maneras de relacionarse. También es muy importante que no dejen pasar señales alarmantes, como muestras de depresión o de violencia: no esperen a que el matrimonio avance para cuidar de su salud y de la del otro.

Cuando haya pasado la tormenta, disfruten de un rato agradable recordando su boda. Esto les ayudará a reafirmar la confianza en su matrimonio y a superar los momentos duros que pasaron en los últimos días. Si aún no han llegado a este momento, preparen una caja de la primera pelea: escriban cartas con los pensamientos de amor más bonitos sobre su pareja y colóquenlos en un estuche único. Añadan fotos y recuerdos especiales de su relación. En tiempos difíciles, destapen la caja y revivan los sentimientos más hermosos y lo mejor que han compartido.